Atención, perro al habla: “¡Tengo hambre!, ¡te quiero y me gustas!, ¿por qué no damos un paseo por el parque?”. Aunque los dueños más aplicados ya entenderán casi cualquier expresión o sentimiento de su mascota, los traductores caninos pretenden ponérselo aún más fácil. Estos artilugios, de aspecto similar al de unos sencillos auriculares para el iPad, descifran los patrones que repite el cerebro del perro y los traduce en palabras humanas. Algunos expertos abrazan esta posible revolución en la comunicación con el perro, pero otros educadores caninos dudan de su eficacia real. Todas las características y opiniones sobre este invento, en el siguiente artículo.
¿Qué diría su perro si hablara? Ya puede saberlo
Los traductores del pensamiento del perro transforman patrones eléctricos del cerebro del can en palabras humanas
¿Qué diría su perro si le preguntara en qué ciudad querría vivir? Y ¿qué contestaría el can si le pidiéramos opinión sobre nuestra nueva pareja? La comunicación entre perros y personas ya no se limita a los ladridos, al lenguaje corporal del can o a entender qué dice el perro con su cola. Un grupo de científicos escandinavos ha desarrollado el primer dispositivo capaz de traducir el pensamiento del can en palabras humanas.
Aunque estos artilugios aún no permiten conocer la contestación del animal a preguntas tan complejas como las planteadas, sí podrían expresar con palabras estados de ánimos del perro como el enfado, el cansancio o el miedo. «Traducir los pensamientos del can al lenguaje humano es más sencillo de lo que parece; basta con aplicar algunos de los conocimientos tecnológicos ya existentes», asegura Eric Calderón, investigador de la Sociedad Nórdica del Descubrimiento y parte del equipo que ha desarrollado el prototipo de este peculiar intérprete canino.
Pero, ¿cómo funcionan estos aparatos? Como en el caso de la comunicación humana, el cerebro canino también repite una serie de señales eléctricas cuando quiere expresar sentimientos concretos, como el cansancio, el hambre, la curiosidad u obligaciones básicas tan cotidianas como la necesidad de orinar. El traductor del pensamiento del perro reconoce estos patrones en la mente del can y transcribirlos en palabras; es decir, los transforma en expresiones tales como «¡estoy cansado!, ¡me gustas!, ¡tengo hambre!, ¡necesito orinar!».
Palabra de perro: ¡tengo hambre!
El traductor para perros tiene un aspecto exterior similar al de unos auriculares para el iPad u otro reproductor de música canina cualquiera. Sin embargo, como sus funciones son algo más complejas, utiliza tecnología como la microcomputación y la electroencefalografía para encontrar patrones de respuesta concretos en el cerebro del animal para poder transcribirlos así al lenguaje humano. Eso sí, los intérpretes del pensamiento canino no son intrusivos, defienden sus inventores, y no provocan ningún tipo de daño al perro.
¿Necesitamos saber qué nos diría el can si pudiera hablar? Parece que sí, o al menos así lo creen los más de 5.500 seguidores con los que ya cuenta el sitio web del No More Woof (No Más Ladridos), nombre con el que estos científicos han bautizado su dispositivo. El proyecto, aún en fase de prototipo, tiene además más de 214 financiadores anónimos deseosos de probarlo.
Perros que hablan, ¿una revolución o un paso innecesario?
Los traductores para perros no son intrusivos y pretenden afianzar la comunicación entre canes y personas, pero cuentan con defensores y detractoresLos traductores caninos prometen contestar (en parte) preguntas hasta ahora más complicadas de conocer cuando tratamos de comunicarnos con nuestro peludo amigo; entre ellas, ¿qué piensa nuestro perro cuando nos mira de una determinada forma? o ¿qué nos diría si pudiera hablar?
«En este sentido, los traductores del pensamiento canino pueden suponer una revolución en la relación entre dueños y perros. Esta tecnología es una herramienta más para avanzar en nuestro conocimiento sobre el can, así como una ayuda para los perros de trabajo y su educación», opina Ricardo Antón, educador canino y autor del blog Educando a mi perro. «Y podrían ser un gran adelanto, no solo para nuestra comunicación con los canes, sino que también abriría un camino muy interesante en la ciencia de la comunicación entre distintas especies», añade este experto.
Otros especialistas, por el contrario, se muestran algo más escépticos con las aplicaciones reales de este tipo de dispositivos. «Humanizar a sus mascotas es una tentación milenaria de las personas y lo más probable es que en unos siglos aparezcan perros que incluso puedan hablar de una forma natural; algunos vídeos en Internet ya muestran canes que entonan palabras y contestan a sus dueños», opina Salvador López, educador canino y autor del blog Lobo descafeinado. Para este experto en comportamiento canino estos traductores son innecesarios. «La magia de nuestra relación con los perros reside en cómo nos comunicamos con ellos sin palabras», añade López. «Me planteo qué ocurriría si se comercializara un aparato similar para bebés, ¿los padres pondrían a sus hijos cables en la cabeza para saber lo que piensan? Yo no lo haría», afirma este educador.
No todos, sin embargo, son tan escépticos. Para algunos expertos caninos como Antón los traductores del pensamiento del perro podrían ayudarnos a entender mejor su lenguaje corporal y sus emociones. «Aunque sean las emociones básicas, como miedo, alegría, rabia o ira, tristeza y afecto o amor, ¡ya sería una revolución!», concluye este especialista en conducta canina.
Descifrar la mente del can es una tarea que intriga a científicos e investigadores, y no solo a este grupo de técnicos escandinavos inventores del traductor para perros.
En este sentido, un equipo de científicos de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, ha diseñado un complejo estudio para conocer qué piensa nuestro perro cuando nos mira a la cara.
Con este fin, los investigadores han creado un aparato para escanear el cerebro canino y descifrar qué piensan nuestros peludos amigos cuando nos ofrecen caras tan expresivas como solo ellos saben dar.