El International Bank Account Number (IBAN) es el nuevo identificador de las cuentas corrientes. Añade cuatro dígitos a los 20 de la cuenta corriente, que en febrero de 2014 deja de estar reconocida con las populares CCC. Estos cuatro signos serán: ES, en el caso de España, y un dígito de control de dos cifras. A este identificador se añade el Business Identifier Code (BIC), un código que caracteriza a la entidad asociada a la cuenta emisora y está compuesto por 11 caracteres. Como se señala en el siguiente artículo, a partir de febrero, sin el código IBAN no se podrá realizar ninguna operación financiera, de cobro o de pago.
¿Qué es y para qué sirve el código IBAN?
El código IBAN sirve para identificar a nivel internacional una cuenta bancaria. Su nombre viene de las siglas en inglés de la norma IBAN (Internacional Bank Account Number), que nació para que las entidades pudieran automatizar de manera sencilla las transferencias entre bancos de la Unión Europea. Con esta normativa, los pagos y transferencias intracomunitarias se ejecutan de manera similar a las nacionales, pudiendo aplicar tarifas similares.
Antes de esta normativa, había dificultades en los pagos internacionales en la Unión Europea, pues los sistemas de identificación de cuentas eran solo nacionales y esto imposibilitaba saber en qué país estaba abierta una cuenta.
El código IBAN, que afectará a las transferencias bancarias, los recibos domiciliados y los pagos con tarjeta, es un código que lleva cuatro caracteres iniciales y, a continuación, el número de cuenta:
Cuatro caracteres iniciales: código del país (dos signos) + código de control (dos dígitos). Ejemplo: ES21 (código de país ES para España + código de control 21).
Número de cuenta: 20 caracteres que identifican la cuenta. Ejemplo: 1465 0100 72 2030876293.
Cómo obtener el código IBAN
Obtener este código a nivel particular es sencillo, ya que basta con acudir a la entidad bancaria y solicitarlo. En caso de no tenerlo en febrero de 2014, el Ministerio de Economía ha aprobado una medida temporal que permite a los bancos la conversión de CCC a IBAN hasta 2016. No es tan fácil en el caso de las empresas y administraciones públicas, pues la actualización de los datos es mucho más complicada. Y, según el Banco de España, solo el 0,24% de las operaciones de adeudos que se realizan hoy se hacen bajo el código IBAN.
La obtención del identificador es gratuita y las entidades financieras no deberían cobrar por el cambio de CCC a IBAN
La obtención del IBAN es gratuita, y las entidades financieras no deberían cobrar por el cambio. El cobro por recibir este nuevo código no está justificado. No obstante, en el caso de las compañías, si el día 1 de febrero de 2014 no tienen el IBAN, en principio el banco puede cobrarles por el convertidor.
Zona Única de Pagos para dotarse de más agilidad
La Zona Única de Pagos en Euros, SEPA (Single Euro Payments Area), responde a la normativa europea 260/2012, que garantiza su establecimiento efectivo, y establece unos requisitos, como por ejemplo tener el IBAN y el BIC para las operaciones bancarias.
Las transferencias, las domiciliaciones y los pagos con tarjeta entre países serán tan sencillos como los nacionales
La SEPA permite a los clientes bancarios de los 33 países que la integran (los 28 de la UE más los cinco adicionales Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega y Suiza) contar con unas normas comunes para realizar operaciones. Así, las transferencias bancarias, las domiciliaciones y los pagos con tarjeta internacionales serán tan sencillos como los nacionales. Al hacerse efectiva una zona única, se eliminan las barreras en los pagos internacionales.
A pesar de las dificultades que pueda entrañar adaptarse a los cambios, sus ventajas son muchas. Entre otras, las siguientes:
Una mayor agilidad y seguridad en los pagos.
Centralizar en una sola cuenta bancaria todas las operaciones en euros dentro de la zona SEPA.
Reducir el coste de los pagos transfronterizos mediante tarjetas y transferencias electrónicas.
Dotar de mayor protección a los usuarios.
El código BIC sirve para identificar al banco beneficiario de una transferencia. Su nombre viene de las siglas en inglés de los términos Bank Identifier Code, y completa la información proporcionada por el código IBAN. Es el código utilizado por los bancos asociados al sistema SWIFT, el empleado por excelencia para realizar los pagos a nivel internacional. En el mismo, cada banco o entidad asociados están reconocidos por un código de entre ocho y 11 caracteres:
Los cuatro primeros, para el código del banco.
Los dos siguientes son el código ISO del país.
Y los otros dos, identifican la localidad.
A veces, se usan también otros tres, que corresponden a la sucursal. Lo más habitual, sin embargo, es utilizar el de ocho caracteres.