La Unión Europea (UE) aprobó en 2014 el etiquetado que debe aparecer desde entonces en todos los productos pesqueros. Pero, a pesar del tiempo que lleva la normativa en vigor, la mayoría de los consumidores no son conscientes de las “nuevas” etiquetas, por lo que corren más riesgo de ser engañados o de apoyar sin querer la pesca insostenible o ilegal que daña el medio ambiente marino. Este artículo señala que los consumidores desconocen las nuevas etiquetas del pescado, las claves para identificarlas y que el pescado sostenible también tiene etiquetado.
El etiquetado de los productos de pesca y de cría (acuicultura) vendidos a consumidores y empresas de hostelería viene regulado por una norma de la UE que se aplica desde 2014. A pesar de llevar en vigor todo este tiempo, los consumidores no son en general conscientes de ello y, por tanto, corren más riesgo de comprar productos pesqueros que no son lo que dicen ser o de apoyar sin darse cuenta a un tipo de pesca que destruye los mares. A nivel nacional no hay estadísticas o estudios al respecto en los últimos años, aunque sí, en cambio, las hay a nivel regional de varias administraciones u ONG.
«El etiquetado obligatorio para los productos de pesca no se está aplicando en la mayoría de los casos»María José Cornax, directora de pesca de Oceana en Europa, asegura que «en la mayoría de los casos el etiquetado obligatorio no se está aplicando». Según Cornax, «un estudio a nivel europeo publicado recientemente indicaba que el fraude en el etiquetado en pescado fresco y congelado había disminuido y se situaba en torno a un 4,9%. Sin embargo, no se analizaban ni los restaurantes ni la ausencia del etiquetado reglamentario. Estudios de Oceana en las propias cantinas de las administraciones europeas encontraron niveles en torno al 20%, con sustituciones tan flagrantes en algunos restaurantes como la venta de panga por bacalao«. Asimismo, Oceana lanzaba en escasas fechas unas encuestas en varios Estados miembros de la UE para evaluar el nivel de conocimiento de la población sobre pescado y sobrepesca. En España, el informe mostraba que un 80% de los encuestados desconoce que los stocks pesqueros están sobrexplotados, a pesar de que un 91% de los españoles consume pescado al menos una vez a la semana.
A finales del 2016, una encuesta en 140 pescaderías de 15 mercados de Barcelona, realizada por el Gobierno de Cataluña, el Instituto de Mercados Municipales del Ayuntamiento de Barcelona, el Gremio de Pescaderos y la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores, concluyó que la mitad de los consumidores catalanes desconoce las obligaciones del etiquetado y confía en la información de su pescadero de confianza. «Se pone en relieve la necesidad de hacer campañas para informar al consumidor sobre sus derechos sobre el etiquetado de pescados y mariscos», asegura Celia Álvarez, del Programa Marino de WWF España.
Claves para identificar el etiquetado de la pesca
Los productos deben llevar la siguiente información, como se muestra en el ejemplo de imagen de etiqueta:
- Denominación comercial del producto y su nombre científico, que deben corresponder con las que contiene la lista oficial de cada país de la UE.
- Método de producción, utilizando los siguientes distintivos: «pescado en…», «capturado en…» o «de cría…».
- Zona de captura / País y masa de agua / País de producción. En el caso de la pesca marítima, la zona de captura es la zona, subzona o división FAO en la que se ha pescado el producto. En el caso de la pesca en agua dulce, es necesario especificar el nombre de la masa de agua (río, lago, etc.) y el país en el que se ha capturado el producto. Y el pescado de cría debe mostrar el país de producción.
- Artes de pesca empleadas. En el caso de la pesca marítima o de agua dulce, se debe mencionar de acuerdo con una de las categorías siguientes: «redes de tiro», «redes de arrastre», «redes de enmalle y similares», «redes de cerco y redes izadas», «sedal y anzuelo», «rastras» y «nasas y trampas».
- Fecha de caducidad / Consumir preferentemente antes de…: si el producto es descongelado, fecha de duración mínima y de caducidad y alérgenos.
- Otra información, si bien es voluntaria: el puerto y la fecha de desembarque, un código de respuesta rápida (QR) y la etiqueta de certificación.
«Esta información es fundamental para realizar una compra responsable de pescados y mariscos», subraya Álvarez, quien recomienda para conseguirlo la «Guía de pescado para un consumo responsable» y la campaña de sensibilización a nivel europeo «Fish Forward» de WWF.
El pescado sostenible también tiene etiqueta
Una forma de saber si los productos provienen de una fuente sostenible es buscar sellos como MSC, para los procedentes de pesca extractiva, o ASC, para peces de cultivo. Laura Rodríguez, directora de MSC en España y Portugal, señala que los productos certificados con este sello llevan la información legal y, además de esta ecoetiqueta azul, el número de Cadena de Custodia y una frase que indica que proviene de una pesquería certificada: «Recomendamos a los consumidores que busquen el sello azul MSC y que, además, miren la información de origen y especie porque les puede dar información más completa sobre el pescado que compran».
Como imagen de ejemplo está la de este producto que lleva además el sello de agricultura ecológica, para indicar que también pueden llevar el sello MSC y porque, como advierte Rodríguez, «se refiere al aceite, no al pescado. Ahora hay muchas conservas con este sello y puede dar la impresión de que es pescado ecológico».
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