Las cuentas para autónomos prometen atender mejor las necesidades de los trabajadores por cuenta propia y centralizan todas sus operaciones en un mismo producto. Permiten pagar sus seguros e impuestos y hasta la nómina de sus empleados, si fuese el caso. Además, pueden convertirse en cuentas de crédito durante un tiempo y solucionar un problema de liquidez. Las cuentas para estos profesionales están concebidas, en general, sin comisiones ni otros gastos, con propuestas como la devolución de una parte de los recibos domiciliados. En este artículo, se repasan cuáles son las mejores cuentas para autónomos del mercado, cómo son, qué ofrecen y bajo qué condiciones.
Cuentas para autónomos, ¿qué ofrecen?
El número de trabajadores afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ascendió a 3.096.623 a finales del 2014, según los datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Esta cifra representa un incremento del 2,3% sobre el anterior ejercicio. No es extraño que, ante estos números, los bancos hayan decidido mantener, y hasta desarrollar, cuentas que están habilitadas para defender sus intereses, incluso desde sus modelos más habituales.
Estos productos bancarios guardan unas características propias generadas desde la propia naturaleza de sus destinatarios en donde pueden centralizar sus gastos y pagos. Incluso llegan a reportarles la ventaja añadida para cumplir con sus obligaciones fiscales y hasta la devolución de sus principales recibos profesionales en algunas propuestas. Todo ello se ofrece mediante una disponibilidad total de sus aportaciones, que estarán remuneradas, aunque con márgenes muy estrechos.
A diferencia de las cuentas tradicionales, las cuentas para autónomos brindan servicios más específicos y completos, como admitir toda clase de domiciliaciones, pago de impuestos, emisión de cheques y pagarés y hasta traspasos inmediatos. Los modelos más avanzados generan líneas de crédito permanente para solucionar los problemas de financiación que tienen estos trabajadores, hasta con la opción de poder redistribuir los cargos (impuestos, seguros, cotizaciones etc.) que tienen durante el año, para adecuarlos a sus necesidades.
Cuentas para autónomos
- Kutxabank aporta la Cuenta de Crédito Negocio, en formato a la vista, que permite realizar todo tipo de ingresos, pagos, domiciliaciones, transferencias, etc., aunque durante un plazo máximo de tres años. Genera un rendimiento desde el primer euro, a través de un interés variable que está referenciado al euríbor, con liquidación trimestral.
Banco Santander, por su parte, ha decidido ampliar la Cuenta 1,2,3 también a los trabajadores autónomos. Así pueden gestionar sus pagos y ahorros, pero con la novedad que podrán recibir bonificaciones del 1% en el pago de los impuestos y seguros sociales domiciliados. Ofrece un rendimiento que alcanza el 3% para saldos a partir de 3.000 euros.
Caja España-Duero ha desarrollado la Cuenta Multiservicio Profesional, que se caracteriza porque, a través de un precio fijo todos los meses (10 euros), genera un paquete de servicios diseñados para este colectivo social, en el que se incluye una cuenta clásica sin comisiones.
Bajo estas constantes comerciales, Unicaja incorpora la Cuenta Doce, que les ayuda a evitar grandes desembolsos, flexibilizar las cargas financieras y fraccionar las primas anuales de seguros e impuestos. No en vano, su principal apuesta reside en distribuir en 12 pagos a lo largo del año los diferentes cargos que llegan a su cuenta.
Desde La Caixa se ha impulsado la Cuenta Negocio, a pesar de que será necesario tener domiciliados los ingresos derivados de su actividad, por un importe mínimo de 600 euros.
La Cuenta Corriente de Banco Popular es otra herramienta que disponen los autonómos para canalizar los cobros y pagos de su actividad profesional. Admite la domiciliación de recibos, las transferencias por nómina a sus empleados y los pagos de seguros e impuestos, entre otras prestaciones. Además, a través del Plan Cero, podrán eliminar todas las comisiones de su cuenta.
Precisamente Adiós comisiones es la estrategia empleada por BBVA para captar a los autónomos y que abran su cuenta que está dirigida a los clientes que realicen actividades profesionales por cuenta propia.
Otra opción que tienen los autónomos consiste en suscribir una cuenta nómina destinada para los trabajadores por cuenta ajena, siempre que admitan la posibilidad de ampliarla a otros colectivos profesionales con los mismos ingresos que éstas (desde 600 euros) y con todas las coberturas y prestaciones de este producto: tarjetas asociadas, domiciliación de seguros y recibos profesionales, adelanto de nómina, créditos preferentes…
En cualquier caso, lo que no dispone es de un servicio específico desarrollado para ellos, sino que sus condiciones se rigen bajo las mismas condiciones que realizan para sus clientes habituales. No todas estas cuentas están habilitadas para recibir a los trabajadores por cuenta propia, pero cada vez es más frecuente que las vinculadas a la nómina de los clientes se abran también a estos destinatarios con las mismas prestaciones y servicios.