La sauna tiene efectos beneficiosos para la salud, ya que con ella nos deshacemos de toxinas. Los expertos dicen que este baño ayuda a liberar proteínas de choque de calor con consecuencias muy positivas. También mantiene el corazón sano, ya que durante el ritual de la sauna o del baño turco (su versión húmeda) baja la presión arterial, mientras se activa una frecuencia cardíaca similar a la que tenemos durante el ejercicio físico de intensidad baja o moderada: cerca de 120 latidos por minuto. Y no acaban aquí sus virtudes. Los especialistas aseguran que elimina patógenos, por lo que protege del resfriado y reduce dolores articulares, además de favorecer la recuperación muscular.
Sudarás mucho en una sauna, por lo que asegúrate de beber agua antes, durante y después
Pero la sauna también implica algunos peligros: entre ellos, pasarse con el tiempo o no permitir al cuerpo que recupere su temperatura antes de repetir la sesión. Además de conocer todas las fases del ritual completo de la sauna, hemos preparado una lista de consejos básicos para principiantes, con los que disfrutar al máximo de los beneficios del baño de calor (seco o húmeda) sin peligros.
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12 consejos para principiantes
1. La ropa en la sauna debe ser escasa. Los expertos recomiendan tomarla sin ella, y si prefieres o las reglas de recinto no lo permiten, cubierto con una toalla limpia de algodón. Si usas alguna prenda, que sea un bañador holgado.
2. Evita respirar profundamente o hacer ejercicio en una sauna seca: el aire está muy caliente y puede causar quemazón en los pulmones.
3. Si notas que el calor es muy elevado, baja la temperatura de la cabina o cambia de estancia. Muchos centros tienen varias cabinas a distintas temperaturas.
4. No hay reglas para la frecuencia con la que se debe arrojar más agua en la estufa. Cuando sientas la necesidad de una ola de vapor, no lo dudes.
5. Sudarás mucho en una sauna, sobre todo en la seca. Asegúrate de beber antes, durante y después del ritual. Para hidratarte, bebe agua, infusión, zumos de fruta o bebidas sin gas.
6. Al principio, colócate en los asientos más bajos de la cabina, ya que allí la temperatura es inferior.
7. Evita hacer ejercicio o hablar en exceso durante la sesión, ya que el sistema cardiaco y pulmonar estarán sobrecargados, como si subieras en bici un puerto de montaña.
8. Si empiezas a sentirte débil, con náuseas o mareos, sal de las instalaciones de inmediato. Un aumento de la frecuencia cardíaca hasta el 30 % es normal, pero si se acelera más, es señal de que necesitas salir. Tu sesión solo debe durar el tiempo que te siente bien.
9. No emplees cremas ni lociones: frenarán la transpiración de la piel y obstruirán tus poros. También hay que evitar las joyas, ya que el metal se calienta rápido y puede causar quemaduras.
10. Lee las instrucciones de la sauna antes de usarla. No todas son iguales; cada instalación puede tener sus propias recomendaciones, en función de la humedad y temperatura. Además, el monitor o técnico de deporte del recinto podrá ofrecerte más consejos en caso de duda.
11. Utiliza un temporizador o reloj de arena para controlar el tiempo dentro de la sauna. Y recuerda refrescarte siempre que lo necesites.
12. Si usas lentes de contacto, mejor entra sin ellas. El exceso de humedad o sequedad puede distorsionar las lentillas y causar dolor, irritación y dificultad para retirarlas.