Las farolas inteligentes ahorran dinero, reducen la contaminación y ofrecen servicios interesantes. Por ello, ciudades como Barcelona, San Sebastián o Santander, o localidades más pequeñas como Gabiria, Isaba o Sant Joan han instalado en alguna de sus calles redes de estas farolas de última generación. La inversión inicial merece la pena, como aseguran sus responsables.
Siete localidades españolas con farolas inteligentes
Barcelona: el Distrito 22@ de la ciudad condal, caracterizado por su apuesta por la tecnología y la innovación, no podía ser menos con la iluminación. El Ayuntamiento y el ICAEN (Institut Català d’Energia) han instalado unas farolas inteligentes con luces LED, más eficientes que las convencionales, y diversos sensores. Gracias a ellos, se encienden o apagan en función de la luz o de la cantidad de personas. También controlan la temperatura, la humedad, el ruido o las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Toda esta información la envían a una central de datos de manera inalámbrica.
Las farolas inteligentes pueden reducir hasta un 80% del consumo de energíaGabiria: en 2010, esta localidad guipuzcoana instaló dieciséis farolas inteligentes en una de sus plazas. Sus responsables, un grupo de varias empresas tecnológicas, aseguran haber logrado un ahorro anual de 1.671 euros en concepto de gasto energético y mantenimiento. La obra se enmarca en un objetivo más amplio de desarrollo de una red inteligente.
Isaba: fue la primera localidad de Navarra en instalar en su casco urbano una red de farolas inteligentes. El Ayuntamiento renovaba 160 puntos de luz del alumbrado público, que tenía más de 40 años, y ha pasado de gastar 24.000 euros anuales a 5.000. El proyecto costó 243.000 euros. A partir de las diez de la noche, la intensidad lumínica baja al 30% y, si detecta movimiento, sube al 70%.
San Sebastián: la capital guipuzcoana se ha basado en la empresa Luix, al igual que en Gabiria o Isaba, para poner en marcha una red de farolas inteligentes. La compañía, un consorcio de varias empresas tecnológicas vascas, explica en un vídeo cómo funciona su sistema.
Sant Joan: el Ayuntamiento instalaba en 2010 una red de 79 farolas inteligentes en varias zonas principales de esta localidad alicantina. El nuevo alumbrado, con una inversión de 39.500 euros, ahorra el 40% de la energía al adaptarse al tráfico rodado o de personas.
Santander: el céntrico Paseo de Pereda es desde el año pasado protagonista del proyecto Smart Santander, en el que participan empresas, investigadores e instituciones cántabras dentro de un Programa Marco europeo. Su objetivo es que sus farolas se vuelvan inteligentes mediante la instalación de varios sensores y sistemas de telecomunicación, que ofrezcan datos como la temperatura o la contaminación.
Sevilla: el proyecto «Small Night Light» cuenta con el apoyo de la Estación Biológica de Doñana (EBD), instituto de investigación del CSIC en Sevilla. Su objetivo es extender una red de farolas inteligentes con luces LED que podrían ahorrar hasta el 70% de consumo y ofrecer información diversa.
Ventajas de las farolas inteligentes
La instalación de una red de farolas inteligentes supone una inversión económica inicial, pero se amortiza en poco tiempo gracias a sus diversas ventajas:
- Ahorran dinero: las farolas inteligentes pueden reducir hasta un 80% del consumo de energía frente a las convencionales, con el consecuente ahorro económico.
- Benefician al medio ambiente: al consumir menos electricidad, reducen la contaminación por el uso de la energía y la emisión de gases de efecto invernadero, implicados en el cambio climático. Como iluminan cuando es necesario y de forma direccional, la contaminación lumínica también disminuye.
- Ofrecen servicios interesantes para los ciudadanos: además de aportar datos sobre temperatura, contaminación, etc., pueden detectar plazas de aparcamiento libres, controlar el exceso de velocidad, encontrar un lugar donde ha ocurrido un incidente, hacer un seguimiento de personas con discapacidad, personas mayores, amenazadas, enfermos, comportarse como una especie de alarma lumínica, etc.