Hoy, 27 de julio, se celebra el Día Internacional del Perro Callejero para concienciar sobre la situación de abandono y maltrato que viven los perros abandonados en la calle. Los canes callejeros quedan despojados de alimento, agua y techo. Y lo que es peor: del cariño, amor y caricias de unos dueños responsables. En este Día Internacional del Perro Callejero se recuerdan tres cuestiones esenciales: algunos albergues solo admiten perros callejeros, el maltrato que sufren los perros vagabundos y el llamamiento a la responsabilidad para los dueños de animales.
Fue un estudiante chileno quien creó en 2008 el Día Internacional del Perro Callejero
El Gobierno ucraniano ordenó sacrificar a los perros callejeros para dar una «buena imagen» a los visitantes que llegaron al país con motivo de la Eurocopa. El desamparo que viven estos animales conmovió a un estudiante chileno que decidió, el 27 de julio de 2008, tomar la iniciativa de crear conciencia sobre la situación de estos perros con la conmemoración de un Día Internacional. Esta iniciativa no solo tuvo respuesta en Chile, sino también en el resto del mundo, por lo que se declaró el 27 de julio como Día Internacional del Perro Callejero.
Responsabilidad en el Día del Perro Callejero
En el Día Internacional del Perro Callejero, las protectoras hacen un llamamiento global a la responsabilidad de los dueños. El papel de la Administración para educar en el respeto hacia los animales es fundamental para conseguir una sociedad donde no haya perros que vaguen por la calles sin dueño.
«Si queremos que no haya perros abandonados en las calles, debemos movilizarnos más y reclamar a los ayuntamientos que hagan más campañas de concienciación e información», señala Arancha Sanz, portavoz y responsable del gabinete jurídico de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid (SPAP). El fin es evitar que se abandone de manera impune «a un animal que no se puede defender por sí solo en la calle».
Las sociedades protectoras de animales aprovechan esta jornada para concienciar sobre la necesidad de llevar a cabo campañas de sensibilización respecto a las consecuencias de abandonar un perro en la calle. Poner en marcha acciones para promover la esterilización, que eviten futuros abandonos de cachorros, es otro de los caballos de batalla de estas asociaciones.
Albergues que solo admiten perros callejeros
Muchas sociedades protectoras españolas solo recogen perros callejeros
En la mayoría de las sociedades protectoras de animales españolas solo se recogen perros callejeros. En el caso de la SPAP, el 90% de los animales proceden de la calle, según asegura Arancha Sanz. La cifra es similar a la que estiman otras asociaciones de defensa animal, como El Refugio.
La razón de que estos albergues solo acojan a perros sin techo (y no a los que llevan sus propios dueños) es que están «desbordados». «Los albergues estamos saturados y no queremos tener a los animales hacinados. Si acogiéramos a todos los perros que nos trae la gente, no daríamos abasto», lamenta Sanz.
Perros vagabundos maltratados
El centro de recogida municipal de animales Los Cantiles, de Rivas (70.000 habitantes), en Madrid, recoge cada año 840 animales de la calle. Algunos perros «están en buenas condiciones porque es el propio dueño que les abandona quien avisa por teléfono de dónde está el animal, pero otros llegan en muy malas condiciones», comenta Gregorio Sánchez, responsable de Los Cantiles. El abandono de mascotas es un delito castigado por el Código Penal.
Las pulgas y las garrapatas son habituales en muchos animales callejeros, así como las heridas y golpes en el cuerpo y las secuelas psicológicas. Según Gregorio Sánchez, el 5% de los perros callejeros que llegan a su centro han sufrido malos tratos físicos. Un caso frecuente con los cachorros es el siguiente: el dueño les abandona en la calle y, a medida que crecen, el collar se les queda pequeño y les presiona en el cuello hasta provocarles graves heridas. Por otro lado, el 20% de los perros que llegan de la calle al centro Los Cantiles han sufrido malos tratos psicológicos, ya sean encierros, aislamiento o castigos.
La otra cara de la moneda recae en personas solidarias y concienciadas que avisan a los servicios de recogida cuando ven un perro que vaga solo por la calle. Según Sánchez, el 80% de los animales que recogen en el centro de Rivas proviene de avisos de particulares. Los cachorros callejeros son cada vez más numerosos. «La única solución es esterilizar a los animales y evitar que las perras paran de manera descontrolada», recuerda Arancha Sanz.