Los aparatos de aire acondicionado y los ventiladores están estas semanas a pleno rendimiento. Tenerlos encendidos a todas horas conlleva que su consumo sea más que significativo, y que la factura eléctrica se dispare. ¿Cómo equilibrar este desembolso? ¿Qué hacer para gastar menos luz este verano? En este artículo se recopilan cuatro trucos para conseguirlo: desde usar una tarifa nocturna hasta elegir mejor las bombillas.
Truco 1. Una tarifa para amortizar las noches
Tanto si se está de vacaciones y se pasa el día en la playa, como si aún queda trabajo y solo se regresa a casa a última hora de la tarde, el mayor consumo de luz durante el verano es en horario tardío. Esto implica que uno de los principales focos de consumo es la iluminación de la vivienda.
Para ahorrar electricidad no basta con apagar las luces de las habitaciones en las que no se esté. El mejor principio es tener una buena tarifa con discriminación horaria. De esta forma, si el consumo principal se realiza por las noches, se abaratarán las facturas sin tener que lidiar con nuevas rutinas o invirtiendo en electrodomésticos más eficientes.
Truco 2. Equilibrar luz y calor con las bombillas
Con la tarifa adecuada, el siguiente truco es echar un vistazo a las bombillas. En la actualidad, se pueden comprar halógenas, de bajo consumo o LED. La primera modalidad es la menos recomendable, puesto que emite más calor que luz; es decir, justo lo contrario de lo que se necesita en verano.
Entre las de bajo consumo y las luces LED parece haber poca diferencia. Es más, gracias al apelativo «bajo consumo«, puede darse la falsa creencia de que serán las más adecuadas para el bolsillo. Sin embargo, las bombillas LED emiten mucha más luz de forma instantánea y no generan calor.
Truco 3. Iluminación inteligente en el interior
Si se quiere ir un paso más allá, existe otro truco con el que ahorrar energía a final de mes. Gracias a la domótica, cada vez más hogares consiguen rebajar sus facturas automatizando algunas tareas. Y esto es precisamente lo que ofrecen las nuevas bombillas inteligentes.
Algunas de las tiendas más populares de productos para hogar han lanzado una nueva línea de iluminación LED controlada desde el teléfono móvil. De esta forma permiten programar el encendido y apagado de las mismas, la intensidad e, incluso, el tono o color que se quiere que tenga cada bombilla.
Truco 4. Aprovechar el sol en el exterior
Y si se tiene terraza, lo mejor es apostar por los sistemas de iluminación solar. Su popularización llegó hace unos años y desde entonces se han lanzado con todo tipo de formas: desde farolillos para clavar en el césped (o macetas), hasta guirnaldas de colores para decorar. En definitiva, un sistema muy llamativo con el que iluminar las veladas de verano con amigos sin sufrir con la factura.
No importa la tecnología elegida, pues hay una última característica que puede ser muy interesante para rebajar la sensación térmica de las habitaciones: el tono de la luz, que puede ser fría (luz blanca) o cálida (luz amarilla). La cocina, los cuartos de baño y los despachos cuentan con iluminación fría, mientras que las habitaciones y los comedores disponen de luz cálida para ser más acogedoras.
En verano se utilizan las bombillas de tono blanco en las lámparas auxiliares (con una potencia inferior, para que no sea tan dura). De esta forma, la estancia seguirá siendo acogedora a la par que se reduce un poco la sensación térmica.
También hay algunas marcas que cuentan con un tono intermedio, conocido como “natural”. Esta versión es mucho más agradable, ya que se tendrá la sensación de contar con más luz que con la cálida (no es tan amarilla) y no es tan dura como la blanca, que siempre recuerda a luz de oficina.