La Organización Mundial del Trabajo (OIT) estima que el desempleo podría afectar a 231 millones de personas en todo el planeta en 2009, lo que supondría un incremento de 52 millones comparado con 2007. La crisis financiera «se ha convertido en una crisis de empleo global», advierte el director de este organismo, Juan Somavía.
En una entrevista concedida al diario La Nación, Somavía explica que la actual coyuntura económica «ha puesto en peligro, en tan sólo pocos meses, gran parte de los avances que el mundo ha realizado en los últimos 15 años en materia de reducción de la pobreza».
La situación es especialmente delicada en Latinoamérica, donde al aumento del desempleo se ha sumado un incremento de la pobreza laboral
El responsable de la OIT apunta que la situación es especialmente delicada en Latinoamérica, donde al aumento del desempleo se ha sumado un incremento de la pobreza laboral, con trabajadores que ganan menos de dos dólares al día.
Modelo desequilibrado
En su opinión, la crisis es consecuencia de un modelo de globalización «desequilibrado e injusto» que en los últimos años ha sobrevalorado el papel del mercado, infravalorado el papel del Estado y «menoscabado la dignidad del trabajo y el respeto por el medio ambiente».
Según Somavía, para salir de esta situación es clave promover el flujo de capitales, con el fin de dinamizar las economías, e instar a los bancos a prestar dinero. «Los bancos deben retomar su papel tradicional de prestar dinero a empresas y personas, los verdaderos motores de la economía, para que estos inviertan, comercien y consuman», concluye.
España necesita realizar más reformas del mercado laboral, de las pensiones y del sistema educativo para acelerar la salida de la crisis y volver a la senda del crecimiento y a la creación de empleo, según concluyeron los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) durante la reciente cumbre de primavera.Los líderes europeos han solicitado al Gobierno más medidas para facilitar la recolocación de los parados y para reducir las diferencias entre los contratos temporales y los fijos. También le han pedido fomentar la movilidad de los trabajadores y mejorar su formación.Para incrementar la competitividad de la economía española, la UE sugiere que la evolución de los salarios se vincule más estrechamente a la evolución de la productividad, en el contexto del diálogo social.Otra recomendación se refiere a la necesidad de garantizar la aplicación eficaz de las reformas educativas, también a nivel regional, con los objetivos principales de reducir el abandono escolar y aumentar el porcentaje de alumnos que terminan la Secundaria. Asimismo, los Veintisiete piden garantizar que las universidades se adaptan rápidamente al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE exigen también al Gobierno nuevas medidas para mejorar la eficacia de las inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D), corregir el amplio déficit por cuenta corriente y facilitar la reestructuración del sector de la vivienda.