Ante los continuos descalabros de la Bolsa, los depósitos bancarios han ganado interés entre los pequeños y medianos ahorradores que desean ampliar su capital en época de crisis. Son productos que se constituyen como alternativas reales ante el miedo de entrar en la renta variable, aunque hay más productos que proporcionan intereses superiores al 2%, como las cuentas corrientes de alta remuneración. Los ahorradores más defensivos pueden suscribir productos de renta fija (letras, bonos y obligaciones del Estado, que permiten obtener una rentabilidad de hasta el 6%, aunque a muy largo plazo) o los valores refugio por excelencia, cuyos exponentes más claros son el oro en particular y los metales preciosos, en general.
Renta variable, desaconsejada
¿Qué se puede hacer con el dinero ahorrado?, ¿dónde se puede invertir?, ¿cómo conseguir una mayor rentabilidad al contratar un producto financiero? Cualquier opción es más conveniente, por mínimos que sean sus intereses, que tener guardados los ahorros bajo el colchón. Las alternativas que se presentan no son todo lo satisfactorias que sería de desear y se canalizan en fórmulas de riesgo o de muy escasa rentabilidad.
Si bien la renta variable brinda la posibilidad real de obtener rentabilidades de dos dígitos en un periodo de tiempo no excesivamente largo, en este momento la Bolsa se ha convertido en una fuente de problemas para el inversor medio. La probable nueva recesión que afectaría a las principales economías del mundo puede lastrar la evolución de los principales índices bursátiles durante los próximos meses. Ante estos hechos, son numerosos los analistas que se decantan por abstenerse de tomar posiciones hasta que no se resuelva la incertidumbre instalada en los parqués.
Una opción para pequeños y medianos inversores que desean posicionarse en la renta variable es decantarse por las ventas a crédito
Según esta perspectiva, una opción para pequeños y medianos inversores que desean posicionarse en la renta variable es decantarse por las ventas a crédito, aunque con las limitaciones vigentes que afectan a los grupos financieros que cotizan en el Mercado Continuo (BBVA, Santander, Popular, Bankinter…). A través de esta herramienta financiera se puede obtener rentabilidad a los valores bajistas, con un plazo para finiquitar las posiciones de hasta tres meses. En ellos, el cliente puede vender valores a precio de hoy, pagarlos cuando bajen y llevarse la diferencia. No obstante, las comisiones son superiores que en las operaciones tradicionales de Bolsa, entre 15 y 30 euros de media. Esta opción es válida, sobre todo, en el caso de que la inestabilidad bursátil quede instalada en los mercados durante el último trimestre del año.
Productos de renta fija
Antes que tener aparcados los ahorros, se puede contratar algún producto financiero que ofrezca el mayor interés posible, aunque la oferta ha menguado de manera considerable y son escasos los que ofrecen rentabilidad superior al 3%.
- Una de las alternativas a disposición de los usuarios bancarios son los depósitos, que suponen entre un 1,5% y un 3% de rentabilidad media para sus suscriptores. Una estrategia de corte defensivo pasaría por aceptar una imposición a corto plazo (tres meses). Si bien no reportaría más del 2% de intereses, serviría para terminar el año sin sobresaltos y, una vez recuperado el dinero, poder optar por otros modelos de inversión más agresivos.
En estos plazos tan cortos se puede optar también por los depósitos promocionales (de uno a tres meses), que elevan su rentabilidad y permiten obtener mayores beneficios a su capital depositado y poderlo rescatar en poco tiempo.
También de carácter conservador son las cuentas corrientes de alta remuneración, que pueden reportar entre un 2% y 3% de intereses (las ofertas más agresivas incluyen la devolución de un 5% de las facturas domiciliadas en la entidad).
Es una opción muy ventajosa para el cliente, ya que puede disponer del dinero con completa liquidez en cualquier momento y no están penalizadas con comisiones. Suscribir uno de estos productos supone incrementar un 1,5% como media los intereses que genera una cuenta tradicional, así como la aportación de otras prestaciones que pueden mejorar sus condiciones de contratación.
Para periodos de permanencia más largos están las letras, bonos y obligaciones del Estado. Han elevado en los últimos meses su rentabilidad hasta el punto de alcanzar el 6%, aunque en estos casos para periodos de permanencia muy longevos, de entre 10 y 15 años.
Oro como valor refugio
Para momentos convulsos en la economía internacional, no pueden faltar los valores refugio por excelencia. El oro y el resto de metales preciosos son el mejor exponente de esta estrategia. No obstante, invertir en oro implica aceptar ciertos procesos harto complicados para los inversores domésticos, de ahí que se deba optar por modelos más sencillos que puedan atraer la atención de los usuarios menos experimentados.
Fondos de inversión y ETF son las herramientas más sencillas al alcance de los ahorradores españoles. Pueden suscribirse a través de intermediarios financieros sin mayores complicaciones.
En el primer caso, se invierte en empresas productoras o distribuidoras del metal amarillo, mientras que en el segundo se hace directamente a través de la cotización de este metal en el mercado norteamericano o británico. Las comisiones son iguales o similares a las cobradas por otros activos financieros diferentes.
La rentabilidad del oro en los últimos tres ejercicios ha alcanzado los tres dígitos, la más elevada de todos los activos financieros
Además, se pueden tomar posiciones cortas en otros metales de la misma categoría: plata, platino o paladio, aunque con una oferta no tan desarrollada y puntual como la del oro.
No obstante, conviene saber que, en este escenario de incertidumbre económica, su evolución cotiza a precios históricos y algunos analistas consideran que su desarrollo podría detenerse para corregir sus precios actuales. Otros expertos, por el contrario, apuntan que el precio del oro subirá durante los próximos meses, por lo menos hasta que no se resuelvan los problemas que afectan a la economía mundial.
Es de resaltar que la rentabilidad del oro en los últimos tres ejercicios ha alcanzado los tres dígitos, la más elevada de todos los activos financieros.
La reciente medida de rebajar el IVA desde un 8% a un 4% a la vivienda nueva hasta final de año puede suponer la reactivación del mercado inmobiliario y es una alternativa de inversión frente a otros productos financieros más convencionales. A ello hay que sumar el descenso de precios en los últimos años, algo que le añade atractivo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) previó una bajada del 40% en los precios de la vivienda en España, que aún no se ha cumplido en toda su intensidad ya que, por el momento, ha alcanzado el 15%, según los principales informes publicados hasta ahora. No obstante, a través de rebajas puntuales, ofertas y precios de última hora, los compradores pueden obtener su piso o apartamento con más del 20% de descuento.