Pánico vendedor en las bolsas internacionales
Los efectos de la declaración de quiebra por parte de Lehman Brothers no se han hecho esperar y las bolsas internacionales han caído en picado, dejándose entre un 4% y 5% el lunes posterior al anuncio de bancarrota del banco de inversión norteamericano. Esta caída es la más importante desde los atentados de las Torres Gemelas en Estados Unidos el 11-S, y ha afectado a todos los sectores, aunque son los bancarios y las aseguradoras los que la padecen con mayor virulencia.
Ante el negro panorama financiero internacional, el pánico se ha apoderado de los inversores en renta variable que lanzan órdenes masivas de venta, mientras que la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha acordado mantener en el 2% los tipos de interés, con lo que siguen en su nivel más bajo desde noviembre de 2004, a pesar del agravamiento de la crisis financiera tras la suspensión de pagos de Lehman Brothers. Después del nuevo “lunes negro”, el Dow Jones ha recuperado un 0,55%, mientras que el Nasdaq Composite lo hace en un 1,36%. El Ibex-35, por su parte, subía un tímido 0,11% en su cotización.
Quien tenga invertido en la renta variable española 20.000 euros habrá perdido como media en una sola sesión casi 1.000 euros
Por lo que respecta a la renta variable española, en tónica con los restantes mercados bursátiles, ha caído con una fuerza inusitada liderada por el sector bancario, con los grandes grupos financieros a la cabeza (Santander y BBVA), pero también los medios y pequeños como el Popular, Sabadell, Banesto, Bankinter, Guipuzcoano o Pastor entre otros, que han perdido entre el 4 y el 6% de su cotización. Para comprobar la magnitud del “crack”, basta con saber que solamente el sector bancario perdió este “lunes negro” casi ocho mil millones de euros en capitalización bursátil.
Como consecuencia de ello, el Ibex-35 ha bajado casi el 5%, lo que le sitúa a niveles de hace dos años, y por debajo de la barrera de los 11.000 puntos. Los efectos que ha tenido en los pequeños y medianos inversores han sido realmente importantes: una persona que tenga invertido en la renta variable española un total de 20.000 euros habrá perdido como media en una sola sesión bursátil nada menos que casi 1.000 euros. Y lo que es peor, estas pérdidas se pueden ir ampliando en los próximos días si continúa el efecto dominó y se declaran en quiebra más bancos de inversión y aseguradoras.
Endurecimiento de los créditos
Uno de los efectos más directos de esta crisis financiera sobre los consumidores es la aplicación de unas condiciones más restrictivas por parte de las entidades crediticias a la hora de conceder un préstamo.
Si hasta hace pocos meses con solamente aportar la nómina y una vida laboral de varios años era suficiente para acceder a la financiación de una hipoteca o un préstamo personal, en estos momentos las fuentes consultadas admiten que “las condiciones se han endurecido notablemente” pidiendo más avales y, en muchos casos, disponer de una nómina por encima de la media nacional. Si no se cumplen estos requisitos, la respuesta de los bancos y cajas de ahorro es diáfana: “no se lo podemos conceder”. En algunas sucursales bancarias incluso hay órdenes para limitar al máximo la concesión de créditos, y solamente aquellas personas que puedan justificar una economía saneada o la existencia de un patrimonio están en condiciones de acceder a una línea de financiación.
¿Nuevas quiebras?
La crisis que ya ha sacudido a Lehman Brothers planea sobre otras empresas norteamericanas del sector bancario y asegurador. En concreto, acechaba a la aseguradora American International Group Inc (AIG), pero la Reserva Federal de los Estados Unidos ha tomado el control del 80% de la misma para salvarla de la quiebra. El préstamo incluye “condiciones y plazos concebidos con el fin de proteger los intereses del Gobierno de EE.UU. y los contribuyentes”, según dice el comunicado de la Fed. Pero, ¿en qué consiste realmente esta operación? Bien sencillo: en que los accionistas pierden la mayor parte de su inversión, pero a cambio se evita la mayor quiebra de la historia.
A pesar de estos graves temblores “no se puede hablar de derrumbe del sistema financiero”, según Juan Ramón Caridad, director de producto de Atlas Capital, “ya que esto sucedería cuando se pusiesen en duda las contrapartidas que ofrecen los bancos, y de momento los productos que proporcionan a sus clientes no están bajo sospecha”. El experto apunta que lo que ha desatado esta inestabilidad en el mercado financiero es “el hecho de que no se haya intervenido en Lehman y sí en otros bancos relacionados con las hipotecas basura, lo que ha llevado a plantearse qué harán con otras empresas que presenten dificultades; ahí radica la duda que genera esta inestabilidad”.
La incidencia de la crisis de Lehman en España será mínima al ser un producto poco extendido en el panorama financiero español
Respecto a la crisis de Lehman Brothers, quienes hayan contratado un producto estructurado que tenga como emisor al banco de inversión norteamericano estarán más directamente afectados por su quiebra, la misma que ha provocado un estallido financiero mundial cuyas dimensiones aún se desconocen. Sin embargo, parece que la incidencia entre los inversores españoles -como señala Caridad- será “mínima, ya que no es un producto que esté masificado en el panorama financiero español”. Pero si se tiene la desgracia de formar parte de los afectados, se estará ante un grave problema debido a la suspensión de pagos de este banco de inversión. ¿Por qué motivos? Fundamentalmente, porque tiene contratado un activo financiero (bono, depósito, etc.) de un banco que ha ordenado la suspensión de pagos, lo que supone que de momento no podrá cobrar lo invertido. Sencillamente, habrá que “ponerse a la cola”, junto al resto de afectados, para poder recuperar el total o al menos parte de la cantidad depositada.
Clientes de la banca privada
Aunque casi todas las entidades disponen en estos momentos de algún producto, bien en forma de estructurados o de fondos de inversión, relacionados con el banco norteamericano, “su incidencia entre los usuarios de productos bancarios no es reseñable, es mínima”, según apunta el analista de Atlas Capital. Los clientes de la banca privada, sin embargo, están más expuestos a los efectos de la quiebra de Lehman Brothers, ya que según distintas fuentes del mercado, algunos poseen en su cartera estructurados emitidos por el banco en quiebra, y “pueden perder la totalidad de lo invertido, al entrar en quiebra el emisor”.