La edad del perro se refleja en los dientes, ya que el desgaste de la dentadura es una de las características del envejecimiento. Pero, ¿es cierto que un año humano equivale a siete años del perro? No, el cálculo de siete años caninos por cada año humano carece de base científica. Así se explica en este artículo, donde además se destaca cómo calcular la edad del can, por qué un año canino no equivale a siete años humanos y cómo los perros grandes viven menos años, si bien cuanto mejor es la calidad de vida del perro, mayor es su longevidad.
La edad del perro en los dientes
El desgaste de los dientes es el mejor indicador para conocer la edad de un perroLos veterinarios averiguan la edad de un perro a través de sus dientes. Según el desgaste de su dentadura, pueden hacer un cálculo aproximado de la edad del can, explica Miguel Ibáñez, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Cuando una persona recoge un perro de la calle o lo adopta en un albergue donde tampoco sepan con exactitud su edad, fijarse en los dientes será la forma más fiable de saber sus años.
Por este motivo, para calcular la edad del perro, es preciso saber cómo se modifica la dentadura del can con los años. De manera aproximada, el cambio de los dientes «de leche» por los definitivos se desarrolla de la siguiente manera:
A los cuatro meses, cambian los incisivos centrales «de leche» por los definitivos. A los cuatro meses y medio, lo hacen los incisivos de los extremos y a los cinco meses, los colmillos.
Con un año, los dientes son blancos y los incisivos conservan la forma característica de flor de lis (tres lóbulos, el central más prominente).
A partir del año de edad, comienza el desgaste progresivo de las piezas dentales.
Entre los dos y los dos años y medio desaparece la flor de lis en los incisivos inferiores centrales (palas).
Entre los tres y tres años y medio también desaparece el dibujo de la flor de lis en las palas superiores.
Entre los cuatro y cuatro años y medio, el dibujo ya no es visible en los incisivos medianos inferiores y entre los cinco y seis años, en los incisivos de los extremos.
A partir de los seis años, los dientes continúan su desgaste, sin poder establecerse una edad con cierta exactitud. El desgaste de los dientes depende de los hábitos del perro (juega con piedras, intenta romper alambradas).
Otro signo que ayuda al veterinario a determinar la edad del perro es el color de las piezas dentales: cuanto más amarillos, más mayor es el perro. El sarro y la falta de dientes también indican que el perro tiene más edad.
¿Un año humano equivale a siete años del perro?
En cuanto a la conocida equivalencia que iguala un año humano con siete años del perro, Ibáñez comenta que «es un cálculo que no se corresponde con la realidad», ya que no es equiparable la edad humana con la canina. La razón es que «somos especies muy diferentes, que no tenemos la misma gestación ni la misma evolución vital», añade Ibáñez. Equiparar siete años del perro con uno humano carece de base científica, defiende el veterinario. «En todo caso, puede servir como patrón de referencia o como estimación, pero no es una forma rigurosa de estimar la edad del perro».
Como la esperanza de vida de las personas ha aumentado en determinados lugares del mundo, el factor multiplicador, en todo caso, tampoco es exacto, afirma Ibáñez. «Habría que dividir 80 años de media de vida de una persona entre unos 14, que es la media canina». El resultado entonces no es siete, sino algo menos de seis.
Sin embargo, según el veterinario Juan Antonio Aguado, sí se puede establecer cierta equiparación entre edad humana y canina, a partir de las diferencias entre ambas especies. El primer año de vida de un can equivaldría, de manera aproximada, a los 12 o 14 años de una persona. La similitud se establece porque el desarrollo óseo del perro se ha completado y alcanza su madurez sexual. Por otro lado, el segundo y tercer año de edad del perro puede equivaler a los 20 o 30 años de una persona. El can ya ha alcanzado la madurez y se completa el desarrollo en todas las razas.
Los perros grandes viven menos años
Un perro puede vivir más años que otro. Cada can tiene su propio recorrido vital, que depende de factores genéticos, como su tamaño. Los perros más pequeños suelen vivir más que los grandes, pero «la razón no está clara», asegura Ana Megías, veterinaria. En cualquier caso, el hecho de que un perro grande tenga más desgaste óseo (por su mayor peso corporal) es una de las explicaciones que se barajan.
Un mastín de 80 kilos tiene una esperanza de vida media de ocho a diez años, mientras que un perro de raza pequeña puede vivir hasta 14 o 16 años, incluso más. Para extrapolar la edad canina a la humana, tendremos que multiplicar por múltiplos de 6 (razas más grandes, con menor esperanza de vida) o 9 (perros más pequeños y más longevos). Un yorkshire de 14 años puede tener una edad aproximada de 84 años (14 por 6) en una persona, frente a un perro de raza gigante con solo 10 años, que equivaldría a unos 90 años humanos.
Con respecto a las razas más o menos longevas «siempre hay excepciones, pero los canes braquicéfalos o muy chatos, como el bulldog o el bóxer, tienen más problemas respiratorios, que afectan a la función cardíaca». Estas dolencias influyen, de forma negativa, en el número de años que viven.
Un perro bien cuidado tiene mayor calidad de vida y morirá más tarde
Las vacunas, cuidados, revisiones veterinarias y la calidad de la alimentación del perro son factores que fomentan que viva más años. Sin embargo, la obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo para la salud de los perros que viven en un piso, apunta el veterinario Miguel Ibáñez.
El número de años que vive un perro es importante para sus dueños, pero lo fundamental es que el animal disfrute de una calidad de vida adecuada y que esté bien cuidado por sus propietarios. La cuestión no son los años que el can vive, sino cómo lo hace. La felicidad del animal será posible si tiene el cariño de su familia humana, así como sus necesidades cubiertas de manera adecuada.