No es fácil destacar entre millones de internautas que tienen perfil en la red profesional LinkedIn (más de seis millones de usuarios en España). Tener un buen extracto, el perfil actualizado o contar con una fotografía apropiada resulta de gran ayuda, pero hay más armas para encontrar trabajo o mejorar el actual, como insertar un vídeo personalizado. Para que la grabación quede perfecta y triunfe en esta red, debe cumplir unos requisitos mínimos que se explican en este artículo: ensayarlo, cuidar la calidad del vídeo o que su duración no supere los tres minutos son aspectos clave.
LinkedIn permite enlazar hasta cinco vídeos en el extracto y el mismo número en el resto de apartados del perfil (experiencia, formación, proyectos…). Por ello, además de insertar uno de presentación, «si tenemos material abundante (conferencias, ponencias, entrevistas, etc.), conviene seleccionar el de mayor calidad e incluirlo sin miedo», señala Pedro Martín, experto en videomarketing y realizador en la agencia audiovisual Tipos en Movimiento.
Para que los vídeos triunfen, hay tener en cuenta una serie de consejos muy sencillos de llevar a la práctica.
1. No olvidar ningún dato importante
Saber que a uno le graban puede imponer mucho, y los nervios pueden jugar una mala pasada. Por ello, antes de hacer un vídeo para mejorar el perfil laboral en Internet, conviene ensayarlo para no olvidar ningún dato relevante. Además, el mensaje debe ser claro y directo. En el vídeo se debe incluir lo que diga «lo justo sobre nosotros -explica Juan Merodio, bloguero experto en la Red- para generar en quien lo ve la sensación de querernos conocer y saber más de nosotros».
Para Martín, hay una serie de puntos esenciales que aportarán información valiosa y coherencia al vídeo:
- Presentación básica: nombre, apellidos y título profesional actual.
- Empresa: datos de la empresa actual y resumen de la labor que se realiza en ella.
- Datos de interés: sobre la formación o algo que se quiera destacar.
- Opinión sobre el sector: se debe hablar sobre el sector en el que se trabaja profesionalmente y dar la propia opinión.
2. Con móvil, Ipad o cámara, pero con calidad y mimo
Una cámara de fotos, un Ipad o teléfono móvil soportan la grabación en vídeo. No importa con qué se haga, pero sí cómo: cuidando el más mínimo detalle en la grabación, iluminación, sonido y entorno. No deben escucharse respiraciones de quien graba, por ejemplo, ni un fondo en el que aparezca algo incoherente o fuera del contexto profesional.
Tras la grabación, se puede montar con cualquier programa de edición y quitarle defectos. Hay que subir el vídeo a YouTube y después insertarlo en la aplicación que aparecerá en el perfil de LinkedIn en el apartado que la app tiene para tal efecto.
3. Duración de entre uno y tres minutos
Cada vez se tiende a ver vídeos más cortos, según comentan los expertos. Por lo que, en términos globales, si el vídeo de presentación es «inferior a un minuto, mejor», afirma Merodio. A un máximo de tres minutos lo amplía el realizador Martín, para los vídeos de presentación o corporativos.
Para otro tipo de grabaciones, como ponencias, conferencias o apariciones en televisión o vídeoblogs, no hay límite de tiempo, pues son vídeos adicionales que aportan información y que ayudan a dar más datos sobre el candidato. Hay que aprovecharlos, aunque también hacer una selección cuidada, enlazando solo los de mayor calidad e interés.
4. Adaptarlo a la profesión
El objetivo del vídeo de LinkedIn es conseguir contactos laborales, por lo que el vídeo de presentación debe transmitir toda la esencia y potencial del profesional. No hay un vídeo estándar válido para todos y se tiene que huir de expresiones vagas y generales del tipo «soy proactivo…, tengo mucha capacidad de trabajo…» e ir directos a resaltar los puntos fuertes, explicando logros concretos en el área laboral.
5. Mantener una postura natural y relajada
Lo más importante es que el vídeo transmita cercanía y naturalidad. Por eso, Merodio aboga por grabar el vídeo en el propio despacho o en un lugar donde por alguna razón la persona se sienta identificada profesionalmente.
La postura debe ser natural y relajada, «si es posible sentado y con un plano de medio cuerpo», indica Martín. Es importante decidir si mirar a cámara o no mirar directamente a ella. Si lo que se quiere es hacer un vídeo con una declaración de aspectos de la biografía, lo mejor es mirar a cámara. Si lo que se prefiere es hacerlo opinando sobre algún aspecto profesional, lo recomendable es mirar a la izquierda o derecha de la cámara, como si fuera una entrevista (como hacen en los documentales o entrevistas que se ven en televisión), explica el realizador.
6. Vestirse bien, pero de acuerdo a la personalidad
La naturalidad, de nuevo, se impone. Hay que vestirse acorde al trabajo, ya que no tienen el mismo vestuario un abogado de un despacho o una gran empresa que un creativo, por lo general más informales. No conviene prepararse demasiado, pues se nota mucho que se va «disfrazado».
En el vídeo se debe aparecer correcto, aseado y bien vestido, «pero con la ropa que llevemos normalmente en nuestro día a día», como detalla Martín.
7. Cuidar la expresión oral
Lo importante es vocalizar, hablar correctamente, sin correr ni hablar de manera tan lenta o afectada que aburra. ¡Que se entienda!
8. Lo que nunca se debe hacer
Un error grave es realizar un vídeo de mala calidad, sin haberlo ensayado y en el que se vean fallos de imagen que puedan dificultar un correcto visionado, como pueden ser desenfoques o un mal sonido.
Se debe también evitar usar vídeos que no encajen con el contexto de LinkedIn (es una red profesional, no Facebook). Todo lo que en ellos aparezca debe ceñirse al ámbito profesional.