El Gobierno en funciones de España reconoció hace unos días que dentro de un año, en diciembre de 2017, es posible que se agote el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida como “hucha de las pensiones”. Pero ¿qué quiere decir esto? ¿Es una situación alarmante? Aunque las pensiones no peligran, los expertos creen que se verán reducidas. Pero, además, esta coyuntura no solo afecta a los pensionistas sino a todos los ciudadanos, pues es más que probable que sea necesario hacer recortes en diversas prestaciones, además de tomar varias medidas que pueden ir desde bajar las tasas de paro o aflorar la economía sumergida al incremento de la presión fiscal. En este artículo se explica qué supone el agotamiento de este fondo de reseva, sobre todo para los pensionistas, y qué medidas se pueden aplicar para hacerle frente.
¿Qué implica el agotamiento del Fondo de Reserva?
En la Seguridad Social están separadas las fuentes de financiación, de tal forma que los gastos de naturaleza contributiva (pensiones, desempleo…) se financian con los ingresos contributivos (cotizaciones sociales de ocupados y desempleados) y, por su parte, las prestaciones no contributivas (prestaciones universales, como complementos de mínimos en pensiones, pensiones no contributivas, determinadas prestaciones familiares o el Imserso) se financian con ingresos tributarios transferidos por el Estado. De modo adicional, la Seguridad social recauda un 1% de su presupuesto con tasas. Y no hay más ingresos.
Entre 1999 y 2009 la Seguridad Social tuvo un superávit importante, sobre el cual se constituyó, a partir del año 2003, este Fondo de Reserva, conocido como «la hucha de la Seguridad Social». Pero el problema, como indica Pascual Fernández, decano del Colegio de Economistas de Madrid, es que, «sobre todo desde el año 2012, los ingresos no cubren los costes totales, con lo que venimos arrastrando un déficit anual de entre 10.000 y casi 14.000 millones de euros que se están financiando con esta hucha». Y es que si en el año 2011 el Fondo de Reserva tenía casi 67.000 millones de euros, se prevé que el año 2017 ¡estará en saldo cero! Esto implica que para el futuro no se podrá disponer de los recursos adicionales de este Fondo.
¿Cómo afectará a los pensionistas?
No afectará a los pensionistas a corto plazo, en opinión de los expertos, porque se están evaluando diferentes alternativas para cambiar el sistema de financiación de la Seguridad Social, posibilitando otras vías de ingresos. Es decir, las pensiones están y estarán aseguradas. Pero dependiendo de las medidas que se tomen, aunque las pensiones futuras no peligran, pueden verse reducidas.
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Además, no solo tendrá consecuencias sobre los pensionistas, sino que puede afectar al resto de los ciudadanos. La solución para aumentar los ingresos de la Seguridad Social vendrá de un aumento de impuestos o de una disminución de gasto público, en forma de menores prestaciones (menor gasto en sanidad, en educación…) o de menores inversiones públicas «que ya están bajo mínimos y difícilmente se pueden reducir más», tal y como asegura el decano de los economistas madrileños. Ambas opciones afectarán a toda la población en su conjunto, en mayor o menor medida.
Medidas frente al agotamiento de la hucha de pensiones
Hay muchas medidas que se pueden tomar para evitar que la «hucha de las pensiones» se agote. Algunas de ellas son las siguientes:
1. Recuperar los niveles de empleo y afiliación del pasado. Se podrían aumentar fuertemente los ingresos por cotizaciones, si se consigue volver a los niveles de afiliación a la Seguridad Social de 2007 (19,4 millones de cotizantes, frente a los 17,7 actuales) y también reducir el gasto de las prestaciones de desempleo, volviendo a las menores tasas de paro también del 2007 (7,9%, con un total de 1,7 millones de parados), frente a la tasa de paro actual del 20%, con 4,5 millones de parados.
2. Lograr aflorar la economía sumergida, lo que permitiría ingresar las cotizaciones sociales que hoy en día no se pagan, además del resto de la fiscalidad.
Estas dos alternativas serían las mejores (aunque seguro que no las más fáciles de conseguir), pues no tienen coste para los ciudadanos, como sí lo tienen las dos siguientes.
3. Reducir los gastos de la Seguridad Social. Ya se han realizado algunos ajustes durante estos años pasados en casi todos los ámbitos. La única medida potente que queda por aplicar sería la reducción de la pensión media, pero es una cuestión de tal calado que ningún partido político la contempla.
4. Aumentar la presión fiscal. «Se están contemplando básicamente dos vías», según señala Pascual Fernández. Algunos partidos de la izquierda reivindican la utilización de un impuesto sobre la riqueza, tipo Impuesto sobre el Patrimonio. «Pero su capacidad recaudatoria es más que dudosa, sería muy baja», explica el decano de los economistas madrileños. Por ello, otros proponen tirar de los dos grandes recaudadores del sistema tributario: el IRPF y el IVA.