Con la Navidad llegan la decoración lumínica de los hogares y ciudades, las comidas familiares copiosas y… las subidas en los recibos de la luz. No obstante, siempre hay trucos para poder aplicar y con ellos rebajar la factura de la electricidad. Tanto los anfitriones como los invitados en este artículo encontrararán consejos con los que evitar que las compañías eléctricas amarguen las fiestas. ¿Algunas ideas? Elegir luces LED, que gastan menos, tapar las ollas al cocinar y usar mantas polares sobre las sillas.
1. Pagar menos luz: una casa como de revista para todos los bolsillos
Desde el puente de diciembre, las luces de colores empiezan a parpadear a través de las ventanas de muchas viviendas. Sin embargo, no hace falta llenar el hogar de guirnaldas para que el espíritu navideño quede patente. En la actualidad, los árboles hechos con ramas reales ganan terreno, sobre todo porque no necesitan un exceso de adornos para atraer las miradas de los invitados.
No obstante, para los más tradicionales, es momento de apostar por guirnaldas de LED o por las que funcionan con pilas. De igual forma, para los fanáticos de los belenes, es preferible decantarse por los estáticos. En definitiva, en la decoración navideña, menos es más.
Y en cuanto se salga de casa no tiene sentido dejar toda la decoración lumínica encendida. Por muy bonita que pueda parecer desde la calle, esto supone un gasto de energía que no aporta nada. Además, un mal contacto en la guirnalda podría dar un buen susto. Por lo cual, tanto si es por ahorrar luz o por seguridad, las luces navideñas deben quedar apagadas al salir de la vivienda.
2. ¿Cómo ahorrar siendo grandes anfitriones?
Si este año toca organizar en casa alguna de las principales comidas familiares, es posible que a estas alturas ya se tenga en mente el menú. Y los consumidores muy precavidos es probable que ya hayan comprado los productos frescos. Ahora bien, ¿cómo ahorrar al tener que preparar el plato?
Dejando a un lado los canapés y entremeses, lo normal será tener que usar los fogones o el horno para elaborar el menú para estas fiestas. En el caso de que la receta solo requiera el uso de la cocina, es conveniente saber que las ollas o sartenes con tapa permiten una cocción más rápida, lo que se traduce en un consumo menor. De igual forma, la olla exprés puede ser la gran aliada en estas fechas.
Si, por el contrario, la receta es de horno, es posible evitar que los recibos eléctricos se disparen haciendo más de un plato a la vez. No se mezclará el pescado con la carne, pero sí se puede asar el acompañamiento mientras se va haciendo el plato principal. Eso sí, hay dos puntos que no es aconsejable perder de vista: por un lado, precalentar el horno durante mucho tiempo para llegar a la temperatura óptima es innecesario para recetas que requieren más de 40 minutos de elaboración; y, por otro, abrir la puerta del horno hace que se pierda calor, por lo que se tardará más en acabar el plato y se consumirá más energía.
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3. Habitaciones acogedoras pero con cabeza
Es llegar el frío y subir la calefacción hasta temperaturas insospechadas. Esto se agrava si hay niños en casa. Sin embargo, está demostrado que poner el termostato por encima de los 21 ºC solo aumenta la factura de la luz. Por ello, si la vivienda es fría es importante poner la calefacción con tiempo, de modo que se vaya caldeando poco a poco.
Si no hay calefacción y la familia no entra en calor hasta que llega la comida, existen un par de trucos que combinan decoración, regalos y aumento de temperatura en un único detalle.
El primero es hacerse con mantas polares pequeñas y poner una encima de cada silla, de modo que el invitado pueda cubrirse las piernas hasta que se sienta mejor. Pese a lo aparatoso que pueda resultar, hoy en día los comercios cuentan con estos modelos que cuestan entre 4 y 12 euros y pueden tener cualquier tipo de estampado.
Menos robustos, pero no por ello menos eficientes, son los calientamanos. Estos artículos, que también han cogido popularidad en los últimos tiempos, se pueden envolver y presentar como un detalle en el sitio del comensal antes de sacar los entrantes. La ventaja es que no ocupan nada y harán entrar en calor en cuestión de dos minutos. Además, se comercializan con todo tipo de formas (bolsas de agua caliente, animales, corazones, etc.) y colores, por lo que puede ser un regalo bastante original.
4. Rebajar las facturas siendo los invitados
Si este año toca ir de invitados, es probable olvidarse de aplicar este tipo de trucos. No obstante, antes de ir a ver a los familiares, no se debe perder de vista los consejos básicos para no acabar pecando. Hay que tratar de evitar dejar la decoración lumínica encendida o la calefacción cuando no se esté en casa.
Si pese a todo se sigue notando la Navidad en la factura, tal vez sea el momento de echar un vistazo al contrato y comprobar que se cuenta con una tarifa que permite ahorrar.
Y, para que este ahorro llegue a la familia, no se debe olvidar la eficiencia de los regalos electrónicos que se hagan. Para ello solo, se debe revisar la etiqueta de calificación energética. Y es que, para empezar a rebajar las facturas, nada como tener electrodomésticos que consuman poco y tarifas de luz económicas.