Maestro perro, ¿puede usted repetir la lección? Los canes no solo son amigos de los niños sino que, además, les ayudan a entender mejor sus tareas en el colegio y a mejorar su concentración en clase. Son las conclusiones de un interesante estudio realizado con prescolares menores de cuatro años, que se explica a continuación.
Niños y perros, buenos compañeros de colegio
Niños que no obedecen, que son propensos a las rabietas o que se distraen con facilidad en la escuela. Tener cerca a un perro en clase puede ayudar a estos pequeños alumnos díscolos, según la investigadora y psicóloga Nancy Gee, de la Universidad de Fredonia, en Nueva York.«La presencia de perros en las aulas preescolares tiene un impacto positivo sobre la capacidad de los pequeños para aprender y realizar las tareas que se les propone», afirma Gee, que ha estudiado la influencia de los canes en la educación en niños menores de cuatro años.
Los resultados de sus investigaciones han sido publicados en la revista científica ‘Antrozoös‘.
Los niños con problemas para realizar una tarea la desarrollan mejor si les guía un perro
Los niños con tendencia a aburrirse con facilidad en las aulas, así como los pequeños con dificultades para aprender mostraron mejoría cuando el maestro humano era sustituido por otro canino. Los profesores perros resultaron ser más eficaces con estos niños.
El maestro perro logra que el niño centre su atención
La relación entre niños y perros va más allá de las palabras. La utilización de los canes en numerosos procesos de terapia asistida con pequeños que presentan alguna discapacidad es solo una pequeña muestra de los beneficios que esta unión tiene.
Niños y canes suelen, además, entenderse bien. Y esta conexión especial es la que ha exprimido Gee para valorar el papel del perro como profesor (o ayudante del maestro bípedo) en las aulas.
Los peludos maestros ayudaron a los niños de un aula de preescolar a concentrarse mejor en las tareas que se les pidieron. Los pequeños debían clasificar unas imágenes, en función de si los dibujos mostraban animales acuáticos o, por el contrario, terrestres.
Ballenas, vacas, peces y gallinas debían ser ordenadas por estos pequeños. Mientras que algunos de los escolares resolvieron la tarea sin dificultad, otros no tuvieron tanta suerte, y fallaron de forma repetida.
La sorpresa para Gee fue comprobar qué ocurría cuando los maestros de cuatro patas, entrenados para interactuar con los infantes, entraron en el aula. «Los niños que antes habían tenido problemas, lograron mucho mejores resultados en presencia de los perros«, dice la psicóloga.
La explicación, según Gee, hay que buscarla en el impacto que los animales tienen sobre la concentración de los pequeños escolares: la compañía del tutor canino centra la atención de los niños y reduce su dispersión.
Es decir, los perros logran que el niño esté más atento y, en consecuencia, que obtenga mejores resultados en los ejercicios escolares que se le plantean.
«Es un error pensar que el perro supone una distracción para los niños, sucede todo lo contrario: ayudan al pequeño a finalizar mejor las tareas propuestas en clase», concluye la investigadora.
Niños y canes no solo son amigos, y buenos compañeros en el viaje del aprendizaje, como revelan las investigaciones de la psicóloga estadounidense Nancy Gee. Además, los perros mejoran la salud del bebé con el que conviven, concluyen varios estudios.
Los canes logran que el pequeño crezca más fuerte. Fortalecen su sistema inmunológico y previenen dolencias infantiles frecuentes como las enfermedades respiratorias y las infecciones de oído, según una de estas investigaciones, publicadas en la ‘Pediatrics‘.