Las fiestas navideñas no tienen por qué ser sinónimo de despilfarro. El consumidor también puede ser ecológico durante estas fechas en sus compras, con los adornos navideños, al asumir las siete erres ecológicas o al ahorrar energía. Con estas medidas, además de reducir su impacto en el medio ambiente, conseguirá un importante ahorro económico. Este artículo señala cómo hacer un consumo ecológico en Navidades.
Compras ecológicas
La tercera parte de los alimentos producidos al año en el mundo para el consumo humano se pierden o desperdician, según Naciones Unidas. Este problema ambiental, económico y social se acentúa en las fiestas de Navidad: se tiran hasta un 40% de los alimentos producidos, según Ecologistas en Acción. Para celebrar los banquetes navideños de forma sostenible bastan unas sencillas recomendaciones: estudiar la lista de la compra para no llevarse excesivos productos; organizar en casa los alimentos de modo que se coman todos; conservar en el congelador los productos perecederos; o elegir productos locales y de temporada, que tienen una menor huella ecológica y, además, son más económicos y sabrosos. El pescado y el marisco, alimentos estrella de las Navidades, también se pueden consumir de forma sostenible con varios consejos.
En Navidades se generan dos kilos diarios de basura, de los que la mitad son envoltorios y embalajesLos regalos navideños ecológicos permiten ser respetuosos con el medio ambiente y originales. Las posibilidades son muy diversas: productos «eco-delicatessen», gadgets ecológicos, libros de contenido ambiental, ropa ecológica, etc. Un viaje de turismo ecológico puede ser también un presente sorprendente para gozar de unas Navidades diferentes. En cuanto a los juguetes, además de priorizar los de carácter educativo y valores de respeto y cuidado del medio ambiente, conviene fijarse en los fabricados con materiales reciclados y reciclables. Si no queda más remedio que obsequiar un juguete a pilas, se puede recurrir a las recargables sin plomo o, en su defecto, siempre reciclarlas en los contenedores para ello.
Símbolos navideños
Árbol de Navidad natural o artificial: esa es la cuestión. Ambos tienen ventajas e inconvenientes ambientales, pero, en cualquier caso, una utilización responsable ayudará a reducir su impacto. Conseguir los árboles naturales con raíces y suficiente cepellón (tierra adherida), regarlos y alejarlos de la calefacción puede mantenerlos con vida hasta que se depositen en un punto de recogida tras el periodo festivo. Un árbol artificial de buena calidad y elaborado con materiales respetuosos con el ambiente puede durar muchos años.
En cuanto a los adornos navideños, una opción es hacerlos en casa a partir de materiales reciclados. Los pequeños del hogar pueden así disfrutar de esta distracción, que sirve además de estímulo para proteger el medio ambiente. Las luces navideñas pueden dosificarse mediante temporizadores y lámparas de bajo consumo.
En el momento de enviar tarjetas de felicitación, los más tradicionales pueden decantarse por postales elaboradas con materiales reciclados y de carácter solidario, mientras que los usuarios de Internet pueden utilizar el correo electrónico o las felicitaciones virtuales.
Las siete erres, también en Navidad
Las fechas navideñas son uno de los momentos del año más intensos en la generación de residuos: cada día se producen dos kilos de basura, de los cuales la mitad son envoltorios y embalajes, según Ecologistas en Acción.
Por ello, la política ecológica de las siete erres tiene que estar todavía más presente entre los consumidores: reflexionar sobre el sentido de estas fiestas, pensar si son necesarios todos los obsequios previstos y hacer un consumo ajustado que prescinda de productos con empaquetados excesivos y de «usar y tirar»; rechazar los productos superfluos e innecesarios; reducir los residuos o el despilfarro de energía; reutilizar los objetos o juguetes en buen estado que ya no se emplean y alargar su vida útil; elaborar regalos artesanos; reciclar los residuos de manera adecuada; redistribuir los productos y presentes de manera equitativa; y reclamar a las instituciones medidas para que se cuide del medio ambiente también durante las Navidades.
Ahorrar en energía
El gasto energético es otro de los conceptos que se dispara en Navidad. Los expertos calculan que el consumo de electricidad se incrementa hasta en un 20%, sobre todo por un mayor uso de la calefacción y la luz.
Para reducir este gasto y su correspondiente impacto ambiental, se pueden asumir diversos consejos, como utilizar bombillas de bajo consumo o aparatos con una alta eficiencia energética. En este sentido, un buen regalo para estas Navidades puede ser un electrodoméstico con un certificado A+++. El gasto en calefacción también se puede disminuir con diversas medidas para combatir el frío de forma ecológica. Otra manera de ser más ecológicos en el consumo de energía es darse de alta en alguna comercializadora de electricidad verde.