El consumo de electricidad medio de un hogar en España es de 3.487 kWh, dice el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía en España (IDAE). Los españoles son los habitantes de la Unión Europea que más pagan por la luz: 0,20 céntimos el kWh, según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Esto hace que el gasto en electricidad sea de unos 675 euros anuales y 481 euros en el caso del gas para un hogar medio, según el ‘Panel de Hogares‘ de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Cecilia Foronda, coordinadora del proyecto Ni un hogar sin energía de la fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), comparte sus trucos ahorrar energía en casa, y así pagar menos.
Imagen: Cecilia Foronda, Ecodes
1. Conozca cuál es el consumo de energía de su casa
«Use menos el horno y ahorrará dinero; es un electrodoméstico con una elevada demanda energética, así que cuando lo use, cocine varias cosas a la vez», propone Cecilia Foronda, de Ecodes
Antes de pensar en reducir el gasto económico en un hogar, se tiene que tener muy claro cuál es el consumo real de la vivienda. Una herramienta útil es la sección Quiero ahorrar del programa Ni un hogar sin energía, que hace un análisis del consumo energético de la casa, teniendo en cuenta los hábitos de consumo y los usos de la energía (electrodomésticos, sistema de calefacción, aislamiento, etc.). El resultado es una radiografía del consumo de energía en el hogar, con consejos claros para ahorrar, hábitos que pueden hacer reducir las facturas y pautas para contratar el suministro eléctrico más apropiado.
2. Use contadores digitales
Una vez que se conoce bien cuál es el gasto de energía en casa, se puede afinar el diagnóstico, si se revisa el histórico de consumos y las últimas facturas eléctricas y se analizan posibles variaciones relacionadas con la época del año (calefacción, aire acondicionado, etc.). También es importante detectar picos de consumos anómalos. Toda esta tarea es más fácil con la llegada de los nuevos contadores digitales, ya que permiten acceder a los consumos diarios a través del sitio web de la empresa suministradora de electricidad que se tenga contratada.3. ¿Su casa es eficiente? Revise su etiqueta
Una vivienda que no es eficiente en el uso de la energía -por pérdidas de calor o mal aislamiento, entre otras cuestiones- consume más y sus facturas son mayores. Durante el boom de la construcción de viviendas y hasta 2006, cuando se aprobó el Código Técnico de la Edificación, se levantaron miles de casas en España sin tener en cuenta criterios de eficiencia energética. En esos años el precio de la energía no era una preocupación para los usuarios, ni un factor de decisión al alquilar o comprar una vivienda.Desde 2017, el etiquetado energético obligatorio de los edificios ayuda en esta decisión. Los criterios de eficiencia energética van tomando importancia en los hogares españoles, pero todavía falta mucho para poder decir que se dispone de viviendas energéticamente responsables.
4. Coloque burletes bajo las puertas: ahorrará energía
Hay un truco sencillo para mejorar el aislamiento de su hogar con materiales que se consiguen con facilidad en ferreterías y tiendas de bricolaje: coloque un faldón (o burlete) en la parte baja de la puerta para evitar corrientes de aire frío en invierno -que aumenta el gasto en calefacción- y también las de calor en verano -que hace más difícil mantener la casa fresca- provenientes de la escalera.También puede pegar burletes en los marcos de ventanas y de la puerta de la calle para evitar filtraciones de aire; así reducirá las pérdidas de energía y bajará sus facturas.
5. Aísle la parte trasera del radiador
Otra forma de evitar las fugas de calor en invierno es colocar un material aislante reflector detrás de los radiadores de las paredes en contacto con el exterior, o que estén junto a zonas no climatizadas. Este gesto recuperará buena parte del calor para la vivienda.Además, puede añadir un aislamiento adicional en la caja de las persianas que evitará corrientes y fugas de calor. E instalar cortinas tupidas y dejarlas corridas por la noche, ya que actúan como barrera frente al frío que pudiera entrar a través de las ventanas.
6. Ajuste la potencia de luz contratada, y no pague de más
Desde el 2007, el precio de la factura de electricidad ha subido un 80 %, siendo España el cuarto país europeo cuya electricidad es más cara. Pero hay maneras de reducir lo que se abona por la luz.
El coste total de las facturas eléctricas procede de la suma de dos conceptos: la potencia contratada y el consumo energético. La potencia contratada es un término fijo que se paga todos los meses independientemente del consumo que se haga de la energía y condiciona la capacidad de tener conectados varios equipos a la vez. Por ello, es muy importante ajustar el valor de potencia contratada a la realidad y no abonar por un servicio que no esté aprovechando.
7. Huya del horno y de la secadora
Y el consumo energético es la segunda parte que integra la factura energética. En este caso, la relación es directa: cuanto menos tiempo de uso y menos equipos tenga conectados, menos pagará. Por eso, evite al máximo el empleo de electrodomésticos que generen calor a partir de electricidad (estufas, termo eléctrico, hornos, vitrocerámica eléctrica convencional, secadoras, etc.) y reducirá el gasto.
Minimizar el consumo del horno es una forma de ahorrar, porque es un electrodoméstico con una elevada demanda energética. Limite su uso, y cuando tenga que utilizarlo, optimice el gasto aprovechando todo el volumen disponible: cocine varios alimentos a la vez. Además, hay que apagar el horno unos minutos antes de terminar la cocción para sacar partido al elevado calor residual disponible y, por supuesto, no lo abra si no hay necesidad.
8. Larga vida a la olla a presión, las luces LED y la nevera
Otro consejo para cocinar por menos dinero es aprovechar al máximo el calor de la cocina empleando ollas exprés, cazuelas y sartenes del tamaño adecuado (del mismo diámetro del fuego o ligeramente superior). Igualmente, aproveche el calor residual y utilice tapas para evitar la pérdida de calor.
Además, para reducir las facturas de luz en casa, hay que sustituir las tradicionales bombillas incandescentes por otras de tipo LED, emplear regletas que permitan desconectar por completo los equipos electrónicos y evitar el stand by.
Y no olvide revisar el correcto funcionamiento del frigorífico: ajuste la temperatura, elimine la escarcha y revise siempre que la puerta cierra bien.
9. Y para la comida: gas o inducción
El gas es el sistema más barato para cocinar. Pero dentro de los equipos que emplean electricidad, hay que decantarse por una cocina de inducción. Aunque el coste inicial es más elevado que otras alternativas, se trata de la opción más eficiente y más segura, ya que la placa no se calienta salvo por el calor transmitido por el recipiente. Las cocinas tradicionales con placas eléctricas son las menos eficientes, por lo que sería bueno sustituirlas cuando sea posible.
10. Lavadora más ahorradora
El consumo de energía de la lavadora se puede reducir de forma importante lavando con agua fría o a un máximo de 30 ºC, porque el 80 % del gasto en este electrodoméstico proviene de calentar el agua.
También hay que llenarla en su justa medida. Si la pone en marcha con un volumen bajo de ropa, estará desperdiciando energía. Pero si la ocupa en exceso, las prendas no girarán bien y no se limpiarán de modo correcto. Para conocer la carga perfecta, introduzca la mano en la lavadora: si no la puede girar, está sobrecargada.
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