Los juegos con el perro no tienen por qué restringirse a los momentos del paseo al aire libre. Divertirse en casa con el can es una forma sana de estimular la actividad mental de nuestro amigo y de estrechar la relación con él. En este artículo se explica cómo jugar en casa con el perro tiene numerosos beneficios para el can. ¿Sabía que una caja de cartón puede ser un gran juguete para el perro en casa? Se puede transformar en un juguete canino y unirse así a otras propuestas lúdicas, como el juego del escondite o el “tira y agarra“.
Jugar en casa con el perro: beneficios para el can
Jugar, como ocurre en el caso de las personas, estimula la actividad mental del perro. Pero las acciones lúdicas son también una forma de que el can se sienta más feliz a nuestro lado y, por todo ello, los momentos de esparcimiento no tienen por qué limitarse a los momentos de paseos al aire libre. En casa también podemos jugar, y divertirnos mucho, con nuestro amigo de cuatro patas.
Divertirse en casa con el perro es una forma sana de estimular su actividad mental y estrechar la relación con él
El aburrimiento del can se relaciona con algunos problemas de comportamiento del animal, como ladridos excesivos o destrozos de mobiliario. No es extraño que un perro que carece de estímulos en casa padezca ansiedad o, incluso, algunos tipos de depresión. Las propuestas de juego en el hogar pueden ayudar a combatir el aburrimiento del perro.
Una caja de cartón puede ser un gran juguete para el perro
Las alternativas de esparcimiento en casa son numerosas. Conviene tener en cuenta que cualquier objeto o propuesta con el perro en el hogar puede convertirse en una actividad divertida si se hace con cariño y se tienen ganas de pasarlo bien con nuestro can. El único límite es nuestra imaginación.
Una sencilla caja de cartón puede transformarse en un interesante objeto lúdico para compartir con el perro
Una sencilla caja de cartón puede transformarse en un interesante objeto lúdico para compartir con el perro. El tamaño de la caja marca las posibilidades de juego, que se amplían si su tamaño es suficiente como para que el animal quepa en su interior.
Las numerosas posibilidades que ofrece el envoltorio de cartón no son nuevas. La prestigiosa publicación científica ‘Journal of Experimental Analysis of Behavior’ ya recogía en 1969 un amplio estudio acerca de las bondades de este sencillo objeto para adiestrar o mostrar pautas de comportamiento al perro.
La revista aseguraba ya entonces que una sencilla caja estimula las capacidades mentales y psicológicas del animal: el perro puede saltar dentro, es susceptible de convertirse en un escondite para sus juguetes y se transforma en un refugio para el animal.
Transformar la caja de cartón en un juguete canino
No todos los perros se sienten atraídos en un primer momento por una caja de cartón. En estos casos, es útil contar con un estímulo adicional para seducir al animal. El clicker puede ser un interesante reclamo en estos casos. Este es una cajita de plástico con una lámina metálica en su interior, que emite un sonido al presionarla con el dedo y se utiliza para el adiestramiento canino.
La iniciativa de juegos alrededor de la caja de cartón no tiene por qué proceder siempre de nosotros. El perro también puede realizar sus propias propuestas de esparcimiento. En estos casos, conviene premiar a nuestro amigo de cuatro patas con caricias, palabras de ánimo, e incluso, aplausos. Así se refuerzan de forma positiva sus iniciativas de juego.
Esconder juguetes en la caja o premios comestibles (sin abusar de estos últimos, para evitar el sobrepeso del perro) son otra forma de animar el juego con el perro en torno a una caja de cartón.
El juego del escondite con el perro
Esconder el juguete favorito del perro en algún rincón de la casa, o en la caja de cartón, puede ser el principio de un entretenido y saludable juego del escondite. El ruido del clicker, un silbido o una llamada que el animal reconozca sirve para avisar a nuestro amigo de que el juego ha comenzado.
«Tira y agarra», intentar quitar objetos al perro
El perro tiene el impulso natural de agarrar objetos y mantenerlos en su poder. Esta afición canina puede aprovecharse para jugar con el animal y pasar ratos inolvidables en su compañía. Encuentre un juguete suave que no lastime la dentadura del perro, déjeselo y trate luego de quitársleo. Asegúrese de que no tira con demasiada fuerza del mismo.
Recuerde que el juego estimula la actividad mental del perro y es una forma de que el can se sienta más feliz a nuestro lado.
Cualquier objeto o propuesta con el perro en el hogar puede convertirse en una actividad divertida si se hace con cariño y se tienen ganas de pasarlo bien con nuestro can.
Jugar con una sencilla caja de cartón puede estimular las capacidades mentales y psicológicas del animal: el perro salta dentro y es susceptible de convertirse en un escondite para sus juguetes o de transformarse en un refugio para el animal.
Cuando el perro proponga un juego conviene premiarle con caricias, palabras de ánimo, e incluso, aplausos.
Esconder el juguete favorito de su perro en algún rincón de la casa puede ser el principio de un entretenido y saludable juego del escondite con el can.