Si por algo es conocida la factura de la luz es por su complejidad. La dificultad para entender de dónde viene cada coste, así como la singularidad del propio mercado, hacen que este recibo sea un auténtico quebradero de cabeza para la mayoría de usuarios que quieren ahorrar en energía. De esta situación se aprovechan algunas compañías que ofrecen tarifas eléctricas que pocas veces son las más adecuadas para nuestro consumo. Por ello, en este artículo analizamos qué tarifas de la luz podemos contratar y cuál es la más interesante en función de nuestro perfil.
Tarifa de la luz, ¿puedo amoldarme a los horarios más baratos?
Desde este mes de octubre se ha puesto en funcionamiento la nueva tarifa regulada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, más conocida como PVPC. La propuesta de esta modalidad es ofrecernos el coste de mercado, que varía a diario a cada hora. Por lo tanto, podemos conseguir ahorrar un poco consumiendo en las horas más económicas del día.
- Para aprovechar esta tarifa debemos tener una potencia inferior a 10 kW y el nuevo contador inteligente.
- Esta opción es interesante si no tenemos unas rutinas muy marcadas, pero el ahorro de dinero no siempre acaba de compensar la inversión de tiempo necesaria para planificar cada día.
Tarifa de la luz, ¿soy estricto en mis rutinas diarias?
Con la llegada de la tarifa de luz por horas, las principales compañías se han atrevido con planes personalizados. Se trata de una variante de la antigua discriminación horaria pero con un mayor abanico de franjas para elegir. Así, por ejemplo, ya hay eléctricas que permiten contratar tarifas con precios más bajos los fines de semana, con costes reducidos en horarios nocturnos o, directamente, con la posibilidad de seleccionar dos tramos de cuatro horas al día para que sean más baratos.
- Esta modalidad tan personalizada solo está disponible dentro del mercado libre, por lo que es posible que nos añadan un compromiso de permanencia. Además, debemos tener el contador inteligente.
- Esta tarifa es interesante si tenemos unos hábitos muy marcados ya que, fuera de las horas clave, el precio puede dispararse.
¿Qué tarifa de la luz escojo si no quiero depender del mercado?
Para los que no tienen unas rutinas establecidas o, tan solo, no quieren estar pendientes de qué hora es para consumir o no, las comercializadoras eléctricas proponen las cuotas fijas y las tarifas con precio fijo.
- En las cuotas fijas se paga siempre lo mismo, con independencia del consumo. Una vez que pasa el primer año desde que se firma el contrato, se hacen cuentas para ver cuánto se ha consumido de más. Este exceso puede suponer una factura muy elevada que, incluso, se permita pagar a plazos. ¿Merece la pena? Solo si se contrata en un piso vacío o que se utiliza en temporadas concretas, como en una segunda residencia.
Por otro lado, las tarifas de precio fijo son las más habituales dentro del mercado libre. En ellas se establece un coste estable para el kW que se aplica durante, al menos, un año.
- La ventaja es que podemos saber cuánto pagaremos, sin someternos a las oscilaciones del mercado.
- El inconveniente es que nos pueden exigir un compromiso de permanencia y el precio de salida suele ser un poco superior al del mercado.
- Esta modalidad es de las más atractivas, si no queremos volvernos locos poniendo lavadoras a las tres de la mañana.
Existe una forma de conseguir un precio más bajo: las compras colectivas. Este sistema reúne a un grupo de consumidores para hacer presión a las compañías eléctricas en busca de que lancen una oferta exclusiva que mejore lo presente. Para hacernos una idea, la última compra colectiva ha conseguido un ahorro de hasta 125 euros anuales (para potencias de 3,3 kW y consumo de 3.000 kWh/año) y se puede contratar solo hasta el 15 de octubre.
La ventaja de este modelo es que cuantos más consumidores se unen, mayor es la rebaja que se logra. Además, cuantas más subastas se han hecho, mayor es el ahorro obtenido. Por ejemplo, solo en un año se ha aumentado el descuento en un 20%. En definitiva, es un buen sistema para ahorrar en luz y gas sin vernos obligados a contratar la oferta resultante si no nos convence.