Si bien uno de cada cuatro europeos cree que puede tener alergia a los ácaros del polvo, su patología nunca se ha diagnosticado, según los resultados de la encuesta europea sobre la alergia a los ácaros del polvo doméstico, elaborada por Stallergenes S.A.
El sondeo, realizado a más de 4.000 ciudadanos de España, Francia, Alemania e Italia, revela que hay bastante concienciación sobre las consecuencias negativas que produce la alergia a los ácaros del polvo doméstico (en un 67%). Sin embargo, seis de cada diez ciudadanos creen que podrían acostumbrarse a convivir con esta molestia sin seguir ningún tipo de tratamiento. La encuesta también pone de manifiesto falsos mitos sobre la alergia a los ácaros del polvo doméstico como pensar que solo con limpiar es suficiente para controlar esta patología.
«Consultar a un alergólogo en el caso de padecer síntomas compatibles con una alergia respiratoria es fundamental, sobre todo si consideramos que los síntomas de alergia suelen confundirse con la gripe común o catarro», ha recomendado el presidente de la Sociedad Catalana de Alergología e Inmunología Clínica, Antonio Valero.
Valero ha señalado que el alergólogo realiza un correcto diagnóstico, inicia el tratamiento adecuado para que los síntomas mejoren y recomienda unas normas ambientales a seguir para que disminuya la exposición ambiental a los ácaros y, cuando está indicado, un tratamiento etiológico de la enfermedad mediante la administración de vacunas alergénicas. También ha apostado por ofrecer información a la población sobre las enfermedades alérgicas «para poder mejorar el reconocimiento en fases iniciales de estas enfermedades, su diagnóstico precoz y su tratamiento».
Los ácaros del polvo doméstico son los responsables del 49% de todos los casos de rinitis alérgica en Europa. Sus síntomas son estornudos, moqueo, congestión nasal, lagrimeo, enrojecimiento de ojos, asma y sensación de falta de respiración.