¿Autónomo? Sinónimo de financiación complicada, numerosos costes fijos, desprotección, estrés… Con estos obstáculos, un emprendedor no lo tiene fácil para salir adelante, pero para todos ellos hay salida. En este artículo se abordan las principales dificultades de los trabajadores por cuenta propia y se trata de brindar soluciones, que vienen de la mano de una mayor sensibilidad y flexibilidad hacia los problemas específicos de estos profesionales por parte de las entidades financieras y de los responsables políticos.
1. Principal problema de los autónomos: financiación
«Aunque el acceso a la financiación ha mejorado bastante en el último año -indica Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos-ATA (ATA)-, sigue siendo una las grandes asignaturas pendientes». Tras ocho años de crisis, que ha afectado profundamente a los balances de los autónomos, estos trabajadores lo tienen muy difícil en el momento de demostrar la solvencia que demandan las entidades financieras en función de unos criterios y garantías «que no están adaptados a la idiosincrasia de un autónomo».
De hecho, solo el 32,2% de estos profesionales por cuenta propia acude al banco en busca de crédito, y se lo siguen denegando a cerca de un 40%. ¿Por qué? Los autónomos no tienen nómina y tienen que compensarlo con mayores garantías. Esto hace muy difícil el acceso a financiación en las mismas condiciones que tendría un asalariado y, por eso, pese a que la oferta de crédito ha aumentado, la demanda por parte de estos trabajadores sigue siendo baja. ¿Hay soluciones?
Sí, no todo está perdido. Pero, según esta experta, deberían buscarse soluciones más adaptadas al colectivo, como recuperar las pólizas de crédito -como herramienta para hacer frente a las tensiones de caja de los negocios- y establecer criterios de viabilidad y de historiales de «buenos pagadores».
En definitiva, no debería ser una máquina la que decidiera sobre la concesión de financiación a un autónomo. «Solo así los bancos volverán a ser los bancos de la economía real y las familias y amigos dejarán de ser los principales banqueros de los autónomos, como sucede en la actualidad», explica Ferrero.
2. Los gastos fijos como un obstáculo para el autónomo
Los costes dependen mucho del tipo de negocio y de la actividad. Un profesional que trabaja desde su casa no tiene que hacer el mismo desembolso económico que quien tiene un comercio con local abierto al público. Por eso, antes de montar un negocio, debe hacerse un plan de gastos e ingresos, y si se ha hecho de manera realista, los costes no deberían suponer un problema en sí. Lo que sí es un escollo grave es que, al ser fijos y con una periodicidad establecida, en numerosas ocasiones no pueden ser asumidos por unos ingresos inciertos y muy variables en el tiempo, como son los de los autónomos. Esto genera verdaderos problemas en la tesorería y muchas veces hacen caer negocios que son viables.
La solución, como señalan los expertos, debería venir de la mano de una flexibilización de los plazos para hacer frente a esos gastos fijos. Se tendría que establecer un calendario de pago de tributos y cotizaciones que se adapte más a la actividad del autónomo, como por ejemplo poder abonar las cotizaciones de forma trimestral en vez de cada mes.
3. La desprotección del trabajador por cuenta propia
Los emprendedores asumen una responsabilidad patrimonial ilimitada que les deja por completo expuestos ante el fracaso de sus negocios, asumen un riesgo que no asume un asalariado. Nominalmente los autónomos gozan en España de unos derechos sociales similares a los de los asalariados y con las mismas coberturas, pero otra cosa es la práctica. La cuantía de las prestaciones sigue siendo un 40% inferior a la de los trabajadores por cuenta ajena, según datos de ATA, y hay prestaciones como el paro que no ofrece los periodos de cobertura que sí tiene un desempleado.
- Conozca más sobre el paro de los autónomos.
Para mejorar la situación, habría que hacer una reforma profunda del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), que permita encontrar soluciones para mejorar las prestaciones de estos profesionales. Por otro lado, como señala la vicepresidenta ejecutiva de ATA, «es esencial que se apruebe una verdadera ley de segunda oportunidad, en la que el fracaso no sea sinónimo de una condena a la indigencia», y se asegure la supervivencia personal y familiar, en caso de darse, con todo el apoyo posible para facilitar que esa persona pueda reemprender. Algunas de las medidas son las siguientes:
- Permitir que un autónomo que haya fracasado pueda acogerse a la tarifa plana para reemprender.
Poner en marcha una ayuda/subsidio de 426 euros durante seis meses para los trabajadores por cuenta propia que, habiendo agotado su prestación por cese de actividad, no hayan encontrado salida.
La inclusión de los créditos públicos con Hacienda y Seguridad Social en los acuerdos extrajudiciales con proveedores para resolver la situación de deudas del autónomo, pues estos créditos son los que suelen hundir al emprendedor.
Resolver la indefensión ante la que se encuentran estos profesionales en cuanto a la morosidad tanto pública como privada.
4. Dilema para el autónomo: ¿contratar o no contratar?
La incertidumbre de no saber si se podrán asumir los costes de un trabajador o si en el momento de verse obligado a rescindir su contrato se podrá hacer frente a los gastos asociados hace que muchos autónomos se lo piensen mucho antes de contratar a alguien. Para el emprendedor, contratar es una gran decisión y, por eso, hay que ponérselo fácil, pues cualquier problema que surja en relación a un empleado no es solo traumática desde el punto de vista económico sino también emocional. Hay que tener en cuenta que para una gran empresa un trabajador es un número y para una pyme un apellido, pero para un autónomo es un compañero con nombre y problemas propios.
Pese a todo ello, los profesionales empleadores no han dejado de crecer y dan ya empleo a cerca de un millón de asalariados.
5. El estrés, un problema para el autónomo
¿Los autónomos sufren más estrés que otros profesionales? ¿Puede incidir su carga laboral en su calidad de vida? La conciliación de su vida laboral y personal se vuelve problemática, en especial porque casi todos los trabajadores autónomos tienen que dedicar mucho tiempo a sus negocios, y esto supone descuidar familia y amigos y una gran fuente de estrés. Además, la falta de seguridad y certidumbre en la obtención de ingresos les hace tener en muchas ocasiones una gran ansiedad, causa de múltiples enfermedades.
Pero hay que ser positivos y mirar siempre el lado bueno. El trabajo por cuenta propia tiene muchas ventajas que impulsan a una persona a ser autónomo: trabajar en lo que uno ha decidido, ser su propio jefe, la autorrealización, organizar su tiempo, etc. En definitiva, todo depende de las circunstancias de cada persona y de cada negocio.
El nuevo Gobierno de España ha pactado una ley de autónomos, un primer gran paso en este nuevo ciclo político, que ahora entra en tramitación en el Congreso de los Diputados. Esta ley, así como con la subcomisión de empleo creada para mejorar la protección social de los autónomos, pueden ser un avance para resolver sus problemas y hacerles la vida más fácil.