Hace poco más de cuatro años, obtener un préstamo de una entidad financiera era, para numerosos ciudadanos, tan sencillo como acudir a la entidad y solicitarlo. En la mayoría de los casos eran los propios bancos quienes incitaban a sus clientes a pedir financiación tanto en la sucursal como por medio de cartas o cualquier otro tipo de publicidad. Hoy en día aquello es un mero recuerdo de otra época y todo son obstáculos para los particulares y las empresas que necesitan dinero. Obtener un crédito es muy complicado, pero si se siguen una serie de pasos, es posible aumentar las posibilidades de finalizar la gestión con éxito.
Claves para obtener un préstamo
Los pasos que deben darse para conseguir financiación de una entidad bancaria, en una situación de crisis como la actual, son los siguientes:
1. Rebajar la cantidad que se pide
Siempre que sea posible, es recomendable que el cliente ajuste al máximo la cantidad de dinero que solicita en la entidad.
Para conseguir un crédito, es necesario no figurar en las listas de morosos
Lo más seguro es que el banco sea menos reticente a dar un crédito si el monto no es muy elevado, entre otros motivos, porque corre menos riesgo de que la cuantía no se devuelva. Pedir un préstamo sin intereses a un familiar o a un amigo para completar el dinero que necesita facilita la operación.
2. Acudir al banco de toda la vida
Cuando el cliente realiza operaciones con una misma entidad desde hace mucho tiempo, es más probable que consiga un crédito, frente a quienes no han mantenido relación con los trabajadores de la sucursal.
Esto funciona si en el banco consideran que el solicitante es buen cliente. Aunque los empleados ya no tienen tanta capacidad de decisión como antes, el conocimiento mutuo ayuda.
3. Intentar demostrar un buen historial crediticio
Los establecimientos financieros tienen muy en cuenta el pasado de las personas que piden un crédito. Si han dejado de pagar alguna vez las cuotas de una hipoteca o han tenido números rojos en la cuenta con frecuencia, conseguir financiación será más complicado.
Por eso no está de más llevar extractos, cartillas o certificados de préstamos anteriores para demostrar que se han devuelto siempre en plazo.
4. Desaparecer de las listas de morosos
Hay que tener mucho cuidado con estos archivos porque el simple hecho de figurar en ellos, aunque sea por una pequeña cantidad, suele dar al traste con cualquier intención de conseguir un préstamo.
La llave para recibir financiación la tiene, en muchos casos, la contratación de otros productos
En ocasiones, el impago de una factura de móvil al pasar a otra compañía o dejar de abonar el recibo de la luz de manera temporal puede llevar aparejada la inclusión del ciudadano en una de estas listas. Hay que averiguar si el interesado está apuntado en ellas por error, como sucede en algunas ocasiones, en cuyo caso habría que denunciarlo. Si en realidad el solicitante del crédito es una persona morosa, debe pagar la deuda contraída. Así tendrá posibilidades de lograr la financiación.
5. Tener nómina fija, pensión y antigüedad en el trabajo
Los funcionarios, los jubilados con una pensión elevada o los trabajadores con contrato indefinido y mucha antigüedad son los principales candidatos para recibir el préstamo que solicitan.
Los empleados públicos y los pensionistas tienen unos ingresos seguros y los trabajadores que llevan tiempo en su puesto de trabajo también tienen más opciones. Quien se encuentre en esta situación debe potenciarlo, insistir en que su nómina o pensión es fija y que, por tanto, podrán devolver el dinero con más facilidad.
6. Detallar con precisión a qué se destinará el dinero
El solicitante debe mostrar con claridad para qué quiere el dinero. Si lleva una factura proforma -un documento que entrega el comerciante antes de la factura definitiva en la que se especifican las condiciones de la venta- o un presupuesto en firme, tendrá muchas más opciones de conseguir el dinero que si da la información verbal o cuenta vaguedades, sin definir con exactitud para qué quiere el crédito.
7. Aportar garantías
Es uno de los aspectos que más valora el banco. Si el peticionario cuenta con cierto patrimonio, algún inmueble, una nómina o un aval, tendrá muchas más opciones de que la entidad le conceda la financiación, que si carece de garantías para responder.
Aportar garantías o avales es muy importante para obtener un préstamo
Eso sí, conviene que tanto el avalista como el beneficiario del préstamo pueden responder con sus bienes presentes y futuros ante un posible impago.
8. Contratar otros productos
En ocasiones, la llave para lograr el préstamo es comprometerse con la entidad bancaria mediante la suscripción de seguros, la domiciliación de la nómina o de algunos recibos.
Quien tenga libertad para llevar sus ingresos mensuales a otra entidad o para cambiar de compañía aseguradora estará algo más cerca de conseguir su préstamo.
En función de la cantidad que se solicite, el cliente puede plantearse la posibilidad de utilizar su tarjeta de crédito. Si no es elevada -hasta 6.000 o 10.000 euros, según la entidad-, puede valorar esta opción.
Pero se deben tener en cuenta los intereses que se pagarán y el tiempo que se tardará en devolver el préstamo porque, de lo contrario, el usuario puede salir perjudicado.