De producto estrella a olvidado. Hace apenas cinco años, en plena etapa de bonanza económica y consumo desbordado, los créditos rápidos vivieron un auténtico auge. Se instalaron en el seno de muchas familias como el instrumento financiero idóneo para tapar agujeros o subirse a la cultura del despilfarro y poder darse caprichos, como dispositivos tecnológicos, viajes, coches o joyas. Ante la buena salud económica, las entidades financieras se guiaban por criterios de riesgo bastante laxos, un aspecto que ha cambiado de modo sustancial con la entrada en recesión. Hoy en día, la oferta de este tipo de créditos se ha reducido mucho. La fuerte morosidad de este segmento (supera el 20%) ha movido a algunas entidades a retirar de sus escaparates de productos este tipo de créditos instantáneos. Ahora, las entidades que los ofrecen exigen ciertas garantías que antes no solicitaban. El crédito fácil concedido sin apenas exigencias ni documentación casi ha desaparecido. En su lugar, se proponen préstamos al consumo con compromisos de autorización rápidos. Los intereses superan el 20%.
Créditos, a la baja
La crisis ha supuesto una importante caída en la concesión de créditos al consumo. En 2009, el volumen de dinero prestado por esta vía se redujo un 25,7%. En 2010, sin embargo, el tono mejoró bastante y la inversión en créditos al consumo de bienes duraderos fue de 23.425,5 millones de euros, lo que supuso una caída del 0,2%, según datos de Asnef (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito). Del total de créditos al consumo concedidos, 16.804,8 millones se dedicaron al sector del consumo, un 1,7% menos que en el ejercicio anterior.
De créditos rápidos no hay datos concretos, aunque los especialistas del sector aventuran que la caída es superior a la media del sector de créditos al consumo. En general, su demanda se ha reducido, pero sobre todo ha caído la oferta. Varias entidades especializadas en estos instrumentos (como Banco Sigma, Optiline o Credial han desaparecido). Otros se han integrado en bancos más grandes (como Eurocrédito, en Banco Cetelem).
Los tipos de interés anuales de los créditos rápidos superan el 20%
Desde Asnef estiman que en 2011 no ocurrirá un cambio sustancial del ritmo. Según la Asociación, el futuro no es alentador y no se espera una notable recuperación del crédito al consumo. En el contexto actual, los bancos deben ajustarse a la subida de los tipos de interés anunciada por el Banco Central Europeo a principios de abril y los posibles nuevos incrementos. Las entidades a día de hoy no rechazan las operaciones de calidad y rentables, pero han cerrado el grifo a los préstamos más «peligrosos». Esto explica la práctica desaparición de los créditos instantáneos. A cierre de 2010, la tasa de morosidad de todo el sector de préstamos al consumo se situaba en el 21,3%, mientras que en el ámbito hipotecario alcanzaba el 5,45%.
Cómo han cambiado
Los créditos rápidos que ofrecen hoy las entidades son préstamos financieros que se solicitan por importes bajos, desde 500 hasta 6.000 euros. Los periodos de amortización oscilan desde 12 meses hasta cinco años, por lo general. Los tipos de interés medios que aplican rondan el 20%.
En ocasiones, las entidades publicitan tipos en torno al 1,8%-2%, que pueden confundir al cliente. No obstante, son tipos mensuales. Para conocer los intereses generales, habrá que multiplicar esa cifra por 12 (los 12 meses del año). Además, conviene consultar las comisiones que aplican las entidades por apertura, estudio y cancelación, anticipada o total. En algunos casos, pueden alcanzar el 3%.
Requisitos
Conseguir 3.000 euros en poco tiempo tras hacer una llamada de teléfono, tal y como publicitaban numerosas entidades especializadas en créditos al consumo antes de la crisis, es una práctica imposible en la actualidad. Ahora es difícil encontrar un anuncio de un crédito rápido, muy abundantes en los programas matutinos de televisión durante los años anteriores a la crisis.
Hoy en día, las entidades especializadas en créditos al consumo dan la posibilidad de obtener préstamos de fórma ágil, pero los requisitos se han elevado respecto a los anteriores créditos rápidos. Para empezar, establecimientos financieros como Cofidis o Banco Cetelem anuncian en sus páginas web que una vez recibida la solicitud de un cliente, ordenarán a un asesor personal un pequeño estudio, con el objetivo de valorar la solvencia del posible usuario.
Todas estas entidades solicitan ahora datos personales, DNI o tarjeta de residencia. Pero, además, se ha generalizado la petición de, al menos, una nómina que acredite que el titular tiene ingresos. Este documento contiene datos de especial interés, además de la cuantía del salario, como la fecha de antigüedad en el empleo, los complementos por antigüedad y la categoría del trabajador. Si el potencial cliente lleva poco tiempo en el trabajo, se le exigen más documentos que acrediten su solvencia, como su autorización para comprobar en el registro CIRBE que no cuenta con otros préstamos o vida laboral, un documento en el que se engloban todos los trabajos y cotizaciones del titular. Si el potencial cliente es autónomo, le exigirán fotocopia del último IRPF.
Las entidades ordenan un pequeño estudio para valorar la solvencia del solicitante
Entidades como Cofidis solicitan una fotocopia de un recibo de domiciliación bancaria a nombre del solicitante del préstamo (como luz, agua o gas) y el número de cuenta corriente en el que se domiciliará el préstamo.
Las entidades ya no remarcan que conceden el dinero en unas horas, sino tras hacer el estudio previo de la petición. En Cofidis transfieren el dinero en 24 horas «tras aprobar la solicitud», pero no especifican cuánto tiempo pueden emplear en conceder esta autorización. Ésta puede prolongarse durante varios días o, incluso, más de una semana.
La oferta actual
Cofidis es aún uno de los nombres claves cuando se habla de créditos rápidos. Esta entidad cuenta con tres productos estrella: Vida Libre, Direct Cash y Dinero Ya.
- Vida Libre es un préstamo de entre 500 y 3.000 euros, que puede pagarse en cuotas desde 49 hasta 289 euros al mes, en periodos mínimos de un año o máximos de 48 meses. Como es habitual, cuanto menor sea el préstamo solicitado, mayor será el interés. Un crédito de 500 euros abonado en cuotas mensuales de 49 euros al mes durante un año exige un pago de intereses del 17%. Por su parte, si se solicitan 3.000 euros a un año, la cuota mensual será de 289 euros, lo que supone un tipo de interés del 15,6%.
Direct Cash es otro crédito personal para cuantías entre 500 y 6.000 euros. Una de sus peculiaridades es que permite volver a utilizar el dinero que se haya amortizado tantas veces como lo necesite el cliente. Los tipos de interés que aplica (según importe y plazo de amortización elegido) oscilan entre el 15 y el 19%. Lo más caro es solicitar el importe mínimo al mayor plazo de amortización posible.
Dinero Ya es otra de las soluciones de préstamos rápidos de Cofidis. Permite solicitar entre 500 y 6.000 euros en plazos de 12 a 48 meses. Si se piden 3.000 euros, se pueden financiar con cuotas de 289 euros al mes durante un año, 160 euros al mes durante dos años, 155 euros mensuales durante tres años o 127 euros al mes por cuatro años.
Mediatis cuenta con el Crédito Personal. La entidad, al igual que Cofidis, se compromete a transmitir el dinero en 24 horas, una vez aprobada la solicitud. En este caso, se pueden solicitar importes entre 750 y 3.000 euros. El interés TAE aplicado será del 24,85%. No obstante, la entidad da opción, como algo excepcional, a solicitar este tipo de préstamos por más de 3.000 euros, en cuyo caso la cuota será un 3,5% del importe solicitado.
En Banco Cetelem cuentan con el Crédito a Medida. No lo venden como un crédito rápido, pero podría equipararse, ya que la entidad permite contratarlo para cualquier finalidad. En este caso, financia hasta 60.000 euros en plazos de amortización desde tres meses hasta cuatro años. Si se solicitan 6.000 euros a 12 meses, el banco exige pagar cuotas mensuales de 560,47 euros, lo que implica el abono de un interés del 22,25% TAE. Si decide financiarse esa misma cantidad a dos años, la TAE baja al 19%. A tres años, el interés será del 17,88% anual y, a cuatro años, del 17,32%.