Con los gatos hay que tener especial cuidado para mantenerlos bien hidratados, ya que tienden a beber poca agua y son sibaritas a la hora de ingerir líquido. En este artículo se explica por qué los gatos son poco bebedores de agua, las consecuencias para la salud de un gato deshidratado y tres curiosidades sobre el gato y el agua que ingiere.
Gatos poco bebedores de agua
Los gatos tienden a beber poca agua, por lo que conviene motivarles para que ingieran líquidoQuienes conviven con gatos pueden quedar sorprendidos al ver a sus felinos con la cabeza bajo el grifo de la bañera, a la espera de que caigan gotas, en vez de acudir a su cuenco con agua. Conocer los gustos del gato a la hora de beber agua ayuda a que ingieran el líquido que necesitan para evitar problemas de salud, tanto urinarios como renales.
Los ancestros de los felinos domésticos actuales son, según explica Emily Badarako, veterinaria especialista en felinos, «los gatos salvajes africanos quienes, debido a la escasez de agua de los ecosistemas que habitan, adaptaron sus necesidades de ingestión de líquido para sobrevivir».
Sin embargo, la deficiente ingestión de agua favorece en los gatos la aparición de una afección habitual que consiste en la cristalización de la orina. Esta dolencia les provoca dolor e infección en su aparato urinario. Esta tendencia del gato a beber poca agua implica un alto riesgo de que el felino tome menos cantidad de agua de la que precisa para estar sano.
La cantidad habitual de agua que un gato bebe cuando está bien hidratado es de entre 50 y 100 mililitros por kilo de peso al día. Cuando el felino supera ese límite, puede deberse a causas como un mal funcionamiento renal. No obstante estas cifras de ingestión de agua son relativas, ya que varían en función de circunstancias, como que el gato tome agua a través del pienso húmedo o que las altas temperaturas provoquen que tenga más sed y beba más.
Cómo lograr que el gato beba el agua que necesita
Las altas temperaturas estivales y el hecho de que el gato ingiera pienso seco son dos motivos que pueden acelerar la deshidratación del felino. Unas sencillas pautas en casa previenen que el gato tenga en su organismo menos agua del que precisa para que su sistema urinario funcione sin problemas, entre ellas:
Ofrecer al gato agua limpia y fresca. El felino es sibarita a la hora de beber agua y evitará ingerir líquido de un recipiente poco aseado y con agua caliente o sucia. El gato tomará agua sin problema, por el contrario, si la cambiamos a diario y mantenemos el cuenco limpio.
El material del recipiente que contiene el agua para el gato también es importante para que el felino beba lo suficiente como para estar bien hidratado. El plástico aporta al agua que contiene un sabor que desagrada al felino. Sin embargo, el plato de acero inoxidable o aluminio mantiene
el agua más fresca y libre de sabores extraños que repelan al animal a la hora de ingerir líquido. «Al gato le gusta que el agua rebose en su cuenco; que no sea escasa la cantidad disponible de líquido del recipiente», explica Badarako.
El agua corriente le gusta al gato. Al felino le atrae beber agua de los grifos y el mercado ha buscado una solución para satisfacer la forma de beber agua de los gatos. «Las pequeñas fuentes que funcionan con un circuito cerrado permiten que el felino beba agua corriente», comenta Ana Cameno, veterinaria.
Estos bebederos funcionan con energía eléctrica y su precio oscila entre los 20 y los 80 euros, según las características del modelo, que puede ser de plástico o de cerámica.
El pienso húmedo complementa a través de la dieta la hidratación del felino
Complementar la dieta del gato con pienso húmedo. Los expertos en gatos, como Raquel Sierro, de la Asociación Felina Española, recomiendan que el felino ingiera al menos una vez a la semana pienso húmedo, con el fin de ayudarle a mantener un óptimo nivel de hidratación. De esta manera, se compensa la cantidad de líquido que el gato pueda no ingerir durante el día.
Ofrecer al gato varios puntos en casa donde abastecerse de agua. Varios cuencos con agua limpia y fresca en casa es una táctica para lograr que el gato beba la suficiente agua. Esta técnica es útil en caso de felinos muy mayores que tienen escasa movilidad y cuando conviven varios animales en la misma casa.
Consecuencias para la salud de un gato deshidratado
Un gato que bebe menos cantidad de agua de la que precisa para estar sano presenta las mucosas secas (nariz), se muestra decaído y desarrolla escasa actividad. Los felinos de pelo largo, de edad avanzada, los que padecen afecciones renales o son diabéticos deben estar muy bien hidratados y protegidos de las altas temperaturas, sobre todo en verano.
Los efectos para la salud de un gato que no toma la suficiente agua pueden causar, en casos extremos, la muerte del animal. El aparato urinario y los riñones también sufren las consecuencias de una escasa ingestión de agua, sobre todo en el caso de gatos que padecen afecciones en estos órganos.
«Un gato que bebe poca agua y está deshidratado tenderá a formar con más facilidad cristales en la orina», explica Javier Zorriqueta, veterinario especializado en gatos.
La falta de agua en el gato también afecta a su funcionamiento renal, agrava los síntomas de los felinos con problemas respiratorios y que padecen estreñimiento, comenta Tania Velasco. «Los gatos ancianos pueden deshidratarse con más facilidad que los jóvenes porque no gestionan de manera correcta los mecanismos de la sed».
Los casos de felinos que padecen deshidratación son frecuentes, afirma Velasco, quien aclara: «Suele tratarse de animales con problemas orales, en las vías respiratorias o en los riñones, que pierden capacidad de concentración de la orina y como ingieren poco líquido se deshidratan con facilidad».
El gato que vive en la naturaleza ingiere gran parte del líquido que precisa su organismo a través de la ingestión de la sangre y fluidos que contienen las pequeñas presas que caza al día en varias ocasiones, como roedores o pájaros.
El gato tiene su origen en zonas desérticas, por lo que su metabolismo está adaptado a ingerir escasa cantidad de agua y a concentrar la orina para minimizar la pérdida de líquidos.
La piel es un órgano externo que refleja de manera clara el grado de hidratación. Por ello, un truco para saber si el gato está bien hidratado es coger un pliegue de la piel de su cuello. Si la piel se muestra elástica y vuelve a su lugar con rapidez, indica que el felino está bien hidratado.