La conducción en España es cada vez más responsable pero, a menudo, las prisas, los atascos, la climatología adversa o una simple distracción pueden ocasionar pequeñas colisiones entre dos o más vehículos. En estos casos, conviene que los conductores mantengan la serenidad mientras rellenan la declaración amistosa de accidente. A lo largo del siguiente artículo se explica qué pasos daren caso de sufrir un choque con el automóvil y cómo cumplimentar de forma correcta el parte amistoso.
La leve mejora económica y la bajada de precio de los carburantes hizo que en 2014 se utilizara más el coche. Y, entre otras causas, por ello hubo un repunte significativo de los «golpes de chapa». En concreto, el año pasado se produjeron 1,7 millones de accidentes leves de tráfico en las ciudades españolas, el primer incremento de estos siniestros desde 2007. Así lo certifican los datos recogidos por Tecnologías de la Información y Redes para las Entidades Aseguradoras (Tirea).
Estas pequeñas colisiones entre vehículos se producen en mayor medida en las grandes ciudades. Por ello, Madrid, junto con Barcelona, Valencia y Sevilla, son las urbes donde más se concentran los accidentes de este tipo.
Cómo cumplimentar la declaración amistosa de accidente
La póliza del seguro de automóvil cubre la responsabilidad de quien lo conduce, sea o no el propietario del vehículo
Cuando se origina un accidente de circulación, por pequeño que sea, lo primero que tienen que comprobar los implicados es si hay heridos. En ese caso, se debe llamar al teléfono 112 de Emergencias.
Solo cuando la policía, las autoridades competentes o los servicios de emergencia hayan llegado al lugar del siniestro, se puede empezar a rellenar la declaración amistosa de accidente.
Rellenar la declaración amistosa de accidente
Todos los conductores deben llevar en el coche, junto con la documentación del seguro, un ejemplar de la declaración amistosa de accidente, que consta de dos hojas en papel autocopiativo. La compañía de seguros a la que pertenece el conductor proporciona al asegurado varios ejemplares de este parte y, además, se pueden descargar desde Internet en los portales de las aseguradoras.
Al cumplimentarla, se tiene que escribir en mayúsculas, con bolígrafo y apretando fuerte para que se calque en la copia. Es importante que se empleen frases cortas para que se entienda bien el contenido. El parte tiene que ser rellenado con todos los datos que se solicitan en la cara delantera, ha de ser firmado por ambos conductores y cada uno se debe quedar con una copia. Si hay acuerdo sobre la culpabilidad del accidente, hay que intentar que quede claro e inteligible en la declaración, ya que un parte mal cumplimentado puede retrasar el proceso de tramitación de la reparación de los vehículos.
Una vez que se ha completado la declaración amistosa y que se han separado las dos copias, es esencial no escribir ni modificar las caras delanteras. En cambio, si fuera necesario, sí se pueden rellenar los datos del dorso de la copia que se ha quedado cada conductor.
Si hay testigos del choque, se les debe solicitar sus datos personales y un medio de contacto, sobre todo en el caso de que no haya acuerdo entre los conductores.
Cuando hay heridos
Los daños personales se hacen constar en el apartado número 3, al principio del documento. Cuando hay víctimas y heridos, la policía elabora un informe o atestado, por lo que no hay que añadir ningún dato más al parte. Si alguna aseguradora necesita más información, se pone en contacto con su asegurado o con las demás partes implicadas.
Hacer constar los datos de los conductores y de los vehículos involucrados
Cada uno de los conductores implicados en el choque tiene que cumplimentar el parte en la columna Vehículo A (con fondo azul) y en la columna Vehículo B (con fondo amarillo), en la parte izquierda y derecha de la declaración, respectivamente. Si hay más de dos coches involucrados en el accidente, se pueden anotar en el reverso del parte.
Lo primero que hay que hacer es detallar la información del asegurado, que es la persona a cuyo nombre está el seguro del automóvil. A continuación, se indican los datos del vehículo (matrícula, marca, modelo, color, etc.) y del seguro (el número de póliza y el número de la tarjeta verde, que aparece en la documentación que entrega la compañía aseguradora cuando se contrata un seguro).
En el apartado reservado al conductor, hay que anotar los datos personales de la persona que conducía el automóvil en el momento del accidente (nombre, dirección, número de permiso de conducir, etc.).
Dibujar los daños sufridos por cada vehículo
En el apartado número 10 de las columnas Vehículo A y Vehículo B aparece el dibujo de una moto, un coche y una furgoneta. Si el vehículo ha sufrido daños a consecuencia del siniestro, hay que indicar en qué zona se concentran con una flecha.
Además, en el apartado número 11, se pueden enumerar de forma concisa los daños que se aprecian en el vehículo (si la zona afectada es el parachoques, un lateral, un piloto, el retrovisor, etc.).
Determinar quién fue el culpable del choque
La columna central con fondo blanco de la declaración del accidente es fundamental para determinar cuál de las partes implicadas en la colisión es la responsable. Contiene 17 opciones o supuestos con los que hay que intentar explicar las circunstancias que provocaron el choque. Tanto el conductor del vehículo A como el del vehículo B deben marcar con una X las casillas que están a ambos lados de cada una de estas opciones y que determinan cómo se ha producido el golpe.
En la parte baja de esta columna hay un espacio cuadriculado donde se debe dibujar un croquis que ilustre lo sucedido. El objetivo es que el seguro entienda cómo se ha ocasionado el choque, por lo que hay que proporcionar la mayor información posible (dirección que llevaban los vehículos, nombres de las calles, carril por el que circulaban, cruces, semáforos, rotondas, etc.). Lo mejor es hacerlo de forma esquemática.
Hacer llegar el parte a la aseguradora
Una vez cumplimentado el parte, cada conductor debe hacerlo llegar a su respectiva compañía de seguros. Hay que tener en cuenta que este documento debe presentarse a la entidad aseguradora de cada conductor en el plazo de los siete días siguientes al accidente. Se puede hacer por varios medios diferentes: el conductor se persona en la compañía de seguros, lo envía por correo postal o por correo electrónico o lo remite por fax.
Consejos para rellenar la declaración amistosa de accidente
Nunca se debe firmar el parte si no se está de acuerdo con la información que se ha recogido y anotado en la declaración amistosa de accidente.
Si ninguno de los conductores tiene un parte de declaración amistosa en el coche o son más de dos vehículos y no es posible rellenarla, hay que intercambiar los datos personales con los del resto de conductores implicados, sobre todo los más sustanciales:
- La matrícula, marca, modelo y color de cada vehículo.
El nombre y el teléfono de cada conductor.
Las compañías de seguros.
Los daños sufridos por los vehículos.
Cuando a las compañías de seguros implicadas les llega el parte de declaración amistosa de su asegurado, proceden a la tramitación del siniestro informáticamente. La aseguradora que lleva la razón es la que envía al perito que evaluará y cuantificará los daños del vehículo de su asegurado.
Si los conductores y sus respectivas aseguradoras no se ponen de acuerdo en quién es el culpable del accidente, el conflicto se resolverá por vía judicial. El juez, cuando tenga en su poder la información y los testimonios de las partes implicadas (asegurados, peritos, etc.), tomará una decisión que las compañías han de acatar. Si el siniestro no está claro, porque ambas partes defienden su inocencia, será el juez quien dictamine la sentencia.
Todo propietario de un vehículo tiene la obligación de contratar y mantener vigente una póliza de seguro que cubra la responsabilidad civil del conductor cuando se producen daños a terceras personas, tanto personales como materiales, como consecuencia de un accidente de circulación. Es decir, aunque el tomador del seguro sea el propietario del turismo, la persona asegurada es quien lo conduce, porque se cubre la responsabilidad del conductor, no la del propietario del coche.
- La póliza de un seguro de automóvil a terceros solo cubre los daños materiales y personales ocasionados a terceras personas mientras se conduce.
En cambio, cuando se contrata un seguro a todo riesgo, la cobertura se amplía y, además de los daños ocasionados a terceros, quedan cubiertos todos los destrozos que pueda sufrir el vehículo del asegurado.