Esponjas, medusas, tenias, mejillones, bogavantes, lombrices, estrellas de mar, arañas, mosquitos, abejas, mariposas… Esta gran y diversa lista de seres vivos tiene un elemento común: todos son invertebrados. Los expertos estiman que el 97% de los animales que habitan el planeta pertenecen a esta categoría, y creen que todavía podrían quedar millones de especies por descubrir. Los invertebrados son uno de los pilares claves de la naturaleza. En cuanto a su relación con los seres humanos, algunas especies son muy útiles, aunque otras causan graves problemas.
La cantidad de 6.830 millones de seres humanos que habitan en la actualidad el planeta puede parecer elevada. Pero es un número insignificante en comparación con los billones de seres vivos que conforman el reino de los invertebrados. Estas especies animales son mayoría absoluta en la naturaleza, ya que tan sólo el 3% de los seres vivos son vertebrados.
El biólogo Miguel Lizana y el catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) José Luis Viejo aseguran que los invertebrados son un grupo de animales cuyo único nexo es una carencia: no tienen vértebras. El nombre ayuda poco para comprender a un grupo tan numeroso como heterogéneo. Pero como explican estos expertos, por más intentos que se han hecho para buscar un sustituto a este término (el naturalista Jean-Baptiste Lamarck lo propuso en 1809), no se ha encontrado nada mejor para definir a los cerca de 34 troncos de animales sin vértebras.
En el mundo se han descrito un total de 1.351.000 especies de invertebrados, el 79,6% son insectos
María Ángeles Ramos, experta en invertebrados del Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), calcula que en el mundo se han descrito un total de 1.351.000 especies de invertebrados. De ellas, 1.110.000 (el 79,6%) corresponde a insectos. Los vertebrados engloban a 44.000 especies.
En la Península Ibérica, la proporción entre invertebrados y vertebrados sería parecida. Ramos estima que hay 57.080 especies de invertebrados descritos (46.900 especies de insectos), mientras que la cifra se reduce a 1.068 en el caso de las especies vertebradas. Las Islas Canarias, consideradas un punto caliente de biodiversidad, cuentan con un elevado número de endemismos (especies únicas) que aumentan la riqueza biológica española. Los expertos estiman que de las 11.435 especies de invertebrados descritas en el archipiélago canario, 3.068 son endémicas.
Subrayan que las cifras son estimaciones de un grupo de seres vivos que sería mucho más numeroso. Los cálculos más conservadores señalan que todavía faltan por descubrir unos dos millones y medio de grupos de invertebrados. Otros especialistas elevan esta cifra a más de cien millones.
Ventajas e inconvenientes de los invertebrados
El catedrático de la UAM explica la agridulce relación de los invertebrados con los seres humanos. Sin su presencia, la historia de la vida en la Tierra no se entendería. Son claves en el funcionamiento de los ecosistemas. Tienen una importancia capital en el desarrollo de las ciencias, no sólo biológicas.
Imagen: MMGL
Además de su enorme importancia en la naturaleza, algunas especies son parte del menú de millones de personas, desde los calamares hasta los mejillones. La industria alimentaria no es la única que se vale de estos invertebrados: las esponjas producen sustancias que podrían ser la base de antibióticos, mientras que los mejillones servirían para crear nuevos pegamentos ultra resistentes.
Entre los invertebrados, los insectos tienen un papel protagonista. Al contar con poblaciones tan ubicuas y numerosas, intervienen en varios de los procesos naturales más importantes, como la polinización. Sin ellos, las flores no serían como se conocen en la actualidad.
La capacidad parasitaria o su papel en la transmisión de enfermedades letales son algunos de los aspectos más negativos de ciertas especies de insectos. La agricultura y la ganadería son también perjudicadas por los insectos, pero los expertos calculan que los beneficios son mucho mayores. Las plagas causan a la agricultura mundial unas pérdidas estimadas en 400 millones de euros anuales. Pero los beneficios por polinización de cultivos alcanzarían los 17.000 millones de euros. Tampoco se puede olvidar que algunas especies de insectos son sistemas ecológicos de control de plagas, ya sea de otros insectos o de malas hierbas y plantas invasoras.
Algunos especialistas estiman que faltarían por descubrir más de cien millones de especies
Los científicos también utilizan ciertas clases de invertebrados como bioindicadores para conocer el grado de contaminación de un espacio natural. Las libélulas son muy útiles para evaluar la calidad de las aguas en las que viven. La medicina forense se basa en ciertas clases de insectos para conocer datos muy valiosos en su investigación.
Los insectos son incluso un alimento para los seres humanos. En países como China o en varias regiones iberoamericanas y africanas forman parte de la dieta. En el resto de países también, sin que sus consumidores lo sepan. Se calcula que una persona no insectívora ingiere a lo largo de su vida un kilo de estos animales. Las formas son muy diversas: larvas o adultos que se trituran junto a la harina del trigo o el maíz, los pulgones de las ensaladas o los lepidópteros que acaban procesados en compotas o mermeladas. Algunos expertos no desdeñan la posibilidad de que en el futuro aumente su demanda, gracias a sus cualidades nutricionales.
Artrópodos, los más numerosos
Dentro de este cajón de sastre animal, los artrópodos serían el grupo más multitudinario. Los expertos estiman que constituyen el 80% de todas las especies. No son nuevos en la Tierra: se han hallado restos fósiles de, al menos, 550 millones de años, y se especula que podrían ser incluso más antiguos. Y son ubicuos: se han descubierto artrópodos en simas oceánicas, desiertos, en las altas capas de la atmósfera o en el interior de otros seres vivos. Algunas especies son capaces de vivir desecadas, congeladas y sin oxígeno.
En el gran tronco de los artrópodos, los científicos distinguen cuatro categorías: crustáceos, quelicerados, miriápodos y hexápodos. Estos últimos, más conocidos como insectos, son el grupo destacado. Según Lizana y Viejo, la cantidad de especies de artrópodos descritas se estima en 982.000, de las cuales 800.000 corresponderían a insectos. A gran distancia les seguirían los quelicerados, con 100.000, cuyos representantes más conocidos son las arañas y los ácaros. Los crustáceos, con 70.000, incluidos los populares mariscos, y los miriápodos -un grupo de seres vivos con multitud de patas-, con 12.000, cerrarían la clasificación.
A pesar de la gran cantidad de especies de insectos, su morfología es más bien homogénea. Como explica José Luis Viejo, «con evidente hipérbole»: visto un insecto, vistos todos; visto un crustáceo, no se puede hacer una idea de cómo son los demás.
Los científicos recuerdan que los invertebrados tampoco se encuentran al margen del deterioro actual que sufre la biodiversidad. En España, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) ha introducido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de 2009 a 42 taxones (especies y subespecies) de invertebrados. Por ello, los científicos reclaman más apoyo para investigar a estos casi desconocidos seres vivos y poder contribuir así a su conservación.