Los galgos son perros tranquilos, hogareños y buenos compañeros de los niños. Pero también son grandes velocistas, lo que les convierten en canes codiciados por los cazadores y por quienes apuestan de manera ilegal en las carreras de galgos. Los desaprensivos se ceban con esta raza de corredores: les abandonan y ahorcan cuando no les sirven para las carreras y la caza. En este artículo, se explica la lucha contra el maltrato del galgo en España e iniciativas populares, las características del galgo, un animal noble y agradecido, y el caso real de un galgo maltratado, Caramelo.
Cada año se sacrifican y maltratan miles de galgos en España, tras la temporada de caza
La situación de maltrato de los galgos en España continúa igual que hace diez años, asegura Cristina García, presidenta de la asociación Galgos Sin Fronteras. «Estos perros sufren aún barbaridades a manos de personas muy crueles que solo los consideran máquinas de correr, cazar y criar», añade.
Hembras que viven en condiciones higiénico-sanitarias inadecuadas y paren de manera descontrolada, galgos que son ahorcados o sacrificados con un tiro en la cabeza cuando ya no sirven para la caza o no son buenos corredores. Estas son algunas de las situaciones que viven cada año los galgos en España. Según Antonio Zorrilla, presidente del Club Nacional del Galgo Español, en España hay 60.000 galgos, de los que alrededor del 10% se abandonan y sacrifican. Sin embargo, los datos de la Asociación BaasGalgo apuntan a que son 50.000 galgos los abandonados, maltratados y ahorcados cada año en España.
Lucha contra el maltrato del galgo en España
La solución para evitar el maltrato, tortura y abandono de estos esbeltos perros pasa, según Zorrilla, por evitar la crianza indiscriminada de galgos. Pero también es importante controlar, denunciar y sancionar a quienes abandonan y maltratan a estos amigables y bondadosos perros.
Las asociaciones que protegen a los galgos en España trabajan cada día para salvar a estos perros del maltrato y del abandono. «Cada vez hay más personas que se animan a adoptar galgos porque se dan cuenta de que son un excelente compañero con quien compartir el hogar«, afirma la presidenta de Galgos Sin Fronteras.
Los datos de otras asociaciones de protección de galgos lo confirman. Es el caso de BaasGalgo, donde el número de adopciones ha aumentado un 25% durante los últimos cinco años.
Iniciativas populares contra el maltrato de los galgos
Las asociaciones de protección animal se preocupan por la situación que viven los galgos en España. Por ello, han puesto en marcha iniciativas como la recogida de firmas para solicitar el fin del maltrato de los galgos en Castilla-La Mancha.
La Asociación Defensa Derecho Animal ha conseguido recoger 27.603 firmas, con las que esperan conseguir que el Gobierno autonómico reforme la ley de protección animal de esta comunidad, donde la población galguera es mayor. Se espera así erradicar el maltrato y abandono de estos perros.
El galgo: un animal noble y agradecido
Nobles, agradecidos, tranquilos, dormilones, adaptables y muy inteligentes. Así describe a los galgos Beatriz Marlasca, presidenta de BaasGalgo. Estos perros duermen 16 horas al día y no necesitan ejercicio físico extra por el hecho de ser perros velocistas (alcanzan los 50 kilómetros por hora). El único «defecto» es que, si no conviven desde cachorros con gatos, la relación entre ellos no es fluida.
El galgo es un perro cariñoso, que deja huella en quienes conviven con él
El galgo es un animal que deja huella a quien lo tiene como compañero vital. «Quien tiene un galgo y le cuida, tras su muerte, repite experiencia», asegura Beatriz Marlasca, dueña de Tren, un galgo que murió hace unos meses, tras once años de feliz convivencia en su casa.
Tren llegó a manos de Marlasca destrozado: tenía una soga al cuello y todo el cuerpo lleno de perdigones y parásitos, desnutrido y deshidratado. Tristemente, el caso de este galgo maltratado no es una excepción, sino que se repite miles de veces cada año, tras la temporada de caza en España.
Los dueños responsables saben apreciar el carácter fiel y leal de los galgos. «No todos los galgueros ahorcan y abandonan a sus perros. Los hay que los cuidan muy bien y los tienen hasta que mueren de viejos», asegura Zorrilla.
Caramelo fue un galgo maltratado que tuvo un final feliz. Beatriz Marlasca cuenta con emoción cómo este galgo sobrevivió al maltrato. “Lo primero que nos llamó la atención fue que, por su tamaño, debería pesar alrededor de 27 kilos y, sin embargo, pesaba 17. Caramelo estaba consumido por la infección que el plomo de un disparo le estaba produciendo en su pata delantera y estaba totalmente deshidratado”, recuerda Marlasca.
Este galgo maltratado de manera brutal fue rescatado de una muerte segura, aunque hubo que amputarle una pata para salvarle la vida. Tras meses en una casa de acogida, donde se recuperó de sus heridas físicas y psicológicas, Caramelo hoy vive feliz con una familia en Reino Unido, en compañía de otro galgo adoptado.
Por desgracia, no todos estos esbeltos perros maltratados tienen la misma suerte que Caramelo. Los hay que no llegan a encontrar almas sensibles que les rescaten del infierno y mueren tras ser torturados y abandonados.