El microcrédito es un servicio de financiación que se ha introducido en los últimos años en los países de economías más desarrolladas. En España, la actividad se articula, sobre todo, a través de las cajas de ahorros, en colaboración con las administraciones públicas y diferentes organizaciones sociales. El objetivo es apoyar, con pequeños préstamos, la puesta en marcha de negocios de reducidas dimensiones. La cantidad máxima que se concede ronda los 26.000 euros.
El plan de empresa
Los emprendedores y los autónomos que soliciten un microcrédito deben cumplir una serie de requisitos. Primero deben presentar un plan de empresa, esto es, un documento en el que se detallen las claves fundamentales del proyecto. Conviene dedicar todo el tiempo que sea necesario a su elaboración. Las personas que lo estudien en el banco o caja deben percibir que es un negocio serio bien documentado, en el que no hay cabos sueltos. Se debe constatar que el proyecto tiene posibilidades de éxito en el mercado y tienen que quedar reflejados los aspectos más relevantes de la actividad: económico, legal o comercial. También habrá que valorar el entorno donde se va a operar y prestar atención especial a la competencia o al mercado potencial.
Hay que dedicar tiempo al plan de empresa para que el banco perciba que es un negocio serio y con posibilidades de éxito
En general, las cajas de ahorros, a través de las Obras Sociales, ponen a disposición del interesado a profesionales especializados en la materia. No obstante, si el solicitante tiene los conocimientos suficientes, se pueden descargar en las páginas web de algunas cajas los planes de negocio tipo y cumplimentarlos. En ellas también se facilitan los teléfonos de contacto para resolver cualquier duda que surja sobre la marcha.
Facilidad de acceso
Las entidades financieras, a menudo, ponen menos exigencias y obstáculos al conceder estos préstamos que otro tipo de créditos. Su principal atractivo frente a los convencionales es que el emprendedor que lo solicita no requiere ningún aval.
Esto no significa que cualquier persona pueda acceder a un microcrédito. Además de estudiar que el plan de empresa sea solvente, la entidad financiera realiza un análisis exhaustivo de la situación personal y familiar del candidato. Se trata de un crédito y, como tal, hay que devolverlo. No puede ser la puerta de entrada de operaciones rechazadas por los bancos tradicionales, ni de solicitantes que cuentan con garantías y se niegan a aportarlas.
Hay un nuevo perfil de solicitante: jóvenes con un nivel formativo medio-alto y una idea de empresa muy especializada
Hasta ahora, los candidatos más comunes han sido tanto los autónomos y pequeños empresarios, como las personas en paro, jóvenes sin capacidad económica, inmigrantes y personas mayores con problemas para acceder al mercado laboral y que pretenden poner en marcha un pequeño negocio. La Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) señala que son las mujeres y los inmigrantes quienes más recurren a este tipo de crédito. Pero en las entidades bancarias han empezado a detectar en los últimos tiempos un nuevo perfil en las peticiones. Son jóvenes, la mayoría de nacionalidad española, que tienen un nivel formativo de tipo medio-alto y una idea de empresa muy especializada. Es una tipología que recibe la denominación de “joven emprendedor”.
Mientras que las peticiones del primer grupo (parados, inmigrantes, personas mayores…) retroceden, el número de jóvenes emprendedores crece de manera constante. ¿A qué obedece este cambio de tendencia? Sobre todo, al actual contexto económico de crisis. Pero además, los jóvenes más preparados tienen un espíritu emprendedor y presentan propuestas de negocio innovadoras.
Trámites para solicitar un microcrédito
El 52,4% de las cajas de ahorros que trabajan con microcréditos mantienen alianzas con organizaciones de diversa naturaleza, que actúan como intermediarias en las operaciones. Hay que informarse en las propias cajas sobre cuáles son las entidades gestoras y dirigirse a ellas para recibir orientación. El camino y los pasos que se deben seguir a partir del momento en el que estos actores toman parte en el proceso son los siguientes:
Evaluación de la calidad del proyecto: analizarán la idea de negocio del candidato y sus posibilidades de tener éxito en el mercado, medirán sus fortalezas y debilidades, le aconsejarán sobre posibles mejoras en el plan de empresa y, a partir de este trabajo conjunto, se determinará si el proyecto tiene viabilidad o no. Si se da el visto bueno, éste será el mejor aval con el que cuente el solicitante frente a la entidad financiera.
Documentación necesaria: los documentos pueden variar en función de la entidad a la que se acuda. En líneas generales, cuantos más documentos se entreguen, mejor. Entre los más destacados están:
- Informe favorable de viabilidad emitido por la entidad colaboradora.
- Formulario de solicitud del microcrédito.
- DNI o NIF.
- Curriculum Vitae (títulos formativos, experiencia profesional…).
- Informe de Vida Laboral emitido por la Tesorería General de la Seguridad Social (si hay cotización en España).
- Declaración de la Renta.
- Referencias personales y/o profesionales.
- Facturas proforma o presupuestos que justifiquen la inversión (en el caso de destinar el crédito a ampliar el negocio).
- Información acerca de los fondos propios que se aportarían.
- Justificante de los pagos de créditos que se abonen (en caso de haberlos).
- Autorización para solicitar informe de la CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), que es el servicio que recoge el historial crediticio de las personas físicas y jurídicas.
Presentación de la solicitud en la oficina de la entidad financiera.
Entrevista personal: es el momento de que el solicitante exponga la idea de negocio y aclare las dudas de la persona que tiene que conceder el microcrédito.
Visto bueno de la entidad financiera: los expertos valorarán las cuestiones económicas, pero también factores como el bagaje o la formación teórica y práctica del candidato.
Concesión del microcrédito: se pone en marcha el proyecto y se comienza a trabajar.
Formalización del préstamo: se podrá disponer del dinero en la oficina con la que se haya acordado el crédito.
Ofertas de las diferentes entidades
En torno a 20 entidades financieras se dedican a la concesión de microcréditos en España. Ésta es la oferta de algunas de ellas:
Microbank. Para un importe de hasta 25.000 euros y con un plazo de amortización de cinco años, no cobra comisiones, no tiene periodo de carencia y nunca requiere garantías reales. No obstante, esta entidad analiza cada caso y fija las condiciones de forma personalizada. Está orientado a negocios de autónomos y pequeños empresarios con ingresos anuales inferiores a 60.000 euros netos.
Bancaja. Para un importe de 15.000 euros con un plazo de amortización de cinco años, cuenta con un tipo de interés del 4,75% y un periodo de carencia de seis meses. Sin comisiones.
Caixa Galicia. Ofrece hasta 25.000 euros a un plazo de cinco años, con un tipo de interés del 5% fijo y un periodo de carencia de hasta seis meses. No cobra comisiones.
CECA, en colaboración con los Ministerios de Igualdad e Industria. Ofrece hasta 25.000 euros con un plazo de cinco años para amortizarlos. Tiene un 6% máximo de tipo de interés. Se disfruta de seis años de periodo de carencia. No son necesarios avales.
Esta última oferta está dirigida, en especial, a las mujeres emprendedoras. El acuerdo estará vigente hasta mayo de 2010. Alguno de los requisitos para acceder a este préstamo son:
- Haber iniciado el proyecto en un periodo inferior a los tres años anteriores de solicitar el microcrédito. Sólo se podrá extender a dos años más si el préstamo se solicita para consolidar el negocio y mejorarlo. Por el contrario, no se concederá para refinanciar negocios invisibles.
- Habrá que entregar a la entidad financiera el certificado de validación emitido por las asociaciones de mujeres y ONG de acción social con las que el Ministerio de Igualdad firmó los acuerdos y el plan de empresa. Se concederá siempre que la Dirección General Política de la Pequeña y Mediana Empresa lo haya precalificado de manera favorable.
- El convenio tiene un año de vigencia y permitirá la financiación de los proyectos, ya sea desde la puesta en marcha, el crecimiento o la promoción de los negocios dirigidos por ellas sin que las beneficiarias tengan los avales personales. Un dato importante es que sólo dispondrán de un mes para la resolución.