El cáncer es igual para todas las personas, pero no todas las personas somos iguales frente al cáncer. Existen factores sociales, como el código postal, el género, los ingresos o los ahorros en la cuenta bancaria, que son más determinantes de lo que pensamos en las desigualdades a la hora de prevenir y tratar la enfermedad. En este artículo abordamos esos factores y vemos cómo ahondan la brecha social ante este problema de salud.
No todas las personas tenemos las mismas oportunidades de prevenir y detectar precozmente el cáncer. Hombres y mujeres no tienen las mismas oportunidades de detectar de manera precoz el cáncer de colon porque sus comunidades autónomas no han conseguido que toda su población de riesgo tenga acceso a los programas de cribado; o no les están protegiendo lo suficiente frente al humo del tabaco porque la aplicación de la ley es muy laxa.
No todas las personas tenemos garantizada una atención integral y continuada que cubra todas nuestras necesidades cuando se nos diagnostica un cáncer. De hecho, hay personas que tienen que decidir si pagar la luz, el agua o el alquiler o hacer frente a los gastos que provoca la enfermedad; personas que tienen que desplazarse más de una hora (incluso hasta cuatro horas) todos los días para recibir un tratamiento que le puede salvar la vida: o personas que al final de su vida mueren con dolor emocional por ausencia de cuidados paliativos con soporte psicológico. Son personas cuyas necesidades no se están cubriendo y que, sin duda, son mucho más vulnerables frente al cáncer.
No todos los tumores se investigan lo necesario, y de la investigación depende la supervivencia en cáncer. Hay cánceres con la supervivencia baja o estancada en los que hay que impulsar la investigación, para que sigan aumentando sus índices de supervivencia, por lo que las personas a las que se les diagnostica este tipo de cáncer no tienen las mismas oportunidades sobrevivir. 100.000 personas son diagnosticadas cada año con tumores cuya supervivencia es baja (páncreas, esófago o hígado) o está estacada (laringe, estómago o pulmón) debido a que no se investiga lo suficiente.
Causas de las desigualdades frente al cáncer
Imagen: Stan Petersen
¿Sabes cuáles son los principales motivos en las desigualdades frente al cáncer? Son los siguientes:
🔸 El código postal
Tu código postal afecta más que tu código genético frente al cáncer. El acceso a los tratamientos de cáncer es diferente según donde residas, ya que unidades como radioterapia no existen en todas las provincias.
El riesgo de padecer cáncer de pulmón, entre otros, se incrementa en función de la región española en la que vivas, pues tu exposición al humo del tabaco es diferente:
- El 42 % de las comunidades autónomas no protege a la población del humo del tabaco.
- Casi el 43 % de los menores de 12 años están expuestos al humo del tabaco en espacios públicos.
Más del 90 % de las comunidades autónomas no tienen atención psicológica especializada o esta es insuficiente.
Algunas comunidades no han conseguido que toda su población de riesgo (50 a 69 años) tenga acceso a un programa de cribado colorrectal.
🔸 La cuenta bancaria
Tu tarjeta de crédito afecta más que tu tarjeta sanitaria frente al cáncer. El nivel socioeconómico es un factor de desigualdad frente al cáncer porque es un factor determinante, entre otros, en la alimentación. De hecho, la obesidad entre la población infantil de familias con ingresos inferiores a 18.000 euros brutos es el doble que en familias con ingresos superiores a 30.000 euros.
El consumo de tabaco entre personas de estratos más bajos de la sociedad es casi el doble que personas de clase alta; y la exposición diaria al humo del tabaco en espacios cerrados es casi tres veces superior.
Entre gastos directos e indirectos, el cáncer provoca un coste económico al 41 % de las familias superior a 10.000 euros durante la enfermedad.
Cada año, casi 30.000 personas son diagnosticadas de cáncer en una situación de vulnerabilidad laboral, ya que están en paro, son autónomos o su sueldo se encuentra por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), lo que hace que los costes derivados de la enfermedad no siempre puedan asumirse. Además, alrededor de 50.000 personas a las que cada año se les diagnostica un cáncer viven solas.
🔸 El género
Las mujeres diagnosticadas de cáncer viven situaciones de soledad no deseada en mayor medida que los hombres y presentan un mayor malestar psicológico significativo (45 %) frente a los hombres (27 %).
Más del doble de mujeres que de hombres (25,7 % de las mujeres) tienen unos ingresos por su trabajo menores que el SMI, lo que puede hacer que los costes económicos derivados del cáncer sean, en muchos casos, inasumibles por ellas.
¿Cuál es la solución?
La solución pasa por la equidad, esto es, por dar a cada persona lo que necesita en función de su situación. En la Asociación Contra el Cáncer (AECC) te podemos ayudar.
Para ello ponemos a disposición de las personas con cáncer y sus familiares programas y servicios gratuitos accesibles a todas las personas así como programas de prevención.
Llámanos al teléfono gratuito y de atención 24 horas al día los 365 días: 900 100 036 o contacta a través de nuestra web.