Los errores que se cometen en las operaciones bursátiles son los mayores enemigos para canalizar de modo adecuado la inversión. Como se indica a lo largo del presente artículo, los fallos son muy numerosos y de toda índole, desde invertir en empresas de las que no se tiene el más mínimo conocimiento, hasta inclinarse por valores en contra de su tendencia. Tampoco hay que pasar por alto que una falta de información sobre los mercados puede producir unos efectos no deseados para el pequeño inversor, casi siempre en forma de minusvalías.
Estrategia clara de inversión
Cuando a primeros de año los analistas bursátiles entendían que la Bolsa proporcionaría muchas alegrías a los pequeños y medianos ahorradores, fueron muchos los que se decantaron de manera decidida por este modelo de inversión. Ha pasado ya la primera mitad del año y, en realidad, el selectivo español se encuentra en terreno negativo y lucha por mantener la barrera de los 8.000 puntos. Los inversores españoles no esperaban un contexto bursátil tan adverso, una situación que, unida a las equivocaciones que hayan podido llevar a cabo en sus operaciones de compra y venta, está dejando una sensación de insatisfacción. Precisamente, los errores que cometen en las estrategias bursátiles son los mayores enemigos para canalizar bien una inversión.
Es esencial conocer los errores que se han cometido en la inversión para no repetirlos de nuevo
Son muchos y de toda índole, y siempre inciden en la rentabilidad de los ahorros: desde invertir en empresas de las que no se tiene el suficiente conocimiento, hasta inclinarse por valores en contra de su tendencia, sin pasar por alto que una falta de información sobre los mercados bursátiles puede producir efectos demoledores para el pequeño inversor, en forma de minusvalías. Además, numerosos fallos se cometen por una falta de estrategia en las operaciones. Hay que definir qué se desea realizar con la inversión, si destinarla al corto, medio o largo plazo, si se hace en función de sus dividendos, si se quieren vender rápido cuando se consigan las primeras plusvalías, etc.
De todos modos, no hay que alarmarse ya que todo se puede solucionar, aunque sea en parte, sobre todo si se conocen los principales equívocos en los que se incurre. Así no se repetirán en las próximas operaciones y no repercutirán en exceso en el capital invertido.
Decálogo de los errores más comunes al invertir en Bolsa
En ocasiones, la posición negativa de la cartera de valores se debe a la evolución de los mercados, en este caso bajista, pero en otros casos se deriva de fallos propios. A continuación se enumeran los errores más comunes que suelen cometer los ahorradores en sus operaciones de renta variable:
Ir a contracorriente de los mercados: es ilusorio pensar que en un proceso bajista las acciones puedan subir rápido. Hay que ir con el mercado, y si este es bajista, lo más recomendable es esperar a mejor ocasión.
Estar invertido todo el año: muchos ahorradores cometen el equívoco de realizar operaciones durante todo el año. Grave error, pues solo hay que tomar posiciones cuando su aspecto técnico así lo indique. Mantenerse en liquidez u optar por productos de renta fija son otras alternativas de las que disponen los usuarios para mejorar sus márgenes de rentabilidad en un momento dado.
Promediar a la baja: algunos inversores, cuando están perdiendo dinero en Bolsa, aplican esta estrategia para limitar sus pérdidas. Otro grave fallo, ya que cuando un valor se halla en esta posición, es bajista de forma clara. E incidir en las compras supone ahondar más en este error que generará nuevas minusvalías.
Tomar posiciones en máximos: es frecuente que los ahorradores se decanten por los valores que se encuentran en esta situación. Pero se corre el peligro de que las correcciones sean muy severas y se pueda perder mucho dinero. No son operaciones rentables debido al riesgo que entrañan.
No dejarse asesorar por un experto: antes de tomar una decisión, es recomendable que un agente bursátil canalice la inversión o, por lo menos, que la supervise. Seguro que tendrán más conocimientos de lo que está sucediendo en los mercados, ya que son profesionales que están para asesorar a sus clientes.
Tener en cuenta los foros para invertir: en los foros de Internet circulan muchos rumores (con frecuencia bulos) en los que se anima a los invitados a invertir en determinadas compañías, en especial las de baja capitalización. Muchas veces son infundados o hay intereses de algún grupo financiero. Resultan una opción muy peligrosa, porque son más sensibles a que sus caídas en la cotización sean más amplias.
Aceptar todas las recomendaciones: los medios de comunicación, tanto en papel como digitales, inundan a los ahorradores con numerosos consejos de inversión. Unos cumplen las expectativas, pero otros no. Esta fuente para invertir en Bolsa debe tomarse con mucha precaución, debido a los intereses que pueden tener algunos de los analistas que proporcionan esta información.
Comprar en resistencias: entraña un cierto riesgo en la inversión, ya que de no romper esta línea, lo normal es que se corrija en su cotización. En cambio, de superarla sí sería una opción más que interesante para hacer compras selectivas.
Adquirir valores especulativos: si bien pueden proporcionar grandes ganancias, no es menos importante saber que las pérdidas que puedan generar son también espectaculares y, en algunos casos, de forma irreversible, como ha sucedido en los últimos años con una serie de valores pertenecientes a esta categoría.
No tener paciencia para invertir: el pequeño y mediano inversor debe guiarse por la prudencia y la paciencia en sus actuaciones en la renta variable. De no ser así, tendrá más papeletas para que su apuesta bursátil no salga tan bien como esperaba. Es mejor esperar que realizar una mala operación.
Hay un fallo que cometen, sobre todo, los inversores más inexpertos: despreocuparse de mantener algún tipo de protección en sus inversiones.
- Una de las formas de prevención puede consistir en ponerse un nivel hasta el que podrían asumir pérdidas (2%, 3% o 5% como máximo). Y, una vez que se llegue a este tope, deshacer sus posiciones de forma fulminante para evitar llegar a males mayores.
Otra estrategia tradicional entre los inversores más avezados consistiría en aplicar una orden de “stop loss”. Se trata de un mandato condicionado de venta que permite al usuario limitar sus pérdidas cuando el valor contratado experimenta un retroceso importante en su cotización.
También puede suceder que a los pocos días de realizar la compra, el usuario se dé cuenta de que se ha equivocado en su elección. Tendrá que actuar rápido y deshacer sus posiciones, para no ahondar en sus efectos en las próximas sesiones bursátiles, y decantarse por otro valor en el que pueda recuperar las pérdidas.