Aprender a obedecer la norma siéntate no es difícil para un perro, si se comienza cuando es un cachorro. Este artículo explica cómo lograrlo en cinco pasos sencillos, entre ellos, utilizar los premios y lograr captar la atención del can con juegos.
Aprender la orden de sentarse puede ser un primer paso para aprender otras pautas. «Esta orden mejora la disposición del perro para hacer otras cosas como acudir a la llamada, no moverse o tumbarse», explica Helena Bat, educadora canina.
De esta manera, se rompe el hielo y el perro comienza a familiarizarse con las normas básicas de obediencia. Pero, ¿cómo conseguir que el perro se siente tras la orden dada por el dueño? Las siguientes pautas ayudan a lograrlo.
1. Los cachorros aprenden mejor la orden de sentarse
La mejor edad para educar a un perro y enseñarle la orden de sentarse es cuando tiene entre dos y seis meses. Los cachorros son una esponja y en esta fase vital necesitan más atención por parte de sus dueños, con el fin de sentar unos cimientos adecuados que sirvan para desarrollar un perro adulto equilibrado.
Por ello, hay que procurar que el perro comience a acatar la orden de sentarse desde cachorro. A esa edad es más fácil que interiorice este tipo de órdenes y sea cada vez más disciplinado para obedecer a su dueño.
2. Premios y no castigos para que el can aprenda
Lograr que el perro se siente no es complicadoEl refuerzo positivo para conseguir que el perro se siente a la orden del dueño es muy efectivo. El uso de cualquier objeto que le guste al perro y llame su atención, como un juguete o una bola de pienso, actuará como reclamo para conseguir que el can acate la orden de sentarse.
El objeto debe sujetarse con la mano, para que quede por encima de la cabeza del perro. De esta forma, se consigue que el perro preste atención y entienda que el juguete será su premio si hace lo que le decimos.
3. Lograr captar la atención del perro
Para que el perro se siente hay que conseguir que esté atento y concentradoHay que asegurarse de que el perro está atento y concentrado en lo que le ordenamos o pedimos. Para conseguirlo, es importante usar determinados gestos y palabras para acompañar la orden de «siéntate».
Primero debemos llamar al perro y solicitar que nos mire a la cara y esté atento a lo que le vamos a pedir. Para conseguirlo bastará con levantar la mano donde tenemos el premio para el can (bola de pienso o juguete).
Cuando el perro nos mire a la cara y esté concentrado en lo que le decimos, podemos decir: «siéntate». Una vez que el perro acata la orden, le ofrecemos su merecido premio al perro, con felicitaciones verbales y caricias.
4. Repetir la orden siéntate pero sin aburrir al can
Conviene repetir el ejercicio de entrenamiento de la orden «siéntate» a lo largo del día pero sin insistir demasiado, para evitar agobiar al perro. «Hay que recordar la orden para que el perro se siente cuatro veces más durante uno o dos minutos, con eso es suficiente», explica Bat.
Jugar con el perro es una forma adecuada de aprovechar los ratos de relajo con el can para que aprenda a acatar normas y órdenes, como «siéntate», de manera lúdica.
5. Recordar la orden en distintos escenarios
Conviene repetir la orden «siéntate» en distintas circunstancias y escenarios en los que se puede necesitar, como a la hora de comer.
El momento de la comida, sobre todo si hay varios perros en casa, puede ser el desencadenante de nervios y peleas. La orden siéntate es eficaz para lograr que el can permanezca quieto y sentado mientras que llega la comida.
La orden «siéntate», repetida antes de las comidas, consigue que el perro aprenda a controlarse.
Otros escenario en el que hay que aplicar la orden de sentarse con el perro es en los bordillos de la acera, antes de cruzar la carretera.
«De esta manera se enseña al perro la importancia de no atravesar la carretera cuando pasan coches y se evitan situaciones de peligro», explica la educadora canina.
La educación del perro debe ser global, y no solo centrarse en que ejecute una o dos órdenes. El perro debe estar socializado y comportarse de manera adecuada, tanto dentro como fuera de casa,
Para el educador canino Miguel Velasco “no sirve de nada enseñar al perro a sentarse si luego tiene problemas de conducta cuando sale a la calle porque no sabe relacionarse con otros perros, o es miedoso”.
La mayoría de los dueños que solicitan los servicios de educadores caninos acuden con perros a los que nunca se les han marcado ninguna norma.
Este es el caso de la consulta de la educadora canina Helena Bat, donde el 90% de los perros que atiende (cinco al mes) no han recibido nunca órdenes ni pautas de comportamiento,