La intoxicación por paracetamol líquido en menores de seis meses es «cada vez más frecuente», advierten pediatras de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud. Según estos expertos, la mayoría de las hospitalizaciones en estos casos se debe a la «la confusión derivada de la jeringuilla» que acompaña al frasco de la marca «Apiretal 60 ml.», una de las más consumidas.
Los pediatras vascos consultados señalan que la intoxicación «se suele presentar en lactantes jóvenes a los que se les recomienda el fármaco después de la vacunación general de los dos meses». El problema no es el medicamento -el antitérmico más seguro y uno de los más utilizados a nivel mundial-, sino «un error en la dosificación de la solución por parte de los padres».
La confusión, insisten, surge con la presentación de la nueva jeringuilla que se comercializa con el «Apiretal 60 ml.». El fabricante ha sacado al mercado hace tiempo un dispensador diferente a los cuentagotas habituales -de 5 mililitros, frente al de 1,2 de antes-, que «está generando mucha confusión», señalan los pediatras vascos, que ya han dado cuenta de este hecho al Ministerio de Sanidad y Política Social.
Lesión hepática
«Los padres se equivocan a la hora de realizar la medición. En lugar de administrar al recién nacido 0,10 mililitros por kilo, lo que ocurre es que les dan un mililitro», comentan los expertos. De manera que el lactante «ingiere hasta diez veces más de la cantidad recomendada de paracetamol líquido».
«La ingesta de dosis tóxicas puede provocar una lesión hepática grave, que característicamente suele presentarse de forma retardada tras un periodo sin apenas síntomas», apunta Santiago Mintegi, director del Observatorio Toxicológico de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría.
En estos casos, el tratamiento consiste en una descontaminación gastrointestinal con la administración de carbón activado. En caso de detectarse niveles tóxicos en sangre es necesario suministrar un antídoto al bebé. «Afortunadamente, la mayoría de los padres suelen darse cuenta a tiempo de que han podido equivocarse en la administración del medicamento y llevan al bebé al pediatra», afirma Mintegui.