Las asociaciones protectoras de animales temen la Navidad. Esta época del año es un reclamo para quienes desean aumentar la familia con un perro o gato. Pero en ocasiones, esa ilusión se convierte en una pesadilla y quien se lleva la peor parte es el animal adoptado. Este artículo destaca cuatro preguntas que conviene plantearse antes de una adopción responsable de perros y gatos en Navidad y destaca la importancia de acostumbrar al perro a la rutina antes de que acaben las vacaciones. Analiza, asimismo, la trágica situación de los animales abandonados tras la Navidad.
Para garantizar que el perro o gato se adopta en Navidad con responsabilidad, hay que plantearse las siguientes cuatro preguntas:
1. ¿Adopto el perro solo por satisfacer los deseos del niño?
No es extraño que los niños tengan la ilusión de convivir con un perro que se convierta en su compañero de juegos. Por ello, los más pequeños pueden motivar la llegada de un animal a casa en Navidad.
Sin embargo, la ilusión de los pequeños no debería ser la única razón para adoptar un can en estas fechas. Este planteamiento marca el camino hacia el fracaso en la convivencia con el perro.
2. ¿Está toda la familia de acuerdo con la llegada de un animal?
Los niños suelen prometer que se harán cargo de los paseos con el perro y sus atenciones, pero no son maduros para tomar este tipo de decisiones. El cuidado del perro es un compromiso de toda la familia. Si no lo hay, es mejor abstenerse de tener un animal en casa.
Un compromiso firme de cuidar al perro, sacrificarse para atenderle y dedicarle tiempo es fundamental para garantizar una adopción con buen fin en Navidad. Un solo miembro de la familia que no esté a favor de la adopción puede provocar desavenencias que deriven en el fracaso de la convivencia con el animal.
3. ¿Qué can puedo atender cuando lo adopte?
La Navidad no se puede convertir en la excusa para adquirir un perro de determinada raza, cuyas características se desconocen y cuyas necesidades no se puedan cubrir de manera adecuada. En el albergue San Francisco de Asís de Madrid, de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, «este suele ser uno de los errores más habituales entre los adoptantes«, asegura José Luis Torres, uno de sus veterinarios.
Otro de los errores habituales es adoptar un cachorro cuando se cuenta con poco tiempo libre o acoger un animal que necesita mucho ejercicio, sin haberlo planificado con anterioridad. Un perro más mayor no precisa tanta atención.
4. ¿El perro es un regalo sorpresa?
Un perro no puede ser un regalo sorpresa en Navidad
Los regalos sorpresa de perros adoptados en Navidad no son nada recomendables. En ocasiones, quien recibe el perro o gato no lo ha elegido. No ha podido decidir sobre aspectos tan importantes como su tamaño, sexo y edad.
Una persona que recibe un perro como regalo en Navidad es posible que ni siquiera tenga clara la decisión de tener un animal en casa. «Estos regalos sorpresa suelen acabar en abandonos», afirma Torres.
Acostumbrar al perro a la rutina después de Navidad
Uno de los fallos más frecuentes al adoptar un perro en Navidad es dejarse llevar por el relajo que otorgan las vacaciones en esta época. Torres advierte de que «es un error que el perro adoptado en vacaciones pase todo el tiempo acompañado porque, cuando se retoma la rutina, no estará acostumbrado a la soledad» y puede desarrollar problemas de conducta.
Las vacaciones navideñas sí pueden servir para organizar la nueva vida con el perro con más sosiego, pero siempre con la mirada puesta en la realidad de los horarios del día a día en casa.
Según un estudio de la Fundación Affinity, tres meses después de las fiestas navideñas, un 11,2% de los perros que entran en los albergues provienen de regalos de Navidad. “Una vez que el cachorro ha crecido y se pasa la ilusión del regalo del perro en Navidad, comienzan los problemas en casa porque nadie quiere hacerse cargo del animal”, asegura Arancha Sanz, responsable del gabinete jurídico de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid.
Adoptar un perro en Navidad es una responsabilidad
Las adopciones se deben llevar a cabo de manera responsable durante todo el año. La adopción de un perro en cualquier época del año es una alternativa solidaria y muy recomendable. Pero si se eligen las fechas navideñas para adoptar, no hay que caer en el error de que la entrada del animal en casa se convierta en un mero capricho pasajero.
Según el estudio, el 6% de las personas que adoptan creen que podrán devolver el perro en caso de cambiar de opinión. En 2010 se abandonaron en nuestro país 109.074 animales. Los albergues están llenos de perros y gatos que esperan la oportunidad de encontrar un nuevo hogar. La adopción es necesaria para paliar las consecuencias del abandono y, además, un animal adoptado es el ser más agradecido del mundo, opina Cristina García, presidenta de la Asociación Galgos Sin Fronteras.
“Los perros que han sido maltratados, a los que se les han negado caricias, cariño y las atenciones mínimas para vivir con dignidad, agradecen mucho que se les dé una oportunidad de disfrutar de una existencia normal”, subraya.