Conductores de «alto riesgo»
Son ligeras, cómodas, fáciles de aparcar, consumen menos que el coche y, sobre todo ahora que llega el buen tiempo, constituyen una alternativa más que considerable de locomoción. Los ciclomotores y motocicletas suponen, además, con el fin del curso escolar en ciernes, un regalo casi “tradicional” que no pocos padres prometen a sus hijos adolescentes a cambio de que “hinquen los codos” y saquen buenas notas. Sin embargo, tras el desembolso realizado por la compra del vehículo, se presenta un nuevo reto, cuando no un problema: contratar la póliza de seguro. Las compañías se muestran, en general, reacias a asegurar a jóvenes, sobre todo a los menores de determinada edad. El que va hasta los 25 años es el tramo más problemático. Los conductores menores de 25 y con experiencia de menos de un año son, según el último estudio sobre la siniestralidad de motocicletas y ciclomotores realizada por el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, el colectivo con mayor probabilidad de sufrir un accidente de moto en nuestro país.
La falta de experiencia también provoca el recelo de las compañías. Según el mismo estudio, la probabilidad de sufrir un accidente de motocicleta en el primer año de permiso es un 26% superior a la del segundo año. En lo que a ciclomotores se refiere, el riesgo de padecer un siniestro a lo largo del primer año es un 35% superior al del segundo.
Así las cosas, la de asegurar la moto de nuestro hijo adolescente se convierte en una difícil tarea. Al ser un sector con alta siniestralidad y, por ende, poco rentable, resulta habitual encontrarse incluso con rotundas negativas por parte de las aseguradoras. Por otra parte, las compañías que aceptan asegurar a los más jóvenes e inexpertos lo hacen a un coste elevado, por tratarse de un colectivo de “alto riesgo”.
Cambios en la legislación, ¿un aliciente?
Los más jovencitos, los de 14 años de edad, tienen este año, además, un aliciente añadido y la “excusa perfecta” para pedir a sus padres el deseado vehículo de dos ruedas para disfrutar de él durante las próximas vacaciones o, al menos, para apresurarse a obtener la licencia para conducir un ciclomotor. Porque, de no darse prisa, tendrán que esperar un año más ya que a partir del próximo 1 de septiembre, a tenor del real decreto aprobado en enero y que modifica el Reglamento General de Conductores, la edad mínima necesaria para poder acceder a ella se aumentará a los 15 años. Además, y a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, a partir de esa fecha se exigirá superar una prueba teórica y otra práctica en un circuito cerrado para evaluar la habilidad del conductor en el manejo del vehículo. Otra novedad que introduce la nueva legislación es la prohibición de transportar pasajeros hasta que el conductor no haya alcanzado la mayoría de edad (actualmente se permite a los 16).
En cuanto a las motocicletas, el paquete de medidas del Gobierno en su intento de atajar la alta siniestralidad de los vehículos de dos ruedas incluye además la creación de un nuevo permiso para conducir motos denominado A2, intermedio entre los actuales permisos A1, que faculta para conducir motos de hasta 125 cc, y el permiso A, con el que se pueden manejar motocicletas de cualquier cilindrada. La nueva licencia A2 nace de una directiva europea. Permitirá a los mayores de 18 años llevar motos de hasta 400 cc, y será imprescindible tener dos años de antigüedad como motorista A2 para acceder al carné A, el de grandes cilindradas.
Para hacerse con cualquiera de los permisos de clase A también serán obligatorias, a partir de septiembre, las pruebas de circulación real. Hasta la fecha, se realizaban en circuito cerrado, pero con la nueva legislación en vigor los aspirantes a motorista deberán demostrar su habilidad y preparación en situaciones de tráfico real. Del mismo modo, se incluirán entre las lecciones teóricas imprescindibles para obtener la licencia B el carné de conducir turismos, conocimientos relacionados con las motos y su mundo, y se impartirán cursos voluntarios de tres a seis horas lectivas para los titulares de esta licencia que quieran subirse a motos de hasta 125 cc.
Todas estas medidas que en breve endurecerán los requisitos para poder acceder a la conducción tanto de motocicletas como de ciclomotores han animado a muchos a acercarse a la autoescuela para obtener su respectiva licencia o permiso mientras la legislación actual, más laxa y vigente hasta septiembre, expire. Algo que, sin embargo, no parece animar el mercado de las dos ruedas, si se tiene en cuenta la desaceleración que viene padeciendo en las últimas fechas.
Oferta limitada y cara
Las opciones a las que los usuarios pueden acogerse a la hora de asegurar un vehículo de dos ruedas son, en general, escasas y a un elevado coste. Es lo que concluye el estudio que el RACC publicó el pasado año tras analizar, entre marzo y abril, la oferta de ocho compañías que representan el 50,43% del mercado asegurador en España: Allianz, Axa Winterthur, Caser, Fénix Directo, Groupama, HDI, Mapfre y Pelayo. Para establecer una comparación, se analizó un producto concreto, el de responsabilidad civil a terceros (por ser ésta la única ofertada todas ellas), que en España cuesta de media 493 euros anuales.
Una de ellas aceptaba la inclusión de robo para algunas motos, pero no aseguraba a todo riesgo. En otras dos, la modalidad que se puede contratar depende del tipo de moto. En uno de los casos, el incendio y el robo sólo se aseguran con franquicia. Sólo aceptan daños propios para algunas motos.
El lugar de residencia también afecta al bolsillo. Canarias (558,72 euros de media) es la comunidad autónoma más cara a la hora de contratar seguros para motos y ciclomotores, mientras que La Rioja (448,84 euros) se sitúa en el extremo contrario, como la más barata de España.
La potencia incrementa el precio
A mayor potencia, mayor es el coste de asegurar el vehículo, a la par que disminuyen las posibilidades de asegurar a un menor. La cilindrada influye en los siniestros (el mayor grado se concentra en las motos de entre 75 y 150 cc y entre los 500 y 1000 cc.
En Mutua Madrileña, el seguro para una Kawasaki Z 750 cuesta a un joven de 25 años de Logroño 733 euros al año; al tinerfeño, 949 euros. Para los de 45 años de edad, los costes se moderan hasta quedarse en 449 euros y 599 euros anuales, respectivamente.
Para asegurar esta misma moto de 750 cc en Axa es necesario también tener 25 años como mínimo, además de dos años de carné, con experiencia en la conducción de un vehículo de similares características, por lo que la posibilidad de que la conduzca un menor no es factible. Con estos requisitos mínimos, la prima sería, para los hombres, de 493,56 euros al año en Logroño y de 688,06 euros en Santa Cruz de Tenerife (igual que en Madrid); para mujeres, las tarifas quedan en 511,83 euros en la capital riojana, y en 511, 83 en la tinerfeña (lo mismo que en Madrid). En cada caso, la prima se ajustaría aún más si se acredita haber estado asegurado anteriormente durante dos años sin siniestros declarados.