Inestabilidad en la renta variable
Inestabilidad bursátil y una tendencia bajista. Es el augurio de numerosos expertos respecto al ejercicio que acaba de inaugurarse. ¿Cómo puede protegerse el pequeño inversor? La primera y más lógica alternativa sería la de abstenerse de realizar cualquier tipo de operación bursátil, y decantarse por la renta fija a través de las diversas opciones que ofrece: depósitos, letras, bonos, obligaciones… Pero si, a pesar de todo, el inversor prefiere elegir la renta variable, puede aprovecharse de los mecanismos que le brinda el mercado, y en épocas de crisis elegir valores conservadores en los que refugiarse de los vaivenes. Se trata de los denominados valores-refugio (autopistas, alimentación y energía especialmente), utilizados en épocas de inestabilidad política o monetaria, y bastante seguros en tendencias bajistas.
No son pocos los pequeños y medianos inversionistas que se preguntan qué pasará con la renta variable cuando termine el ciclo alcista que desarrollan las bolsas internacionales durante los últimos cinco años. El Ibex-35, en concreto, se ha revalorizado desde 2003 en nada menos que el 130%, y durante 2007 el alza alcanzó el 8%, llegando determinados valores a superar de forma holgada esta rentabilidad. Los inversores que tomaran posiciones en el mercado en 2003 y se deshicieran de las mismas en el 2007, muy probablemente, habrán doblado el capital invertido. Pero hay un dicho popular en bolsa que dice que “ni se sube ni se baja eternamente”, por lo que es normal que el mercado reaccione a las subidas experimentadas en los últimos años. La cuestión es saber cuándo se producirá este movimiento o cambio de tendencia.
Ante ello, las previsiones de los analistas del mercado para este año no están nada definidas, y mientras algunos creen que será un ejercicio difícil, otros como Ahorro Corporación se decantan por que el Ibex-35 se situará en 2008 en los 17.150 puntos, lo que significaría una nueva revalorización del índice bursátil nacional cercana al 10%. En igual sintonía se declaran los analistas de Caja Madrid Bolsa, quienes opinan que se pueden alcanzar los 17.400 puntos, un nuevo récord histórico de este índice. Sin embargo, los analistas de Norbolsa se muestran más cautos a la hora de prever la evolución de la bolsa española durante el próximo ejercicio. Ante la posibilidad que pueda producirse un cambio de signo en la renta variable, existen una serie de valores que ofrecen mecanismos de defensa frente a la inestabilidad que puedan sufrir los mercados: los denominados valores-refugio, que son bastante seguros en tendencias bajistas.
Tipos de valores
La Bolsa se divide siempre en dos grandes grupos que se complementan:
- Valores ligados al ciclo de la economía y, por tanto, dependientes de su marcha, con sus habituales vaivenes.
- Valores refugio, cuyas principales características son tener ingresos fijos y mostrar una menor exposición a los períodos de desaceleración de la economía.
Los analistas empiezan a barajar un nuevo escenario económico provocado por el alza del precio del petróleo y el menor crecimiento de algunas economías. Un dato que hace meditar sobre si se puede estar cerrando un período de crecimiento y estar ante el inicio de una fase recesiva, como afirma el anterior presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan. Y como la Bolsa tiende siempre a anticiparse a los acontecimientos, los expertos empiezan a buscar los valores que pueden ejercer de refugio si el panorama actual empeora.
Los pocos inversores que en estos momentos se arriesgan a comprar renta variable optan por este tipo de valores: acciones resistentes a las tormentas bursátiles, con cotizaciones infravaloradas, expectativas de crecimiento del beneficio y una buena rentabilidad por dividendo. ¿Pero cómo puede el pequeño inversor detectar aquellos valores que están menos expuestos a los vaivenes bursátiles? ¿en qué sectores se encuentran?
Valores expuestos
Por el contrario, los sectores más expuestos a un cambio de ciclo en la renta variable son aquellos que están más íntimamente relacionados con las nuevas tecnologías o con empresas que no contemplan unas cuentas saneadas o están inmersas en procesos corporativos. Si se cumplen los mismos pronósticos que en períodos precedentes en que se produjo un cambio de ciclo, las empresas que cumplan con estas características pueden devaluarse por encima de la media. Pare evitar quebraderos de cabeza durante los próximos doce meses, los pequeños y medianos ahorradores pueden tomar, como primera medida, ponerse en manos de un asesor financiero que se encargará de asesorarles adecuadamente y con todas las garantías en su inversión. Y sobre todo, tener mucha precaución a la hora de tomar en consideración a empresas que no cumplen con las expectativas de crecimiento y que tienen un componente altamente especulativo. La toma de posiciones (es decir, comprar) en estos valores puede propiciar al usuario un serio descalabro en los ahorros invertidos. En este sentido, todos los analistas consultados consideran que se debe invertir en renta variable, como mucho el 20% del capital disponible, y siempre y cuando esa cantidad no se necesite a corto o medio plazo, ya que si se produce el cambio de tendencia en los mercados internacionales bursátiles, el ciclo bajista puede durar varios años.