La sequía crediticia de buena parte de las entidades financieras favorece que en general cuenten con pocas simpatías. Los ciudadanos pierden confianza y aumenta la suspicacia de quienes operan con una sucursal o filial de un banco extranjero. No obstante, al igual que otro nacional, está supervisado por el Banco de España y debe cumplir con todos los criterios y normas que impone este organismo. Las entidades extranjeras pueden convertirse en una oportunidad para el ahorrador.
Radiografía de las entidades foráneas
En el mercado español operan cerca de 90 entidades extranjeras en origen, según los últimos datos publicados en junio por el Banco de España. Algo más del 90% son sucursales de entidades de crédito extranjeras comunitarias y el resto, un total de ocho, son extracomunitarias. Algunas sólo ejercen su actividad a través de Internet y otras combinan la banca física con la gestión on line. Un importante número de bancos extranjeros se dedican a la inversión destinada a un perfil de cliente muy específico: empresas, instituciones y quienes, por sus rentas o por su patrimonio inmobiliario y familiar, ostentan un alto poder adquisitivo. Estas entidades carecen de una amplia red de oficinas en el territorio nacional. La mayoría tiende a concentrarse en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y algunas capitales del Sur.
En el mercado español operan cerca de 90 entidades extranjeras en origen
Otro de los atributos que distingue a esta banca frente a la nacional es su cartera de productos. No es tan amplia y diversa como la de las entidades autóctonas. Además, un elemento diferencia a unos bancos extranjeros de otros: algunos son filiales o sucursales. Esta distinción es interesante ya que, en caso de quiebra de la entidad, las garantías y los responsables de hacerlas valer varían.
Filial y sucursal, parecidas pero no iguales
Filiales. Están participadas, sobre todo, por capital extranjero. En su nomenclatura, suele aparecer el nombre del grupo y la denominación “España”. Aunque sus matrices se encuentren en Alemania, Francia, Reino Unido u otro país, ofrecen a los ahorradores garantías idénticas que los bancos españoles y se acogen a su Fondo de Garantía en caso de quiebra. Algunas filiales que trabajan en España son: Deutsche Bank, Barclays Bank, Banco Caixa Geral, Banco Cetelem y Banco Finantia Sofinloc.
Sucursales. A diferencia de las filiales, la tutela de las sucursales se encuentra en los países de origen, por lo que la protección de los clientes y sus ahorros depende del fondo de garantía de los lugares de procedencia de las matrices. En esta categoría están, entre otros: ING Direct (Holanda); Selftrade Bank, BNP Paribas, Banco Sygma y Cortal (Francia); Banco Espirito Santo, Banco BPI y Banco Primus (Portugal) y Dresdner Bank (Alemania).
Qué ofrecen
ING Direct, Barclays Bank y Citibank son las entidades extranjeras con las que los españoles están más familiarizados. Sin embargo, la cuenta naraja y los depósitos de la entidad holandesa son un emblema que no pasa por su mejor época. La caída de los tipos de interés se ha dejado notar. Quedan lejos las rentabilidades del 6%, e incluso del 10%, que ofrecía. Hoy promete a los nuevos clientes, sin comisiones y con el dinero disponible en todo momento, un 3% TAE los cuatros primeros meses y un 2% TAE los siguientes. La oferta está un par de puntos por encima de la propuesta de la banca tradicional.
Todas las entidades europeas están obligadas a pertenecer a un fondo de garantía de depósitos
En la cartera de productos de la inglesa Barclays destaca su Cuenta Oportunidad. La entidad devuelve, a los nuevos clientes que la contraten, el 3% de los recibos de los suministros de luz, agua, gas, teléfono, Internet o comunidad de vecinos, siempre que estén domiciliados y se contrate una tarjeta de débito.
En la oferta de Citibank destaca la Cuenta de Ahorro: sin comisiones, con dinero disponible y un tipo de interés del 4,10% durante los cuatro primeros meses. La propuesta es similar a la de ING, pero a diferencia de ésta exige al cliente que contrate y/o traspase al banco productos de inversión (fondos de inversión, planes de pensiones o notas estructuradas) por un importe mínimo de 15.000 euros, procedentes de otras entidades.
Bienvenido, Cristiano Ronaldo
Las tarjetas de crédito vinculadas a clubes de fútbol de Primera División se han popularizado. Premian a sus titulares en función de los goles marcados cada jornada y algunos equipos, incluso, cotizan en el mercado de valores. No es extraño, por ello, que la llegada del delantero Cristiano Ronaldo al Real Madrid también tuviera su particular repercusión en la oferta financiera.
La entidad lusa Banco Espirito Santo ha empleado el tirón del futbolista portugués para lanzar el depósito CR a tres años, que sólo se comercializa en sus sucursales españolas. Es un producto exclusivo para nuevos clientes, a tres años de plazo, que rinde el 3,15% TAE. No requiere importe mínimo y su rendimiento es interesante en comparación con los tipos de interés actuales. No obstante, el periodo de contratación puede ser largo para ahorradores acostumbrados a no vincularse durante tanto tiempo a una misma entidad y contempla una penalización por cancelación anticipada: el TIN anual es del 1,30% si el depósito se cancela durante el primer año, del 1,95% si se realiza en el segundo año y del 2,60% si el dinero se retira a lo largo del tercer año de vigencia del producto.