“Once upon a time…”. Utilizar este comienzo para contarle un cuento a un niño y continuar la historia en inglés o en otro idioma como lengua vehicular es una de las formas más naturales y entretenidas de iniciarle en el aprendizaje de una segunda lengua. La sencillez de la estructura gramatical, la simplicidad del vocabulario y el alto componente visual de estas historias son algunas de las características que las convierten en una herramienta recomendable para la educación bilingüe.
La «hora del cuento» es con frecuencia una de las actividades preferidas de los niños más pequeños y de algunos padres. Representa, en la mayoría de las ocasiones, un momento de relajación en el ajetreo diario y permite que hijos y progenitores disfruten de su mutua compañía en un ambiente agradable y distendido.
Los cuentos divierten y entretienen, pero además son una excelente herramienta educativa
Pero el poder de los cuentos no se limita a estrechar los lazos familiares. Las narraciones infantiles divierten y entretienen, pero son a la vez una excelente herramienta educativa. Por una parte, ayudan a fomentar el interés por la lectura desde edades tempranas y, por otra, actúan como un importante instrumento para desarrollar las capacidades lingüísticas de comprensión y expresión, tanto oral como escrita, y estimulan las habilidades comunicativas.
¿Por qué no en otra lengua?
Si un cuento es capaz de desarrollar y ampliar todas estas competencias en el idioma materno del niño, ¿por qué no utilizarlos para lograr estos mismos objetivos con una segunda lengua? Si el pequeño lee o le leen narraciones cortas en otros idiomas representa para él una excelente oportunidad para el aprendizaje bilingüe.
La exposición auditiva es el aspecto que más se trabaja cuando se lee un cuento en otro idioma
Las razones son fundamentadas. Tal como apuntan la mayoría de estudios científicos, los primeros años de la infancia son el momento idóneo para aprender idiomas. Una de las teorías más defendidas por los especialistas en la enseñanza de idiomas es que el mejor modo de aprender una segunda lengua es de la misma manera que se adquiere la primera. Esta forma de aprendizaje tiene como componente principal la exposición auditiva, que es el aspecto que más se trabaja cuando se lee un cuento en una lengua extranjera.
Este razonamiento se apoya además en las características lingüísticas inherentes a estas narraciones. Tienen una estructura gramatical muy sencilla que facilita la comprensión de las frases y utilizan un vocabulario adecuado a la edad de los niños, sin tecnicismos ni términos complejos. Hay que sumarle el componente visual que incorporan la mayoría de los cuentos infantiles, que sirve para ilustrar la narración y para que el niño identifique lo que oye con lo que ve, de modo que alcanza de una forma fácil un aprendizaje significativo.
Cuentos bilingües
Para iniciar a los niños en la lectura en otros idiomas se puede seleccionar entre los numerosos títulos publicados en lenguas extranjeras disponibles en la mayoría de los distribuidores de libros. Al elegir, se debe tener en cuenta que el contenido de la obra se adapte a la edad del pequeño, que la tipografía sea de fácil interpretación y de un tamaño adecuado y que las ilustraciones, en estos casos, cuanto más, mejor.
Los cuentos bilingües permiten a los padres contar la misma historia en dos idiomas, con idéntica estructura y vocabulario
Otra alternativa es recurrir a los denominados cuentos bilingües. La ventaja de estas obras es que ofrecen a los padres la posibilidad de contar la misma historia, con idéntica estructura y vocabulario, en dos idiomas diferentes. Este formato ayuda a los niños a aprender la lengua extranjera de forma intuitiva y por comparación con la lengua base. Se evitan las posibles confusiones si se leen dos obras del mismo título con formato diferente.
Los especialistas los recomiendan, sobre todo, a las familias que educan a sus hijos en un entorno plurilingüe, de modo que si cada uno de los progenitores se dirige a ellos en una lengua diferente, la lectura en ambos idiomas facilita la asociación automática con las historias e ilustraciones del libro. Otra de las ventajas es que en muchos casos destacan un glosario con el vocabulario más significativo de la obra y algunas recomendaciones didácticas para su utilización.
Además de adquirir cuentos en otros idiomas u obras bilingües para la biblioteca propia, los padres pueden recurrir a los recursos para la lectura infantil en lengua extranjera disponibles en la Red, sobre todo en inglés. Algunas páginas web, como Cuentos en inglés, recopilan colecciones de cuentos infantiles en distintos formatos: bilingüe, videocuento o audiocuento.
La web Cuentos para chicos, en castellano e inglés, agrupa también una extensa colección de cuentos clásicos, modernos y fábulas con narraciones en audio y vídeo en las dos lenguas. Por otra parte, Story time forme, una librería on line para niños gratuita, permite a padres e hijos disfrutar de la lectura de libros animados multimedia, cuyas historias se narran en el idioma extranjero.
El portal Storynory recopila en formato audio y escrito numerosas narraciones organizadas por categorías. Incluye historias originales, obras clásicas de los hermanos Grimm, Andersen o Perrault y cuentos educativos para enseñar valores, a la vez que se aprende otra lengua.