La Comisión Europea (CE) cerraba recientemente el proceso iniciado hace 14 años para la creación de la Red Natura 2000, fundamentada en la Directiva Hábitat de la UE. Esta Red deberá garantizar el mantenimiento o el restablecimiento de los hábitat y la fauna y flora silvestres de interés comunitario, así como la aplicación de un sistema de vigilancia para confirmar su estado de conservación favorable.
Se han incorporado espacios naturales que hasta este momento no se encontraban protegidosLos espacios que forman parte de Natura 2000 son de dos tipos. Por un lado, los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), donde se han incorporado espacios naturales que hasta este momento no se encontraban protegidos. Posteriormente, los LIC pasarán a ser Zonas Especiales de Conservación (ZEC), para las que los Estados Miembros fijarán las medidas de conservación necesarias. Por otro lado, las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), designadas por los estados miembros con arreglo a la Directiva de Aves Silvestres.
La información actualizada en cuanto al número de lugares y la superficie que ocupan, así como a las propuestas nacionales, puede encontrarse en el Barómetro Natura 2000, compilado por la CE. No obstante, la Dirección General para la Biodiversidad del Ministerio español de Medio Ambiente (MMA), considera que no toda la información es válida, por lo que sugiere consultarlo con reservas.
Además de su aporte al medio ambiente, la CE afirma que la Red puede ofrecer diversas ventajas tanto económicas (desarrollo de servicios relacionados con los ecosistemas, suministro de alimentos y de productos madereros, turismo, etc.) como sociales (aumento del empleo, mejora de las condiciones de vida, protección del patrimonio, etc.).
Según WWF-Adena, la Red Natura 2000 es «la iniciativa más importante y, quizás, la última oportunidad para crear una red de espacios naturales basada en criterios científicos». La organización ecologista explica que este modelo de ordenación contempla el territorio como un todo y realiza una gestión integral del mismo, sin dejar al margen a las personas.
Sin embargo, no todo son aspectos positivos en esta Red. Algunos expertos subrayan las dudas sobre la aplicación de esta normativa, cuyo cumplimiento difiere según las zonas, por lo que su acatamiento es desigual.
La financiación también es otro motivo de preocupación para su aplicación efectiva. Según datos comunitarios, la Red Natura 2000 supone un coste en Europa de varios billones de euros desde 2003 a 2013, teniendo en cuenta unas estimaciones más bien conservadoras y sin rigor metodológico, según la Dirección General para la Biodiversidad. Los cálculos realizados para España, que adolecieron de las mismas dificultades que los del resto de Estados Miembros, indican desde esta institución del MMA, ofrecen una cifra de 1.300 millones de euros por año, superando ampliamente a los demás países. Por ello, a pesar de que las medidas esenciales de la Red Natura 2000 se cofinancian con fondos europeos, el esfuerzo económico y técnico que supone para los Estados Miembros es ingente.
Por su parte, WWF-Adena considera necesario, basándose en criterios científicos, incluir áreas que actualmente quedan fuera de las propuestas. La organización conservacionista indica que no se trata sólo de proponer lugares sino de que éstos tengan un tamaño suficiente para garantizar su conservación favorable, y cita como ejemplo negativo la exigua superficie otorgada a los hábitat marinos.
España es el país europeo que más superficie incluye en la Red Natura 2000, debido a su gran biodiversidad de hábitat y especies. Según datos de la Dirección General para la Biodiversidad, España aporta una cuarta parte aproximadamente de las futuras ZEC y de ZEPA del total de los Estados Miembros. Los LIC propuestos alcanzan los 1.301, con una superficie total, tanto terrestre como marina, de 11.943.736 Hectáreas.
Por Comunidades Autónomas, Andalucía es la que más LIC aporta, con 192, presentando asimismo 76 de los 105 hábitat importantes de la Región Mediterránea europea, albergando espacios y especies animales únicos, como el lince ibérico o el lobo y numerosas especies de flora endémica.