Cuando las bolsas caen es frecuente que los pequeños inversores también lo hagan en el abatimiento. Pero no debería ser así, ya que ahora disponen de una gama selecta de productos financieros que son rentables durante los movimientos bajistas de las bolsas. Estos diseños pueden generar amplias ganancias, aunque los riesgos de perder parte del patrimonio también se incrementan de forma notable. De cualquier modo, es conveniente conocerlos y aprovecharse de ellos en los periodos bajistas de los mercados. En este artículo, los ahorradores podrán recabar información sobre qué modelos presentan estas características y cuándo es conveniente contratarlos.
Bolsa, cuanto más baje, mejor
El inicio del nuevo año bursátil no deja muy buenas sensaciones a los pequeños inversores que operan con frecuencia en los mercados financieros para ampliar o complementar los ingresos regulares derivados de su actividad laboral. No obstante, tampoco deber ser un problema, ya que el dinamismo de los mercados ha generado que se hayan asentado nuevos productos cuyo rendimiento va ligado directamente a la bajada de las bolsas.
Y es que los pequeños inversores disponen de mayores oportunidades para rentabilizar los ahorros, aunque desde modelos más agresivos e incluso complicados para operar con ellos. Pero de lo que se trata es que se conozcan y que, ante un escenario adverso en las bolsas, puedan ser utilizados bajo un gran rendimiento en sus operaciones.
No es solo un producto el que puede suscribirse ante las situaciones más complicadas. Están habilitados varios diseños que cumplen con esta característica y que serán elegidos en función del perfil como inversor que presenten las personas que opten por ellos.
Bolsas a la baja: tres formas de ganar dinero
Si la tendencia de las bolsas durante los próximos meses es claramente bajista, no habrá que preocuparse en exceso. Hay suficientes productos financieros para recoger esta tendencia y que podrán ser contratados en función de las características que presente el inversor: unos más agresivos, con un riesgo mucho mayor, y otros que están más adaptados al ahorrador medio y presentan más protección.
- 1. Fondos de inversión inversos
Es la manera más natural, y hasta directa, para aprovecharse de estos movimientos en los mercados de renta variable. Se fundamentan en replicar a los principales índices y sectores bursátiles. No en vano, basan su estrategia en que para obtener plusvalías es necesario que sus activos financieros bajen en su cotización cuanto más mejor.
Es como una inversión tradicional, pero al revés, y con la gran ventaja de que aporta unas comisiones mucho más competitivas que en las bolsas. Además, en cualquier momento pueden realizarse traspasos a otros fondos (de cualquier naturaleza), si la tendencia de los mercados cambia de forma radical. Existen, tanto aplicados a la Bolsa, como a las bolsas internacionales.
- 2. Ventas a crédito
Dentro de las bolsas, la opción más clara que tienen las familias para aprovecharse de esta tendencia es a través de este modelo de inversión, en especial agresivo por los riesgos que contraen las personas que se decantan por ellos. Pero, como contrapunto, pueden obtenerse generosas ganancias, siempre que la tendencia bajista de los mercados financieros acompañe.
Las operaciones se realizan sobre las acciones que cotizan en las diferentes plazas bursátiles del mundo. Pero no todas, sino que solo las de mayor capitalización están abiertas a esta clase de operaciones. No obstante, para canalizarlas de manera correcta será indispensable el profundo conocimiento de este producto. De no ser así, será mejor optar por otros modelos, ante el riesgo de equivocarse en la elección.
- 3. Warrants, con mayor riesgo
Este producto financiero, de mayor sofisticación, es otro de los que recogen los movimientos bajistas de los principales valores de la bolsa, tanto nacional como en el extranjero. Su mecánica es parecida al anterior diseño aunque, en este caso, requerirá de un mayor aprendizaje por los especiales riesgos que contraen los inversores.
Si el inversor tiene claro que un valor puede depreciarse en las próximas sesiones, este formato de inversión cumple a la perfección con sus aspiraciones, abarcando a una amplia selección de compañías cotizadas procedentes de todos los sectores y que satisfarán la demanda.
Hay un punto intermedio que puede utilizarse durante una tendencia bajista no muy acusada. Procede de los fondos de inversión de volatilidad, aunque, en este caso, se le deberá añadir otro requerimiento de gran importancia (inestabilidad en los mercados de renta variable) y en donde es frecuente una gran diferencia entre los precios máximos y mínimos de un valor o índice bursátil, en especial en la misma sesión de los mercados.
Cuando se genera este movimiento en las bolsas, los fondos de estas características comprueban que los títulos se revalorizan. Son muy indicados para escenarios de gran inestabilidad en la renta variable, con fluctuaciones muy importantes en sus precios, cuanto más mejor. Se trata de un producto financiero no muy conocido por los pequeños inversores, pero que si utiliza de manera adecuada puede reportarles muchos beneficios a sus ahorros.