Los buenos conductores de motocicletas tienen su recompensa. Algunas pólizas brindan descuentos de hasta el 50% a los motoristas más cautos. Es un nuevo aliciente puesto en marcha por ciertas aseguradoras para comercializar este tipo de productos entre los usuarios. Un “gancho” nada desdeñable, a tenor del coste medio de los seguros de moto, que oscilan entre 200 y 1.100 euros anuales.
Para conductores de motos modélicos
Imagen: palm zDesde las más tradicionales a las especializadas, como scooters, quads o trails, sin olvidar las eléctricas. Las motocicletas deben contratar el seguro obligatorio, como mínimo. Las pólizas de motocicletas son muy caras, su coste medio anual oscila entre 200 y 1.100 euros, en función de las variables que se introduzcan en su formalización. El modo más rentable de suscribirla es contratar un seguro a terceros, cuya cuota anual no supera 600 euros. Si se desea aumentar prestaciones, lo más adecuado es ampliarla a incendio y robo, como paso previo a la póliza a todo riesgo.
Para aliviar el bolsillo de los aficionados a las motos, y como estrategia para captar clientes, algunas compañías cobran cuotas de menor cuantía, pero están reservadas para los buenos conductores. Las primas se pueden reducir hasta un 50% por el hecho de no haber cometido infracciones ni penalizaciones. Incluso se comercializan pólizas con pequeñas indemnizaciones ante demoras en los servicios prestados.
Algunas pólizas para motos indemnizan al asegurado por demoras en los servicios prestados
Casi todos los seguros para motos contemplan prestaciones similares. Por ello, merece la pena informarse y analizar a fondo para detectar las propuestas que incluyan cualquier novedad favorable al usuario. Todas parten de unas garantías básicas (responsabilidad civil obligatoria, defensa jurídica, reclamación de daños, asistencia en viaje…). A partir de aquí, amplían las coberturas: daños propios o por colisión, accidentes personales, incendio, robo…
Tampoco faltan coberturas especializadas para la elección de taller, la posibilidad de financiar el pago de la prima y una atención telefónica personalizada. A ello se suma que cada vez más aseguradoras se inclinan por ofrecer a sus clientes la posibilidad de beneficiarse de un servicio de consultoría sobre el automóvil.
Los tipos de póliza que se pueden contratar para una moto son:
- A terceros, cuyo coste anual es el más económico de todas las propuestas: basta desembolsar entre 200 y 600 euros.
A terceros, pero ampliado a otras coberturas, como incendio o robo, para los usuarios más exigentes que contraten este mismo producto, si bien la prima anual se eleva hasta 700, e incluso, 800 euros.
A todo riesgo, que son las más caras del mercado asegurador. Tienen un presupuesto anual de entre 900 y 1.200 euros de media, pero a cambio se reciben mejores prestaciones y más completas.
No obstante, las diferencias en el pago de la cuota anual dependen, entre otros parámetros, de la antigüedad de la moto, la edad del conductor, los tipos de accidentes en su historial, el aparcamiento (garaje individual o colectivo, calle…) y el uso regular que se hace de este medio de transporte. Además, la cilindrada es un factor determinante para encarecer el precio del seguro, de forma que cuanto mayor sea ésta, más elevada será la cantidad que habrá que desembolsar todos los años.
Pólizas «a la carta»
La oferta de las compañías aseguradoras es muy variada y está orientada a todos los perfiles de conductores.
- Mapfre parte de una propuesta elemental. Su póliza «Moto Básica» es un seguro a terceros para motocicletas a partir de 50 centímetros cúbicos. Cubre las lesiones y daños causados a terceros por la motocicleta asegurada. Incluye asistencia en viaje y jurídica, judicial y extrajudicial. También garantiza el pago de los gastos ocasionados para la defensa jurídica del asegurado en procedimientos administrativos, así como los daños sufridos por el tomador en calidad de peatón, en accidente de circulación. Respecto al seguro del conductor, contempla indemnizaciones por muerte, invalidez permanente y asistencia sanitaria del conductor.
A partir de esta propuesta inicial, la aseguradora dispone de otros modelos con mayores coberturas: «Moto Diez» o «Moto Líder». A cambio de abonar cuotas más elevadas, brinda prestaciones mejores y más completas.
Generali Seguros dispone de un abanico de coberturas para configurar un seguro personalizado. Además de la garantía de responsabilidad civil de suscripción obligatoria, incluye la defensa jurídica y reclamación de daños, sin olvidar la defensa en infracciones administrativas de tráfico. Respecto a la asistencia en viaje, aporta garantías como el remolque del vehículo hasta el taller más cercano, los gastos para la repatriación o prosecución del viaje, y la atención médica en el extranjero, entre las principales. Como complementos destacan la libre elección de taller, la posibilidad de financiar el pago de la prima y una atención telefónica personalizada.
Liberty Seguros ha diseñado su producto «Liberty Motos» para mayores de 27 años, con más de cinco años de carné y una moto de más de 100 centímetros cúbicos. Presta asistencia en viaje desde el primer kilómetro, libre elección de taller, traslado del vehículo hasta el domicilio y gestión de multas y de retirada del carné de conducir, entre otras. Las garantías básicas que se prestan son las habituales en estos casos: responsabilidad civil obligatoria, responsabilidad voluntaria, defensa jurídica, reclamación de daños, gestión de multas y asistencia en viaje. No obstante, permite la contratación de otras garantías opcionales, como los daños propios, daños de colisión, accidentes personales e incendio y robo. Los usuarios pueden acceder a varios modelos de contratación, a terceros, que incluyen los daños causados a estas personas, responsabilidad civil voluntaria y obligatoria, defensa y reclamación de daños, asistencia en viaje y gestión de multas.
Axa dispone de diferentes seguros, en función del modelo: motocicletas, ciclomotores o quads. Se puede seleccionar entre tres modalidades:
- Fórmula Esencial: responsabilidad civil voluntaria y obligatoria, protección jurídica, accidentes personales, asistencia de viaje y daños al casco.
Fórmula Completa: amplía el anterior a incendios o rotura del faro.
Fórmula Todo Riesgo: asume los gastos de defensa y fianza, además del asesoramiento jurídico frente a la reclamación del perjudicado. Incluye la reparación «in situ» por avería, incluso por pinchazos, falta de aire en las ruedas y ausencia de combustible y servicio de asistencia. Como «gancho», propone una pequeña indemnización, de 60 euros, en caso de demora en sus servicios (grúas, fundamentalmente).
Millennium es el seguro de moto de Catalana Occidente para sus clientes. Cuenta con un seguro básico que garantiza la responsabilidad civil, por daños personales y materiales, cobertura de accidentes del conductor y pago de los cursos para recuperación del permiso de conducción por puntos. Como novedad, establece la puesta en marcha de descuentos en caso de no tener siniestros y un servicio de orientación médica telefónica permanente.
Allianz tiene una póliza multirriesgo para dar respuesta a las posibles necesidades de coberturas demandadas por sus titulares. Tiene tres formatos: garantías básicas, daños por incendio, robo y fenómenos de la naturaleza, y daños por impacto y vandalismo.
Los seguros están especializados en todo tipo de motos, desde las deportivas hasta scooters, quads, trail o los clásicos ciclomotores. Todos atienden a las particulares necesidades de cada modelo y de sus usuarios.
Respecto a las primas que se deben abonar, hay poca diferencia frente a la oferta tradicional para motos. Tan solo en algunas propuestas que afectan a las motos de menor cilindrada se puede conseguir una reducción en la cuota anual entre el 10% y el 25%.
Algunas aseguradoras cuentan con un servicio on line de asistencia jurídica al conductor, que prevé asesorar a los clientes que contraten esta cobertura en materia de vivienda, consumo, derecho familiar y laboral, automóviles y derecho penal. La nueva cobertura, cuyo precio oscila entre 25 y 40 euros, prevé la consulta sobre compraventa, arrendamiento y obras en la propia vivienda, reclamaciones a proveedores en materia de consumo, divorcio y régimen económico del matrimonio, temas laborales o las altas y bajas de vehículos, entre otras muchas materias.