¿Es autónomo o quiere serlo? Tendrá la mitad del camino del éxito recorrido si sabe planificarse y delegar, además de dar importancia a la formación y a reciclarse de forma continua. Asimismo, si decide ser trabajador por cuenta propia deberá darse de alta en la Seguridad Social y Hacienda y estar atento al hacerlo, pues en este proceso se pueden cometer errores de bulto, en especial al escoger el epígrafe correspondiente y la base de cotización. Conozca en este artículo los seis errores más frecuentes para evitar cometerlos si es o quiere ser un profesional autónomo.
En España hay más de tres millones de autónomos, aunque muchos de ellos terminan por dejar su negocio. ¿Por qué fracasan? ¿Qué errores cometen? En muchas ocasiones, la falta de previsión, no saber tomarse un descanso o descuidar su formación a la larga les hace ser poco competitivos, lo que les obliga a tener que bajar la persiana de forma definitiva. Estas son las equivocaciones más frecuentes que un profesional por cuenta propia debe tratar de esquivar para que su proyecto empresarial tenga éxito:
1. Escoger mal el epígrafe al darse de alta como autónomo
En el momento de darse de alta como autónomo lo mejor es dejarse aconsejar, pues se pueden cometer errores de bulto. ¿Dónde hay que hacerlo? En la Seguridad Social y en Hacienda, en ambos organismos, pues si no, se pueden llegar a acumular las cuotas impagadas y hay que hacer frente a los recargos. Es fácil no saber en qué epígrafe corresponde darse de alta, pero es muy importante marcar el correcto, ya que determina la forma de tributación.
También es esencial elegir bien la base de cotización, que determina la cuota que se abona a la Seguridad Social. La mayoría de los emprendedores (el 86%, según un estudio de la compañía de seguros Nationale Nederlanden) elige la base mínima para pagar una cuota más baja cada mes, pero sobre esa base es a partir de la que se calculará después la pensión de jubilación, algo que se debe tener muy en cuenta. Además, los mayores de 45 años no podrán subir la base de cotización en el futuro, por lo que se debe pensar bien qué base escoger.
- Mire qué gastos puede deducirse si es autónomo.
2. No buscar nuevos clientes
Aunque a un autónomo casi siempre le superan las tareas cotidianas, centrarse demasiado en el trabajo y dejar a un lado otras facetas, como atraer clientes de manera constante, es una de las peores formas de llevar un negocio y de que, a medio o largo plazo, haya que cerrarlo. A veces, esta actitud hace tener un solo cliente del que depende casi toda la financiación (como un autónomo dependiente, pero sin sus derechos) y el día que falle o baje su número de encargos, será difícil sobreponerse.
3. No saber delegar ni desconectar del trabajo
Las personas que trabajan por cuenta propia están acostumbradas a tener que resolverse sus propios problemas, que además son muchos y variados. Sin embargo, es casi imposible llegar a todo (y hacerlo bien), por lo que, en lugar de perder tiempo en tareas repetitivas y poco productivas que impiden que el negocio despegue, se debería saber delegar algunos asuntos en manos de otras personas o en expertos.
Un caso muy claro es el tema de los impuestos, que da más de un quebradero de cabeza y hace perder mucho tiempo (¡y a veces dinero!), cuando podría resolverse contratando a un asesor que por poco dinero solventaría cualquier problema legal y financiero.
Hay que desconectar, hacer algún deporte o actividad no relacionada con el trabajo… No concederse tiempo para relajarse y descansar en un gran error del autónomo, que puede tener consecuencias en su negocio pero también en su salud.
4. Gran error del autónomo: ¡no actualizarse!
Las labores cotidianas de un autónomo apenas dejan tiempo para hacer nada más. Pero todo cambia, y muy deprisa, y si el profesional o su negocio no evolucionan, ambos están condenados al fracaso.
Un emprendedor no puede dedicarse todo el tiempo a trabajar y olvidar su formación. Si no se actualiza y se forma para poder utilizar las nuevas tecnologías y aplicarlas al trabajo, por ejemplo, se quedará atrás.
También relacionado con el dominio de la tecnología es la presencia en Internet, vital en la actualidad. Sea cual sea el negocio, aunque sea local y pequeño, debe tener presencia online.
5. No planificarse
En todos los ámbitos de la vida es importante saber organizarse, pero en el caso de los autónomos es vital. Si no tiene planificadas las fechas de recepción o entrega de trabajos, cuándo y cómo los hará, el orden en que debe llevar el negocio… este se hundirá. La falta de orden y planificación hace perder mucho tiempo en tareas inútiles, tiempo que podría utilizarse para otra labor.
6. No tener un plan B
La previsión es una cualidad que todo profesional por cuenta propia debe tener. No se puede poner en marcha un negocio sin tener en mente un plan alternativo (o dos), por si fallan las previsiones. No se trata de ser pesimista, sino de comportarse de manera realista.
Las previsiones de ventas no deben ser en exceso optimistas, y siempre se debe estar preparado para que las cosas no vayan como se esperaba y aun así poder continuar adelante. Es recomendable hacer este ejercicio: dividir las ventas que se hayan obtenido el primer año entre 2 (y entre 3) y tratar de ver cómo se podría salir adelante si esas fueran las ventas.