Hemos perdido el miedo a la banca móvil. Consultar el saldo de la cuenta corriente, hacer una transferencia o bloquear una tarjeta a través de una app de la entidad instalada en el smartphone ya es una práctica habitual para muchos españoles. “Alrededor del 81 % de los consumidores usa la banca móvil nueve días al mes”, de acuerdo con el último ‘Informe Ditrendia’. Pero ¿cómo se abre una cuenta móvil? ¿Cuánto cuesta? ¿Son seguras las aplicaciones con las que se opera? Damos respuesta a estas tres cuestiones
1. No hace falta desplazarse para abrir una cuenta móvil
Una cuenta móvil es una cuenta corriente que se puede gestionar a través de una app, sin necesidad de desplazarse a ninguna oficina. Mediante la aplicación es posible consultar los movimientos de la cuenta, hacer transferencias, contratar productos asociados y revisar la correspondencia, entre muchas otras opciones.
Este servicio está pensado para clientes con un perfil digital disponible tanto en los nuevos bancos fintech que operan únicamente a través de Internet, como en los tradicionales, que también ya comercializan productos digitales. Y para que la experiencia sea completa, las cuentas móviles pueden abrirse a través del smartphone, incluso si nunca hemos sido clientes. Esta opción está disponible cada vez en más entidades.
Por lo general, el proceso es sencillo, pero se deberá contar con una cámara en el teléfono y buena conexión a Internet. Será necesario descargar la app del banco o acceder a su página web, rellenar un formulario, fotografiar nuestro rostro y el DNI por ambas caras para que la entidad pueda verificar nuestra identidad o realizar una videollamada en su lugar y, por último, firmar el contrato.
La apertura de la cuenta debería ser inmediata y las tarjetas no deberían tardar más de una semana en llegar a nuestro domicilio. Sin embargo, el plazo de activación de la cuenta puede variar de un banco a otro y, en algunos casos, se puede alargar varios días.
2. Las cuentas móviles son gratuitas
Las cuentas móviles tienen una clara ventaja frente a las cuentas corrientes que se abren en una oficina: son gratuitas, independientemente de que no se tenga la nómina domiciliada en el banco. Por el contrario, es frecuente que las tradicionales solo estén exentas de comisiones, si se asume algún tipo de vinculación.
Por lo general, los bancos fintech comercializan cuentas corrientes gratuitas acompañadas de una tarjeta de débito o prepago gratis y permiten realizar las operaciones bancarias básicas sin coste.
Las entidades tradicionales también ofrecen cuentas digitales pensadas para clientes que quieren operar a través del teléfono inteligente; estos productos son gratuitos y también dejan hacer operaciones básicas sin coste. Pero ¡ojo! Algunos bancos de toda la vida no cobran por el mantenimiento y la operativa básica de sus cuentas online, siempre y cuando el cliente no opere en sucursales. Si lo hace, la cuenta deja de ser gratis. Y es que no olvidemos que la banca móvil está pensada para operar a través de canales digitales. En cambio, este problema no se da en las cuentas móviles de los bancos fintech, ya que estas entidades no tienen oficinas.
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3. La banca móvil es segura
Las apps de banca móvil están protegidas para que los usuarios puedan operar con seguridad. Están diseñadas bajo protocolos de transferencia de datos seguros, de manera que las comunicaciones están encriptadas.
Asimismo, al igual que ocurre con la banca online, las aplicaciones solicitan varios pasos de autentificación para asegurarse de que la persona que accede a la cuenta es realmente el titular. Por un lado, se debe superar un primer nivel para acceder a la posición global (usuario y contraseña, reconocimiento de la huella dactilar, etc.) y, por otro, se debe introducir una clave, un código recibido por SMS o una posición de una tarjeta de coordenadas (en ocasiones, una combinación de los tres) para autorizar cualquier operación.
En cualquier caso, para garantizar que una app es la adecuada se debe descargar siempre la versión oficial desde Google Play o la App Store y comprobar quién es el desarrollador. Así evitaremos descargar aplicaciones falsas.
Para hacer la experiencia digital todavía más segura, se pueden implementar una serie de consejos extra: escoger claves difíciles de adivinar, utilizar solo dispositivos actualizados y no acceder a la banca móvil desde wifis públicos.