¿Qué es el broncoespasmo?
Un broncoespasmo es un estrechamiento repentino del conducto bronquial. Se produce por la contracción o tensión de la musculatura de los bronquios y bronquiolos, lo que provoca una reducción del flujo de aire igual o superior al 15 %. Los síntomas del broncoespasmo son:
- dificultad para respirar.
- sibilancias (respiración ronca o con silbidos).
- tos.
- dolor en el tórax.
- sensación de disnea (poco aire).
El broncoespasmo puede tener distintas causas. Entre las más frecuentes está una inflamación de las vías respiratorias, una reacción alérgica (hiperreactividad bronquial) o una irritación por la fricción del aire, el enfriamiento excesivo o el secado de las vías respiratorias. Esta última circunstancia es lo que se denomina broncoconstricción o broncoespasmo inducido por el ejercicio (BIE).
¿Por qué el ejercicio físico puede provocar una broncoconstricción?
La broncoconstricción inducida por ejercicio es un incremento transitorio de la resistencia y la reactividad de las vías aéreas. La causa principal es el enfriamiento de las vías aéreas: durante la práctica deportiva, al respirar por la boca y no por la nariz (hiperventilando), el aire no se calienta ni humedece, por lo que llega frío y seco a las vías respiratorias inferiores.
Cuanto menor sea la temperatura y la humedad ambiental, más probabilidades de que ocurra este fenómeno. Por ello, entrenar en zonas con climas fríos favorece la aparición de la BIE.
La calidad del aire también influye en la posibilidad de sufrir un broncoespasmo durante la práctica deportiva. Si los niveles de contaminación ambiental o de concentración de polen son elevados, los riesgos se incrementan.
Asimismo, el estado de salud del deportista (sobre todo en lo que se refiere a las vías respiratorias) es otro factor determinante.
¿El ejercicio provoca asma?
Pese a que la broncoconstricción inducida por el ejercicio se denomina asma inducido por el ejercicio, esto no significa que el ejercicio provoque asma ni que las personas que tengan esta patología deban dejar de practicar deporte.
Clínicamente solo se ha evidenciado que la BIE es más frecuente en las personas que tienen asma diagnosticado (ocurre en el 70-80 % de los pacientes con asma), en los atletas de élite, en los niños y en los mayores de 65 años.
¿Cómo evitar la BIE?
Las crisis de broncoespasmo suelen aparecer durante la realización de un ejercicio físico (con frecuencia a los 10 o 15 minutos del comienzo) o al finalizarlo. Normalmente los síntomas remiten de manera espontánea a los 30 minutos sin realizar más intervención que el descanso.
La mejor manera de evitar la BIE es tomar medidas preventivas como las siguientes:
🔹 Calentamiento antes y vuelta a la calma después
Antes de comenzar la práctica deportiva, es fundamental realizar una rutina básica de calentamiento de, al menos, 10 minutos. Estirar y para que, poco a poco, el cuerpo entre en calor no solo puede evitar los broncoespasmos, sino también las lesiones musculares y articulares.
Tras finalizar el entrenamiento debemos dedicar un tiempo a volver a la calma, bajando el ritmo cardiaco y respiratorio progresivamente.
🔹 Respiración
Es importante tratar de respirar por la nariz, evitando hacerlo por la boca. De esta forma, el aire que llega a los pulmones estará más templado y con la humedad correcta.
🔹 Protección en los días más fríos
Cuando la temperatura es más baja, y con el fin de calentar la respiración (sobre todo si se efectúa por la boca), podemos recurrir a colocarnos una bufanda o una braga de cuello sobre la nariz y la boca.
🔹 Mascarilla
Si los niveles de contaminación ambiental o de concentración de polen son más elevados de lo habitual, recurrir a una mascarilla durante el entrenamiento evitará que las vías respiratorias se congestionen. Intentar realizar el ejercicio físico en el interior durante esos días es otra opción para tener en cuenta. También hay que eludir, en la medida de lo posible, practicar deporte junto a vías congestionadas de tráfico o en parques y jardines durante la floración.
¿Cómo se diagnostica y trata el broncoespasmo por ejercicio?
Si se sufren varios episodios de broncoconstricción inducida por ejercicio físico es conveniente consultar a un especialista con el fin de que valore nuestra afección y, si es el caso, nos indique el tratamiento que debemos seguir. Entre las pruebas que nos realizarán figuran los test de esfuerzo (indicados especialmente en pacientes menores de 25 años), las espirometrías y las oximetrías.
En cuanto a los tratamientos, los broncodilatadores agonistas beta-2 son los fármacos más habituales. Actúan sobre las vías respiratorias provocando un ensanchamiento y, en consecuencia, un aumento del flujo del aire. Se toman 15-30 minutos antes del ejercicio. Pueden ser de acción rápida o inmediata, como el salbutamol y el fenoterol, que duran entre 4 y 6 horas, y de acción prolongada, como el salmeterol y el formoterol, cuya acción se extiende desde las 12 a las 14 horas.