Los pequeños ahorradores deben familiarizarse con un nuevo término económico: hispanobonos. Junto con prima de riesgo, crisis y recesión, este concepto de reciente creación ha ganado protagonismo en los últimos días. ¿Pero qué son los hispanobonos? El término hace mención a una nueva propuesta económica del Gobierno: emitir deuda estatal, pero en representación de las comunidades autónomas. Es decir, sería una nueva fórmula, a mitad de camino entre la deuda soberana y la autonómica, cuyo objetivo es conseguir financiación para las regiones, que ahora pasan por claras dificultades. En principio, no es más que un proyecto, pero podría materializarse tras el verano. También se desconocen los detalles acerca de las emisiones, aunque es probable que algunas se dirijan a pequeños ahorradores y, por ello, conviene conocer los movimientos del mercado.
¿Qué son los hispanobonos?
Se ha elegido el término de hispanobonos para definir las emisiones de deuda que realizará el Estado, pero en representación de las comunidades autónomas. Serán una nueva versión de los bonos autonómicos o bonos patrióticos que circulan desde hace tiempo.
Con la crisis y ante la asfixia de numerosas regiones en España, el mercado se ha dado cuenta de que los bonos autonómicos cuentan con ciertas lagunas que conviene cubrir, para dar mayor confianza a los inversores.
Los hispanobonos podrían suponer a todas las comunidades un ahorro de unos 1.000 millones de euros
Por ley, los bonos autonómicos no están avalados por el Estado. En caso de quiebra de una comunidad autónoma, el Estado no es subsidiario ni tendría que hacerse cargo de la deuda pendiente. Este aspecto, que confiere inestabilidad y desconfianza, ha movido al Gobierno a estudiar la posibilidad de poner en marcha una nueva modalidad de deuda para financiar a las autonomías, pero esta vez, avalada y cubierta por el Estado. Para diferenciar el bono autonómico tradicional de la nueva propuesta, se ha optado por adoptar el término de hispanobono.
Con los hispanobonos, el Ministerio de Economía quiere acabar con los sobrecostes por las diferencias en las emisiones de las administraciones públicas. Además, quiere garantizar el acceso al mercado de las comunidades autónomas con volumen y buen rating de solvencia. Según sus cálculos, los hispanobonos podrían suponer a todas las comunidades un ahorro de unos 1.000 millones de euros.
Se pretende acabar con los sobrecostes por las diferencias en las emisiones de las administraciones públicas
El hispanobono todavía no es una realidad, sino un proyecto que se materializará después del verano, cuando se prevé lanzar las primeras emisiones de esta categoría. El Reino de España emitirá deuda (a corto y largo plazo) en representación de las comunidades autónomas, sobre todo de aquellas con mayores niveles de deuda, entre ellas, Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha e Islas Baleares, entre otras.
¿Cómo funcionan los hispanobonos?
Tendrían una estructura similar a la de los bonos patrióticos tradicionales o la deuda soberana. Su diferencia radicaría en que serían un producto a caballo entre ambos: serán títulos emitidos por el Tesoro en representación de las comunidades autonómas, quienes se podrán repartir los fondos captados.
Una de sus ventajas es que dan la posibilidad de realizar emisiones de gran volumen, por lo que se alcanzaría más demanda que las actuales. Además, al estar avaladas directamente por el Tesoro Público, los costes de financiación serán más bajos.
Una de las desventajas de la emisión de hispanobonos, no obstante, es que puedan transferir parte del riesgo a comunidades saneadas, como el País Vasco y Navarra, que no tienen problemas de financiación. La colocación de hispanobonos no excluye las emisiones de bonos patrióticos particulares de una comunidad, que podrían incrementar su prima o rentabilidad exigida, si el riesgo de todas las regiones se aglutina con el lanzamiento de hispanobonos.
¿A quién benefician los bonos?
Se crean con el principal objetivo de ayudar a las comunidades autónomas. Numerosas regiones atraviesan fuertes dificultades para conseguir financiación en los mercados mayoristas y para pagar a sus acreedores, por lo que en los últimos años han tenido que acentuar las emisiones de deuda dirigidas a ahorradores particulares.
Sin embargo, para algunas, la situación es insostenible e incluso ya se habla de estructuras piramidales perjudiciales para los pequeños inversores. Comunidades como Cataluña, Valencia o Islas Baleares han lanzado nuevas emisiones de bonos patrióticos para cubrir el vencimiento de los realizados el año pasado. La posibilidad de que se cree una burbuja hace inevitable buscar alternativas que den más seguridad y protección a los consumidores. Crear deuda con el aval del Estado es una de ellas.
Todavía no hay hispanobonos emitidos. Sin embargo, desde el punto de vista jurídico podrán seguir el mismo esquema que la deuda pública soberana o autonómica tradicional. Será posible crear tanto deuda a corto como a largo plazo bajo esta denominación. Las comunidades podrán colocar con el aval del Estado bonos a uno, dos, tres, cinco, diez años… Además, podrán dirigirse tanto a pequeños inversores como a los institucionales, aunque cada emisión deberá contemplar sus condiciones en sus folletos de emisión.
Podrán ir dirigidos tanto a inversores pequeños como a los institucionales
A los particulares podrán beneficiarles los bonos patrióticos, ya que serán instrumentos de inversión con más garantías que los actuales bonos autonómicos. En realidad, gozarán de una protección similar a los títulos emitidos por el Tesoro Público, con la peculiaridad de que, con toda probabilidad, saldrán al mercado con intereses algo más altos.
¿Dónde podrán contratarse?
Al igual que la deuda pública y la autonómica, las entidades más activas y cercanas al pequeño ahorrador que comercializarán hispanobonos serán los bancos.
En ellos, el ciudadano podrá solicitar la cantidad de títulos que considere oportuna, siempre con respeto a las inversiones mínimas prefijadas. En la actualidad, los bonos autonómicos y la deuda soberana suponen inversiones mínimas de 1.000 euros. Es probable que las emisiones de hispanobonos dirigidas a particulares alcancen esta misma cantidad como mínimo de suscripción.
¿Qué rentabilidades ofrecerán?
Los altos tipos de interés que se ven obligadas a pagar las comunidades autónomas para colocar su deuda en el mercado componen uno de los motivos que ha obligado a buscar la salida en los hispanobonos. En sus últimas emisiones para particulares, algunas regiones han tenido que pagar rentabilidades del 5% y hasta el 5,5%. Es un extratipo muy abultado, si se tiene en cuenta que el tipo de interés oficial del dinero se sitúa en el 1% en la zona euro.
La intención inicial es emitir hispanobonos con intereses más reducidos. Lo previsible es que los rendimientos queden a caballo entre los autonómicos y la deuda soberana. Respecto a esta última, en las últimas subastas, las Letras a un año se han adjudicado al 1,7%; los bonos a tres años, al 2,61%; y los bonos a diez años, al 5,403%.
Los altos tipos de financiación que soportan las comunidades autónomas, la necesidad de financiación y la falta de confianza del mercado son los principales motivos que justifican la apuesta por los hispanobonos para suavizar su situación de falta de liquidez.
Uno de los últimos acontecimientos que ha acelerado la propuesta es el fracaso que sufrió la última colocación de deuda de Castilla y León, que solo pudo conseguir 53 millones de euros de los 200 ofertados. Además, Murcia, Cataluña, Madrid e Islas Baleares han tenido que remunerar sus bonos hasta al 5,5% anual para conseguir la demanda suficiente.
El coste de estos bonos, entre comisiones y rentabilidad, resulta inviable. Todo esto ha hecho saltar la alarma y buscar soluciones como los hispanobonos. La inquietud aumenta al ver el calendario de vencimientos que afrontan las comunidades autónomas este año, de unos 35.000 millones de euros.
Las cifras de deuda autonómica revelan el ahogamiento. En 2011, las 17 comunidades españolas acumularon una deuda de 140.083 millones de euros, un 17,2% más que el ejercicio anterior. Las más endeudadas son Cataluña, Valencia y Madrid, con 41.778, 20.762 y 15.447 millones de euros, respectivamente.
No obstante, más que el montante para conocer la salud económica de la comunidad, hay que fijarse en la relación de deuda en comparación con el PIB (es decir, la deuda de una región frente a la capacidad para generar riqueza). Las comunidades con menos deuda son Madrid (con un porcentaje de deuda sobre PIB del 7,9%), País Vasco (con el 8,1%) y Canarias (8,8%). El hecho de que sean las menos endeudadas no quiere decir que gocen de buen estado, ya que su nivel de deuda supera la cota aconsejada del 3% que, según se prevé, tardarán varios ejercicios en conseguir. Cataluña, por su parte, lidera también el ranking de deuda sobre PIB, con un porcentaje disparado, del 20,7%.