Una investigación realizada en España asegura que el mejor tratamiento para los afectados del Parkinson es la intervención quirúrgica, tanto desde el aspecto económico como en el de calidad de vida. Además, esta mejora se mantiene cuando se compara con el tratamiento con fármacos. El Parkinson afecta a dos de cada 1.000 personas de ambos sexos, sobre todo, a partir de los 50 años.
Un estudio dirigido por Francesc Valldeoriola (Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona), publicado en la revista ‘Movement Disorders’, garantiza que las técnicas quirúrgicas aplicadas a la mejora de los enfermos de Parkinson se saldan con una relación coste/eficacia positiva. «Tanto desde el punto de vista económico como desde el de mejora de la calidad de vida», detalla el experto. Se trata de un estudio inédito en España que se dio a conocer a finales del 2007 en el marco de las Jornadas Científicas de la Agencia de Evaluación de Tecnología y Investigación Médicas (AATRM), celebradas en la Ciudad Condal.
Los resultados de esta investigación proporcionan, además, una información muy útil a la hora de comparar las terapias quirúrgicas con respecto a las farmacológicas en la mejora de los síntomas del Parkinson. La investigación divulgada recogió los costes directos de los tratamientos que recibieron 29 pacientes de distintos centros de la geografía española, analizando tanto los costes médicos (visitas médicas, pruebas de diagnóstico y hospitalización) como los no médicos a menudo asumidos por los pacientes o sus familiares (servicios sociales, taxis y equipamiento especial). Los datos se recogieron a los seis y doce meses de recibir el tratamiento prescrito en cada caso.
Cirugía versus tratamiento farmacológico
Los pacientes se agruparon en dos grupos, en virtud del tratamiento administrado. Un primer grupo fue sometido a cirugía de estimulación subtalámica bilateral (STN-DBS), y el segundo siguió un tratamiento convencional con fármacos antiparkinsonianos. El estudio calibró los gastos en medicamentos que tuvieron los dos grupos durante el estudio. Los gastos acumulados en un año por el grupo intervenido con la técnica STN-DBS fueron de 3.799 euros por paciente.
«Sólo con el ahorro de medicamentos durante el año siguiente de la operación ya se amortiza un 56% del coste total»
El otro grupo, tratado sólo con fármacos convencionales, acumuló un dispendio por valor de 13.958 euros por paciente. «Si se tiene en cuenta que la operación quirúrgica supone un gasto de unos 18.000 euros», puntualiza Valldeoriola, «sólo con el ahorro de medicamentos durante el año siguiente de la operación ya se amortiza un 56% del coste total».
Calidad de vida y eficacia
La valoración de coste/eficacia incluyó la mejora experimentada en cuanto a calidad de vida en cada tratamiento. Los autores del estudio se sirvieron para tal fin del índice ICER, que mide el incremento proporcional de coste/eficacia relacionado con la calidad de vida, relacionando los datos de los costes del tratamiento con valores que determinan la percepción de una mejor calidad de vida por parte de los pacientes. Dicha valoración se contrastó mediante escalas como la UPDRS, que valora la actividad motora de la enfermedad, o el EQ-5D, un instrumento genérico de calidad de vida asociado a la salud en general.
La escala UPDRS estimó los diferentes grados de capacidad motora del paciente, que en el ICER, se expresa en euros por grado UPDRS mejorado, dando un resultado en el caso de los pacientes intervenidos quirúrgicamente de 239,8 euros por cada punto de la escala mejorado. «Otros estudios europeos de coste/eficacia, donde se ha medido la mejora motora, tienen resultados muy similares a los del presente estudio», explica el Valldoriola.
Respecto a EQ-5D, se calcularon los logros en calidad de vida y se expresaron según una unidad llamada QUALY. Las mejoras en calidad de vida también reciben un valor en euros, de forma que las puntuaciones finales del ICER se expresaron en euros/QUALY. Los resultados de este índice valoraron el tratamiento quirúrgico del Parkinson con 34.389 euros por QUALY. «La Agencia Europea del Medicamento determina que un tratamiento con un valor ICER cercano a los 30.000 euros por QUALY es eficiente y, por lo tanto, la técnica STN-DBS se considera dentro de este rango de eficiencia», señala el especialista.
No se trata de una enfermedad mortal ni incapacita indefectiblemente la función cognitiva de los pacientes, pero se define como una patología neurológica degenerativa y progresiva que suele acabar con una invalidez permanente del enfermo. Fue Sir James Parkinson quien dio nombre a esta enfermedad descrita por primera vez en 1817. Su origen todavía no está claro, pero se conoce que hace su aparición principalmente en personas de edad avanzada y produce una pérdida de neuronas sobre todo del área del cerebro conocida como sustancia negra.
Esto provoca una disminución pronunciada de los niveles de dopamina, que es fundamental, máxime, en los circuitos cerebrales implicados en el control del movimiento. Todo ello traduce en la aparición de bradicinesia (lentitud de los movimientos voluntarios), acinesia (ausencia de movimiento), rigidez muscular y temblor.
Tras el Alzheimer, el Parkinson es la enfermedad neurodegenerativa más prevalente. Pese a que afecta a dos de cada cien españoles mayores de 65 años, se sabe que un 20% de los enfermos tiene menos de 50 años.