El próximo 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, un recurso cuyo derroche a nivel mundial amenaza el medio ambiente, nuestra salud y el desarrollo económico. Este es el principal obstáculo para la seguridad del agua, según Steven Downey, responsable de comunicaciones de la Asociación Mundial para el Agua (Global Water Partnership, GWP). Esta organización, que cumple 20 años, reúne agencias internacionales de desarrollo, organismos gubernamentales y no gubernamentales y organizaciones de investigación involucradas en la gestión sostenible de los recursos hídricos. Con sede en Estocolmo (Suecia), cuenta con el apoyo del Banco Mundial, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (ASDI). Downey destaca que el uso del agua ha aumentado más del doble que la tasa de la población a nivel mundial y apela a la responsabilidad de toda la sociedad para garantizar un acceso al agua en calidad y cantidad suficiente de manera sostenible. El experto del GWP ofrece a los consumidores varias recomendaciones para evitar el despilfarro de este preciado elemento.
Así es, vivimos en un mundo sin agua segura. Gran cantidad de factores amenazan la cantidad y la calidad de nuestra agua: crecimiento de la población, estilos de vida opulentos, la urbanización y la contaminación. Gran cantidad de agua consumida por la industria se devuelve al medio ambiente a menudo contaminada. El drenaje de acuíferos y ríos y la sobreexplotación de las aguas subterráneas también suponen disponer de menos agua dulce. La idea de “seguridad del agua” trata de que tengamos suficiente agua para mantener la salud humana y el desarrollo económico.
“El principal obstáculo para la seguridad del agua es que derrochamos nuestros recursos hídricos”El mensaje de nuestra organización desde hace 20 años es que gobierno, sociedad civil y empresas tienen que hablar sobre cómo asignar y gestionar el agua. El principal obstáculo para la seguridad del agua es que derrochamos nuestros recursos hídricos. No coordinamos la demanda en sectores como la agricultura y la energía. No mantenemos las inversiones en infraestructuras y tenemos, por ejemplo, altos niveles de fugas en las tuberías. El agua no puede sustituirse una vez que se desperdicia o arruina. Esperemos que la humanidad vea este precioso recurso como un regalo para el desarrollo, la salud, nuestra vida y la de nuestro planeta, que, por supuesto, son inseparables.
Tenemos que integrar la gestión de los recursos hídricos en todos los sectores de una manera coordinada y planificada. Esto sucederá cuando la gente, usted y yo, se involucre en el ámbito local y entienda -y cambie si es necesario- cómo nuestra comunidad gestiona sus recursos.
Es evidente que los países más afectados están en el mundo en desarrollo. Pero hay que distinguir entre dos clases de países: por un lado, los lugares con pobres “dotaciones de agua”, donde hay una escasez física de agua, como en el norte de África, los países del Golfo e, incluso, partes de América del Norte y Australia; y, por otro lado, los países ricos en recursos hídricos, como los de América del Sur, pero demasiado pobres para construir infraestructuras y que no pueden extraer, limpiar y entregar agua donde se necesita.
“El uso del agua ha aumentado más del doble que la tasa de la población”A pesar de que las naciones ricas han invertido miles de millones de dólares para mejorar sus servicios, la sobreexplotación es tal que en algunos lugares se enfrentan a la escasez. En California, el gobernador ordenó una reducción masiva en el uso del agua. Esto es en parte debido a una grave sequía, pero también a las enormes cantidades de agua extraídas de los ríos o del subsuelo para llevarla a lugares donde la gente nunca debería vivir, ¡como en medio del desierto!
Cada país tiene que mirar su uso de agua. A nivel mundial, la utilización del agua ha aumentado más del doble que la tasa de la población. Los expertos dicen que en 2030 habrá un déficit global en el acceso al agua del 40%, aunque no crecerá igual en todas partes. En países como China, la demanda de agua probablemente se incrementará en más de un 40%; en otros lugares el aumento no será significativo. Los usuarios tienen que unirse para gestionar de forma sostenible los recursos hídricos de su país.
¡Es un tema candente! Algunas personas dicen que el agua debería ser gratis. Otros que cuesta dinero proporcionar agua a los consumidores (al igual que proporcionar alimentos) y, por tanto, deben pagar por ello. En algunas partes del mundo es tan barata que las personas la pierden fácilmente. Si le diéramos un verdadero valor al agua, tal vez las empresas y los individuos seríamos más cuidadosos.
“Si le diéramos un verdadero valor al agua, tal vez seríamos más cuidadosos”¡Consumir menos! Podemos darnos duchas más cortas, lavar menos los coches, regar menos el césped. Asegúrese de que utiliza productos de alta eficiencia energética (la energía es un gran consumidor de agua). Otro consejo es hacerse vegetariano (la producción de carne es también un gran consumidor de agua). Y exija a sus líderes políticos que sean responsables de cómo gestionan el agua.
Yo llamo al cambio climático “el gran aguafiestas” porque introduce imprevisibilidad. Si bien los cambios del clima siempre han estado con nosotros, hoy en día hay un aumento en la severidad y frecuencia de los eventos climáticos extremos. Las inundaciones y las sequías causan estragos en los cultivos. Las tormentas pueden destruir presas, diques o almacenamientos de agua en los techos. Los fenómenos meteorológicos extremos pueden dañar nuestros suministros a través de, por ejemplo, la contaminación del agua salada de fuentes de agua dulce con la elevación del nivel del mar. Así que el cambio climático es una amenaza presente y futura de los recursos hídricos.
“El cambio climático es una amenaza presente y futura para el agua”La competencia por el agua es real y, como ya he dicho, las soluciones se pueden encontrar si gobierno, industria y sociedad civil se unen para negociar. Por fortuna, en 2015 la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, por primera vez, contiene una meta específica sobre los recursos hídricos (SDG 6). Esto pone al agua en la agenda política. Otro paso es que la gente entienda que la gestión de los recursos hídricos es fundamental para el crecimiento económico a largo plazo y la erradicación de la pobreza. La inseguridad del agua cuesta a la economía mundial unos 500.000 millones de dólares al año, sin tener en cuenta el coste de los daños ambientales, por lo que el impacto total en la economía mundial podría ser del 1% o más del PIB. En última instancia, se requiere un enfoque integrado que aglutine desarrollo económico, sostenibilidad ambiental y equidad social, es decir, el derecho de toda persona a tener acceso al agua en cantidad y calidad adecuadas.