Los primates más cercanos al ser humano están al borde de la extinción y requieren medidas urgentes para su salvación. Así lo señala un reciente informe de varias instituciones conservacionistas internacionales. Este artículo señala cuáles son los primates más amenazados del mundo, indica las causas que han provocado esta situación y explica qué se puede hacer para salvarlos.
Primates al borde de la extinción
Monos, lemures y otros primates de varios continentes parientes cercanos de los humanos están «al borde de la extinción y requieren medidas de conservación urgentes». Así lo indica el reciente informe «Los 25 primates más amenazados del mundo«, elaborado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Sociedad Primatológica Internacional (IPS), en colaboración con las organizaciones Conservación Internacional (CI) y la Fundación Bristol Conservación y Ciencia (BCSF).
Los lémures sufren uno de los más altos niveles de amenaza jamás registrada para un grupo de vertebradosEn concreto, los 25 primates más amenazados del planeta son: bioko (Piliocolobus pennantii pennantii), colobo rojo del río Tana (Piliocolobus rufomitratus), douc de patas grises (Pygathrix cinerea), gálago de Rondo (Galagoides rondoensis), gibón de cresta negra oriental (Nomascus nasutus), gorila oriental de llanura (Gorilla beringei graueri), indri (Indri indri), langur de cabeza dorada (Trachypithecus poliocephalus poliocephalus), langur de Delacour (Trachypithecus delacouri), langur occidental de cabeza roja (Semnopithecus vetulus nestor), lémur del norte (Lepilemur septentrionalis), lémur negro de ojos azules (Eulemur flavifrons), lémur ratón de Berthe (Microcebus berthae), lémur rufo rojo (Varecia rubra), loris de Java (Nycticebus javanicus), mono araña (Ateles hybridus), mono araña de cabeza marrón (Ateles fusciceps fusciceps), mono aullador marrón (Alouatta guariba guariba), mono capuchino kaapoti (Cebus kaapori), mono de Dollman (Rhinopithecus avunculus), mono Roloway (Cercopithecus roloway), sifaka sedoso (Propithecus candidus), simakobu (Nasalis concolor), tarsero pigmeo (Tarsius pumilus) y tití del río Mayo (Callicebus oenanthe).
Los responsables de la lista señalan la «difícil» situación de alguna de estas especies. Entre ellas destacan los lémures de Madagascar. La UICN señala que el 91% de las 103 especies y subespecies están amenazadas con la extinción, «uno de los más altos niveles de amenaza jamás registrada para un grupo de vertebrados».
Por países, Madagascar encabeza la lista con seis de las 25 especies más amenazadas, seguida por Vietnam con cinco, tres en Indonesia, Brasil dos y China, Colombia, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Ghana, Kenia, Perú, Sri Lanka, Tanzania y Venezuela con una.
El informe se actualiza cada dos años y muestra la negativa tendencia de las principales especies de primates en peligro. Más de la mitad (54%) de las 633 especies de primates del mundo y subespecies con un estado de conservación conocida aparecen en la Lista Roja de la UICN como «en peligro de extinción».
Principales amenazas que sufren los primates
Los expertos en conservación señalan varias causas de la mala situación de los primates:
- Destrucción y fragmentación del hábitat: en particular por la quema y tala de los bosques tropicales, la agricultura o los conflictos armados, es una de las principales amenazas, que afecta en general a toda la biodiversidad del planeta.
- Comercio y caza ilegal de vida silvestre: su captura para comercio como mascotas, para comer su carne o para su uso en medicina tradicional.
- Cambio climático: está alterando el hábitat de muchas especies, en especial los primates que viven en bosques tropicales.
¿Qué podemos hacer para salvar a los primates?
Karmele Llanos, una conservacionista que trabaja desde 2003 en Indonesia para salvar a los orangutanes, señala que «puede haber remedio ahora si hay un mayor compromiso por los gobiernos del primer mundo en ayudar y parar el ritmo de destrucción. Sin embargo, estamos en una cuenta atrás y habrá que reaccionar pronto».
Pero no solo está en manos de los gobiernos la salvación de los primates. Los consumidores también pueden ser importantes. Llanos ofrece varias propuestas: enterarse bien de los productos que consumimos, para que no provengan de lugares en los que se fomenta la destrucción de los ecosistemas; intentar consumir siempre que se pueda productos locales; no comprar maderas tropicales; no consumir biodiésel de palma; y hacer donaciones o pertenecer a grupos ecologistas o grupos para la protección de los animales.
Por su parte, los impulsores del Proyecto Gran Simio defienden la necesidad de que se apruebe una ley que defienda la vida, la libertad y el derecho de los grandes simios (chimpancés, gorilas, bonobos y orangutanes) a no ser torturados ni física ni psicológicamente y que garantice que los que se encuentran cautivos sean protegidos y tratados de manera digna.