Algunos de los más populares suplementos de vitaminas pueden ser los culpables de un aumento del colesterol «malo». Según un estudio publicado ayer en la revista «Journal of Clinical Investigation», en vez de proteger el corazón, vitaminas como la E, la C y el betacaroteno podrían aumentar la producción en el hígado del colesterol que bloquea las arterias.
Según Edward Fisher, profesor de medicina cardiovascular y biología celular de la Universidad de Nueva York y autor del estudio, «las vitaminas antioxidantes aumentan la capacidad de secreción de VLDL en las células hepáticas de los ratones que hemos examinado». El VLDL (lipoproteína de muy baja densidad) en sangre se convierte en LDL (lipoproteína de baja densidad) que es precisamente la llamada forma «mala» de colesterol.
«Nuestro estudio es el primero que documenta la relación entre las vitaminas antioxidantes y el colesterol LDL», dijo Fisher, quien recomienda más investigaciones para respaldar esta conclusión antes de alarmar a los consumidores de estos preparados, ya que, advierte, es posible que las vitaminas antioxidantes tengan efectos benéficos en otras partes del cuerpo.
El científico indicó que en algunos experimentos con animales se demostró que protegen al páncreas y otros órganos de los estragos de la diabetes. «En otras palabras, el efecto antioxidante es benigno en algunos casos y nocivo en otros», concluyó el especialista.