La contaminación atmosférica produce más de dos millones de muertes prematuras anuales en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El humo de los coches, y en especial de los diésel, es uno de los principales responsables. Por ello, diversas instituciones están planteando sacar a estos vehículos de las calles. Este artículo señala las iniciativas para reducir el uso de los coches diésel, los inconvenientes de este sistema, y cómo reducir su contaminación.
Iniciativas para reducir el uso de los coches diésel
En Londres se producen unas 4.300 muertes prematuras al año relacionadas con la mala calidad del aire, según su alcalde, Boris Johnson, que apunta a los coches diésel como uno de sus principales culpables. Por ello, el edil de la capital británica ha propuesto reducir el número de estos vehículos entre 150.000 y 300.000 mediante ayudas de hasta 2.000 libras (2.522 euros) para quienes los sustituyan por otros modelos menos contaminantes.
España es uno de los países con más coches diésel de Europa, que contaminan más que los de gasolinaEn París, las autoridades municipales restringieron en marzo el tráfico rodado ante los elevados niveles de contaminación atmosférica registrados. Se trataba de la primera vez en 20 años que se tomaba una medida así. En Francia los coches diésel son mayoría: En 2011 supusieron el 72% de las ventas de coches y el 60% del parque móvil. El informe de la Comisión Europea (CE) «Clean Air for Europe» (Aire limpio para Europa), señala que la contaminación por micro partículas (directamente relacionada con el diésel) causa en Francia 42.000 muertes anuales.
En España, uno de los países con más coches diésel de Europa, junto a Francia y Bélgica, el Gobierno ha planteado en varias ocasiones nuevas tasas a las emisiones de partículas contaminantes y de dióxido de nitrógeno (NO2), que en el caso de los diésel son superiores a los de gasolina, aunque la decisión no se ha hecho efectiva.
Inconvenientes del diésel
El motor diésel, inventado en 1893 por el ingeniero franco alemán Rudolf Diesel, consume menos combustible que el de gasolina. En la actualidad, según diversas fuentes, entre seis y siete de cada diez vehículos matriculados en España utilizan dicha tecnología, un fenómeno que los expertos denominan «dieselización».
Juan Barcena, responsable del área de contaminación de Ecologistas en Acción, explica que «en su momento se incentivó su compra haciendo más barato el gasoil que la gasolina vía impuestos, ya que también se consideró más favorable desde el punto de vista del cambio climático (emite menos dióxido de carbono, CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero).»
Al aumentar el parque de vehículos diésel, la contaminación atmosférica también lo ha hecho. Estos motores emiten más micro partículas de hollín y NO2 que los de gasolina. En 2012, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC en sus siglas en inglés), el grupo de la OMS que señala las partículas que ocasionan dicha enfermedad, afirmó que las emisiones de los coches diésel causan cáncer de pulmón. Además, los responsables de este informe señalaron como «evidencia limitada» que también aumenten el riesgo de cáncer de vejiga.
Los científicos también recuerdan que dichas partículas, gracias a su diminuto tamaño, se cuelan en los alveolos pulmonares y en la corriente sanguínea al ser inhalados. De esta forma, pueden producir diversos problemas respiratorios y cardio cerebro vasculares. Por ejemplo, multiplican por 27 la potencia alergénica del polen, según GT Motive, una empresa española dedicada al desarrollo de herramientas de valoración de siniestros.
Además de los motivos ambientales, los coches diésel ya no salen tan rentables como antes en comparación con los de gasolina y solo se recomiendan «a largo plazo» para quienes hacen una «enorme cantidad de kilómetros anuales», explica Diego Liarte, experto de la web especializada Freno Motor.
Cómo reducir la contaminación de los diésel
La legislación comunitaria es cada vez más exigente, y la tecnología ha avanzado en las últimas décadas. La norma Euro 1, introducida en la Unión Europea (UE) en 1993, ha aumentado en sus sucesivas actualizaciones las restricciones de los límites de emisiones contaminantes. La actual norma, la Euro 6, vigente desde septiembre de 2014, exige que los diésel nuevos no emitan más de 80 miligramos (mg) de NO2 por kilómetro recorrido (los de gasolina 60 mg/km). La Euro 5 marcaba el límite en 180 mg/km para los diésel.
Los filtros son una forma de evitar que las partículas nocivas acaben en el aire. Sin embargo, pocos coches diésel los llevan. Según un artículo de la revista Sciences et Avenir, solo un 23,8% de los vehículos diésel en circulación en Francia tenían en 2012 dichos filtros.
Otra forma de reducir la contaminación de los diésel, según GT Motive, es el sistema Ad Blue, que inyecta un aditivo en los gases de escape para separar las partículas. Además, para reducir el consumo de combustible en general y de las emisiones, recomiendan tener a punto el vehículo, en especial las bujías, el catalizador, el filtro del aire y los neumáticos.
En opinión de Bárcena, aunque el problema de los diésel «es real y tiene su importancia, los poderes públicos españoles se empeñan en tratar de resolver la contaminación sólo con medidas tecnológicas, sin restringir el uso del coche».